Memorias de primavera ~UzuZen~ [Omegaverse] FINALIZADO

🌸Capítulo 3

Los días de reposo de Zenitsu en la finca Mariposa transcurrían tranquilos. Shinobu le había prohibido hacer sobre-esfuerzos así que ayudaba poco en los quehaceres aunque deseaba ser más útil.

Al inicio le aterró verse a sí mismo embarazado pero luego de que le explicaran de alguna manera se sintió más tranquilo, se sentía un poco mal consigo mismo de ser capaz de olvidar algo tan importante como la existencia de su hijo, acariciaba su vientre y hablaba con él.

— ¿Puedes creer que he olvidado por completo quien es tu padre? —reposaba bajo la sombra de un árbol, sintiendo la frescura del viento mover su cabello— Supongo que es algo cruel para ambos...para ti y para Uzui-san.

Nadia escuchaba su plática, sus palabras simplemente se las llevaba el viento.

— ¿Qué pasará si no logro recordar nada? —pensar en eso lo ponía ansioso, acariciar su vientre le reconfortaba de aquellos negativos pensamientos. Seguía a la espera de las indicaciones de Shinobu sobre su situación.

—Hoy no ha venido por aquí...— desde que estaba fuera de casa, todos los días sin excepción venia Uzui a visitarlo aunque no lo veía directamente, pero sabía que estaba cerca con tan solo oler el aire podía percibir las feromonas de su alfa. Era un aroma agradable, lo ponía contento y agradecía internamente que su esposo tomase una distancia prudente con él. No quería lastimar a nadie pero el simple hecho de verlo lo alteraba, cosa contraproducente a la sensación que le provocaba su olor a café.

Aun no se sentía listo de permitir al otro acercarse demasiado, tal vez era solo su instinto como omega el protegerse a él y su cachorro. Si tan solo pudiera recordar algo pequeño acerca del lazo que compartía con Uzui...

Bostezó sintiendo algo de sueño, recordó que la Pilar insecto le recomendó tomar baños de sol por lo que se movió hasta donde la luz alcanzaba, se desvistió quedando solo en ropa interior para tomar una siesta mientras recibía el calor del sol sobre su piel desnuda.

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"— ¡Es imposible! ¡No lo creo! ¡No quiero creerlo! —La mente del rubio era un caos, seguía el paso junto a sus amigos de aquel alfa extraño— ¡No puede ser que este pedazo de idiota sea mi pareja destinada!

Y estaba molesto, con el destino más que nada. Zenitsu hubiese preferido ser el omega de una chica alfa bonita, quizás más fuerte que él pero que también fuese tierna y femenina. Algo así como la hermana de Tanjiro, Nezuko, y aunque la chica demonio fuese alfa, desgraciadamente ella no era su destinada. Tenía un delicioso aroma debía reconocer pero no le provocaba nada inusual dentro de sí.

Odiaba sus instintos, casi sin querer sus feromonas estaban enloqueciendo solo por oler las feromonas del Pilar. Y este respondía a su llamado, la presencia de ambos aromas era cada vez más fuerte. Inosuke no se percataba ya que era beta, pero Tanjiro que era omega además de su desarrollado sentido del olfato se estaba ahogando.

—Zenitsu ¿estás bien? —Kamado se percató que el rubio no estaba del todo bien. Además de percibir las feromonas de ambos en un extraño coqueteo, podía oler que Zenitsu estaba asustado.

Su amigo no respondió, era como si no le hubiera escuchado y eso alarmó mas al omega pelirrojo. Sabía que el otro tenia buena audición ¿entonces porque no respondía?

Agatsuma seguía negando y maldiciendo en su mente, no sabía lo que le pasaba. Su cuerpo no reaccionaba como él ordenaba. Detuvo su andar y un escalofrió recorrió todo su cuerpo. Los tres, el alfa y los dos omegas lo notaron al instante, Inosuke se detuvo sin entender que estaba mal en su amigo.