Memorias de primavera ~UzuZen~ [Omegaverse] FINALIZADO

🌸Capítulo 9

Por la mañana, tras salir los primeros rayos de sol y oírse los sonidos de las aves, Uzui abrió su ojo siendo el primero en despertar. Aun estaba algo adormilado y sentía un gran bulto cálido pegado a su cuerpo. Al mirarlo bien, recordó que era Zenitsu, acaricio suavemente su rubia cabellera, seguía dormido y su cabeza reposaba en su pecho mientras que sus brazos intentaban rodear el cuerpo de su alfa en un abrazo.

Tengen lo abrazo de vuelta, esa calidez matutina junto al dulce aroma de su esposo, eran el mejor despertar de su vida. Sobre todo después de la agitada noche que tuvieron.

Sentía una conexión extraña pero especial con el omega, pensó que se trataba del lazo que ahora tenían. Además de la felicidad que ahora recorría por sus venas también estaba agradecido, con muchas personas, desde su madre por haberle implantado aquella semilla de la curiosidad de las almas gemelas, el Patrón por acogerlo y darle un cambio a su vida, incluso con la demonio Nezuko ya que sin ella no estaría compartiendo tan hermoso momento al lado de su omega.

—Te haré feliz toda tu vida, lo prometo— besando la frente del menor. Este se removió ligeramente entre sus brazos.

—... ¿Lo dices enserio?— con voz somnolienta fue abriendo los ojos.

—Lo siento ¿te desperté?— acariciando su mejilla.

—Estoy bien— bostezó, lagrimeando —Buenos días, Tengen.

Definitivamente quería tener esa vista todas sus mañanas, con un adormilado Zenitsu sonriéndole amorosamente y ese adorable sonrojo adornando sus mejillas. Pensó que lo llegaría a amar cada día más.

—Buenos días, cariño— no pudo resistirlo más, comenzando a llenar de besos el rostro del rubio, este reía ligeramente por las suaves cosquillas.

—Lo de antes ¿hablabas enserio?

— ¿Lo de hacerte feliz? Claro que sí, eres mi esposo y omega ahora...mi deber es protegerte y hacerte feliz— besando sus labios.

—Yo también quiero hacerte feliz, Tengen— su mañana seguía tranquila, con muchos besos y amor por dar todavía.

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— ¡Duele! ¡No me puedo levantar!— tras varios minutos de cariños, Tengen propuso que se dieran un baño juntos antes de ir a desayunar.

—Lo siento, quizá fui muy duro contigo.

—No te oyes muy arrepentido— haciendo un puchero.

—Tal vez— con sonrisa cínica. Zenitsu seguía con el ceño fruncido, todo era amor hasta que intento levantarse y un agudo dolor en su zona baja se lo impidió, comenzando a patalear y llorar por el dolor.

— ¡Por tu culpa no puedo levantarme! ¡Estúpido salvaje!

—No estabas diciendo eso anoche, Zenitsu— aun divertido por verlo intentar levantarse.

— ¡Cállate!— estando boca abajo, volteo el rostro haciendo notar lo molesto que estaba.

—Déjame darte un masaje, hoy voy a consentirte— quitando las mantas y haciendo uso de su mano sana comenzó un suave masaje desde arriba del cuello recorriendo toda su espalda, hasta llegar a la zona baja de esta.

— ¿Te estás sintiendo mejor?

—Un poco— estaba algo avergonzado, pero sus movimientos y caricias eran buenos, poco a poco iba sintiéndose mejor.