🌸Capítulo 7

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Zenitsu estaba feliz, se dejo recibir en una amorosa bienvenida por parte de sus amigas que rápidamente lo animaron a entrar a la casa.

— ¿Tienes hambre? ¿Quieres comer algo? He preparado las galletas de arroz que tanto te gustan— Suma daba pequeños brincos como una niña pequeña.

—Tal vez estés cansado ¿Quieres dormir un poco? Déjame preparar el futón para ti— Hinatsuru le proponía un poco de descanso.

—Lo mejor es un buen baño caliente, podrá relajarte primero— la idea de Makio también era tentadora.

Recibir tantas atenciones y cariño resultaba un poco asfixiante, sus mejillas se coloraron por la vergüenza. Uzui apoyo su brazo en el marco de la puerta y esta vez fue su turno se sugerir algo.

—Tal vez quieras comerme a mí, Zenitsu— con un tono de voz seductor.

El rubio lo miro algo confundido hasta que su sonrojo creció, simplemente le dio la espalda y sus mujeres lo miraron con desaprobación.

—Entonces ¿Qué quieres hacer primero?— el omega miro a cada una y dudando un poco antes de responder observo el pasillo donde estaban todavía.

—Quiero recorrer la casa...no recuerdo nada de ella— bajo la mirada algo apenado. No quería verse en la situación de tener que ir a cierta parte y perderse dentro de su propia casa. Los demás lo entendieron de inmediato, también habían pasado por alto ese detalle de que todo lo relacionado a Uzui se había borrado de su memoria.

Así que dejaron a Zenitsu caminar libremente y que la recorriera a su antojo, ellos caminaban detrás de él y le explicaban cada habitación. Era una fina algo grande, se tomaron su tiempo para que el omega pudiera identificarla. También estaban ansiosos por si algún recuerdo emergía pero todo parecía lo contrario, era casi como la primera vez que Zenitsu llego ahí.

Cuando llegaron a la habitación del rubio, este se asombro por lo que encontró dentro.

—Qué bonito— había una pecera redonda con más peces dentro pero mucho más pequeños que los del estanque, se acerco para verlo detenidamente sintiendo una punzada dolorosa en la cabeza. Trato de fingir que no pasaba nada para no preocuparlos.

Y arriba de una mesa, durmiendo sobre un pequeño cojín estaba Chuntaro. Parecía no haberse dado cuenta que su dueño había vuelto. Zenitsu se acerco a este para acariciar su pequeña cabeza despertándolo en el proceso.

La pequeña ave comenzó a revolotear y piar de alegría al tener al chico cerca, mientras este reía de alegría.

Los demás lo veían como si fuera un niño pequeño, no notaron ninguna reacción diferente a la que esperaban pero estaban contentos de todas maneras, Zenitsu se quedaría con ellos nuevamente. La preocupación de que reaccionara de forma negativa ante un posible recuerdo también se disipo.

— ¿Podemos ir a comer? Ya me dio hambre— calmaría su dolor de cabeza con un poco de comida, no terminaba de sentirse bien, solo esperaba que los demás no lo notaran.

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Un mes más tarde de que Zenitsu fuera a vivir oficialmente a casa de Tengen, los preparativos para la boda estaban casi finalizados. En ese lapso se dieron la oportunidad de pasar tiempo juntos y conocerse un poco más, entre las misiones que aun le asignaban al rubio, el tiempo sobrante se lo dedicaban al otro.

Memorias de primavera ~UzuZen~ [Omegaverse] FINALIZADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora