🌸Capítulo 11

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—Algunas cosas en la alacena se están acabando, iré mas tarde al mercado a traer más— mencionó Makio en la cocina al revisar que había para preparar el almuerzo de ese día.

— ¿Puedo acompañarte?— Zenitsu se veía animado, y en cuanto escucho que la otra saldría pensó que dar una vuelta sería buena idea.

— ¡No! —y apenas Tengen lo escuchó, por impulso respondió de forma negativa. Las chicas se asustaron un poco, recordando una escena pasada muy similar a esa.

—Oh...está bien, si no quieres que salga entonces me quedo— contestó Zenitsu de buena gana. Eso dejo más perplejos a todos. El Zenitsu del pasado habría protestado.

—Eh, no, no. Ignora lo que dije— rascando su cabeza, algo confundido, simplemente tenía miedo por lo que pasó hace un par de meses, no quería que se repitiera alguna desgracia — ¿Por qué no vamos los tres?

El omega sonrió. Eso era una idea mejor. Las chicas suspiraron tranquilas. Al principio les resultaba gracioso ver a su esposo tan tranquilo, tan paciente, aunque sabían que era un buen cambio. También ellas aprendían de todo eso, las palabras dolían y tenían mayor impacto en la vida de los demás de lo que hubieran imaginado.

Si Tengen ni Zenitsu hubiesen discutido y si mejor hubieran dialogado con calma los intereses de cada uno, la amnesia no sería ahora un tema de preocupación para la familia Uzui.

Luego del desayuno, salieron los tres. El alfa tomaba de la mano al omega, sabía que podría tropezarse aunque este negaba avergonzado que no pasaría. Aun así no le molestaba ir tomados de la mano. Makio iba abrazada del otro lado.

El paisaje era bonito. Los árboles de cerezo ya iban perdiendo sus flores, aunque otros árboles y flores aun seguían erguidos, con brillantes colores y extravagantes aromas en el aire.

El tiempo seguía transcurriendo. Zenitsu tarareaba una canción mientras acariciaba su vientre, estaba feliz. Y su alfa también lo estaba.

Al llegar al pueblo, Zenitsu sonrió, hacia mucho que no se paseaba por ahí. Y aunque su estadía en casa no le molestaba, salir de vez en cuando era algo bueno, sujeto con fuerza la mano de su esposo para evitar perderse entre tanta gente.

Recorrían diferentes tiendas comprando lo necesario, después de un rato la canasta que traían pesaba demasiado así que Tengen tuvo que soltar al omega para sostenerla sobre su hombro, aun así se aseguraba de que les siguiera el ritmo.

Una pequeña mano tiro del kimono de Zenitsu atrayendo su atención. Makio y Tengen siguieron caminando dejándolo atrás.

— ¿Mamá?— una pequeña niña de cinco años tiraba de él, nombrándolo mamá.

— ¿Eh? Y...yo, yo no soy tu mamá— la infante se veía que tenia rato llorando, al ver bien al adulto las lagrimas no tardaron en volver a salir junto a varios sollozos. No tuvo otra opción más que tomar a la pequeña en brazos para calmarla.

— ¿Estas perdida? ¿Cómo te llamas?— acariciando la espalda de la menor, miraba para todos lados viendo si había alguien que reclamase a la infante. De paso noto que sus acompañantes ya no estaban. Estaba perdido, no recordaba como volver a casa.

—Sa...sakura— Zenitsu limpiaba sus lágrimas, mientras sonreía amable para no asustarla.

—Es un bonito nombre, Sakura. ¿Te separaste de mamá?— la niña asintió —No te preocupes, yo te ayudaré a buscarla.

— ¿De verdad?

—Sí, así que ya no llores. No tengas miedo— quien realmente tenía miedo era él. Esperaba que su esposo notara su ausencia y viniera buscarlo, entre el mar de gente no lograba localizarlo pero no podía dejar sola a la niña. Alguna persona malvada podría robarla. Menos mas él la había encontrado — ¿Cómo es tu mamá?

Memorias de primavera ~UzuZen~ [Omegaverse] FINALIZADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora