E x t r a #2

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[ leer notas finales]

Finalmente el día del encuentro había llegado, el sabía perfectamente que tendría muchas cosas que reclamarle al de ojos azules a causa de la decisión que había tomado con respecto a aquel mocoso y su hermana demonio.

"Si Nezuko alguna vez llegará a matar a un humano, Urodaki Sakonji , Giyuu Tomioka y Sabito se  comprometerán a realizar Seppuku como arrepentimiento"

Esa mierda que, el ni siquiera conocía al par de mocosos y esos dos ya estaban poniendo en riesgo su propia  vida sin su consentimiento, estaba dispuesto a golpearlos tan fuerte hasta que le dé sus razones. Hubiese querido estar en aquella reunión pero en aquel instante se encontraba lidiando con otros asuntos, asuntos que por cierto venían quejándose detrás suyo.

ㅡNo quiero ir contigo, estos son asuntos tuyos que no me importan, déjame entrenar hasta que vuelvas ¡Esto no me sirve ni un carajo!ㅡse quejó un pelinegro con cejas bastantes prominentes pero pese a sus palabras este no dejaba de seguirlo.

ㅡ¿Puedes cerrar la maldita boca? Nadie te está obligando a seguirnos imbécilㅡrápidamente otra voz se alzó entre el silencio igual de molesta que el primero.

ㅡYo lo estoy obligando, asi que llevensen bien hasta que lleguemos a nuestro destinoㅡrápidamente intervino mirándolos seriamente tratando de no mostrar su molestía.

Rodó los ojos molestó, ¿Porque había tenido que pasarle esto a el? El simplemente cumplió una simple misión cuando encontró a su primer problema, Genya. Lo encontró comiendo carne de demonio por lo que no dudo en atacarlo pero este rápidamente se empezó a defender con palabras apresuradas diciendo que conocía al pilar de la roca, tras pensarlo un poco decidió llevárselo consigo para ir en busca del mencionado, y ahí fue cuando encontró a su segundo problema, Kaigaku, todavía recordaba a este último cuando hace unos años vagando por aquel lugar por unos asuntos en particular, el había sentido el aroma de un demonio así que se apresuro al sitió, desafortunadamente no llego justo a tiempo para socorrer a los pequeños pero conoció a Gyomei quien en ese entonces no era nada más que una persona que no conocía su propia fuerza, después que aquel demonio atacará a el último de los niños el de cabellos negros se había interpuesto en el camino logrando herirse pero para su sorpresa rápidamente empezó a atacar al demonio con su fuerza, había sido un gran momento que incluso todavía podía escuchar a su corazón acelerado al observar los cuerpos de aquellos niños a excepto por ese pequeño, después de eso logro convencerlo de unirse a los cazadores de demonios y dos meses después se convirtió en el pilar de la roca, sacudió su cabeza levemente para dispersar aquel pensamientos y se dispuso a esperar pacientemente a que esté llegará a dónde el estaba junto a esos dos mocosos, aunque claramente había golpeado un poco al de cejas tupidas cuando se negó a ir con el.

ㅡ Este mocoso dice que está a tu cuidado ¿Es verdad?ㅡpreguntó directo apenas el mencionado estuvo cerca suyo.

ㅡDebería ser así, pero no creo que esté bien conmigo Sabito, mí entrenamiento para Genya terminóㅡconfesó a la vez que acariciaba con delicadeza las flores que una de las niñas del lugar le había dado anteriormente, desde que asumió su puesto de pilar solía venir de vez en cuando a rezar por el alma de los pequeños que perdieron la vida aquel día.

ㅡEres el pilar de la roca, hombre, tienes que diciplinarlos bien, nunca es suficienteㅡse quejó levemente mientras miraba de reojo a los dos azabaches.

ㅡPuedes hacerte cargo de ellos entonces, Kaigaku hace tiempo que se fue de aquí, Genya por otra parte ya no tengo nada más que enseñarle, me llevaré a estos niños a un lugar más seguroㅡanunció con calma empezando a alejarse del lugar.

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