Un pasado regresivo.

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-Buenos días, princesa. -Dije, viendo como despertaba bajo la sabana blanca que cubria su cuerpo de piel morena y con las manos frotaba sus ojos color cafés claros... Su sonrisa divagaba por cada sendero de mi mente, una camisa azul pasaba por cada rincon de mi mente.

-Buenos días, mi principe. ¿Como amaneces? -Preguntó ella mientras seguía frotando sus ojos de forma continua.

-Estoy bien, me desperté hace rato. Más no te quería despertar...

-Gracias. -Me besó una mejilla mientras se levantaba de la cama, su largo cabello rosaba cada parte de su espelda.

-Para donde iras hoy, Oriana.

-Primero, iré a donde Jorge a comprar los desayunos, despues voy para donde mis padres... Necesito hablar con ellos.

-Si quieres... te llevo. 

-Tranquilo, agarro el bus. 

-Esta bien.

Salio de la casa, despidiendose y desde la ventana del apartamento la seguía con la mirada, se detuvo unos instantes en la cafetería donde trabajaba Jorge, después salió con un vaso en la mano, se sentó en la parada y se monto en el primer bus que vió. No me gustaba que fuera sola, pero ultimamente estaba yendo sola hacia donde sus padres, no se había algo que me inquietaba. De inmediato llamé a los padres de Oriana...

-Hola Yuli, ¿que tal?

-A. ¿Como estas?

-Estoy bien, gracias. Oriana ya va para allá... Me avisan cuando lleguen. 

-¿Oriana? -Se detuvo un momento... Preguntandole a su padrastro "Ruben, Oriana ¿te comento que venía?- No sabía... Pero bueno, cuando llegue te aviso... La verdad es que no la veo desde hace un mes...

-Pero ella ha estado yendo para allá repetidamente desde hace dos semanas...

-Acá no ha estado, cielo. 

-Bueno Yuli, Gracias. Hablamos después, cuidate. 

-Igualmente. 

No ha ido desde hace un mes, oséa qué lo unico que ha echo es mentirme... ¿A dondé estara yendo? Pasaban las horas, volví a llamar a Yuli tampoco estaba, oséa era una mentira, no había ido para alla... Sonó el teléfono, era Óscar.

-Hermano, es urgente ven a la universidad. PERO YA. 

-¿Que sucede? -Trancó el teléfono. 

Me puse la primera camiseta y salí directo hacia la universidad, llegando estaba Oriana parada con José... Su ex, frené el carro de inmediato... Lo agarré del cuello y ella me detuvo...

-Aldo, dejalo... yo estaba con el, el no me buscó, yo lo busque a el... Aldo ¡por favor! -Me detuvé, dandome cuenta... ella me fue infiel, de nuevo. Me monté en el automovil de nuevo, Oriana también se montó... Lagrimas corrian por mi rostro no sabía como podía haber echo esto.

-Bajate del coche.

-Vamos para la casa, por favor.

-Ya no es tu casa -La ira corría por mi mente, no se detenía- Baja. Ve y busca tus cosas...

Se bajo del auto, su mirada era confundida, pero ella "muy bien" sabía lo que había hecho. Acelere el carro, dejando una larga y fuerte linea doble paralela negra en el asfalto, el rebote de las llantas delanteras cuando frenaba el auto por algun otro auto, y el desliz del mismo cuando volvia arrancar, no volteaba hacia atras, solo queria que el mundo se acabara en instantes...

No deseaba volver más nunca al pequeño apartamento, en el que habia pasado tantas noches junto a ella, pensando en que me amaba y ella solo queria estar con el, era terrible... Pasaba la semana, no habia prendido el teléfono, me estaba quedando en un hotel en la ciudad de al lado, lujoso el hotel y yo solo queria morirme, las chicas todas me miraban por mi forma de estar sentado todos los dias en la silla de meser...

Después de una semana fuí a donde Jorge, necesitaba un capuccino de los que solo el sabia hacer, con las dos medias lunas...

-¡¡¡¡LOS MUERTOS VUELVEN A LA VIDA!!!! -Dijo Jorge cuando me vio ingresar por la puerta de su negocio- Oriana ha venido todo los dias preguntando por ti...

-Ella y yo ya no somos nada Jorge...

-Si... ella me contó. 

-Bueno Jorgito, ahorita no estoy para charlar con eso después podremos charlar mejor sobre el tema, solo quiero sentarme en la misma mesa de siempre y tomarme mi café sin molestias...

Me senté en la mesa, lentamente una voz lejana se escuchaba, "DESPIERTA MI FLOJITO". Abrí los ojos y era Betania, mirandome sus ojos, me di cuenta solo había sido un sueño, un sueño muy largo y pesado. 

ELLA Y ELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora