Memorias de primavera ~UzuZen~ [Omegaverse] FINALIZADO

🌸EPÍLOGO🌸

—Estoy muy feliz por ustedes, mis niños.

Luego de un par de meses de que el cachorro de Tengen y Zenitsu nació, que ambos decidieron ir a la finca del Patrón para poder presentarlo. Estuvo presente en su boda y era una figura importante para ellos por ser su líder en esa guerra contra Muzan. Le debían mucho. Y lo menos que podían hacer era poder llevar a su pequeño Senritsu para que lo conociera.

—Es una lástima que ya no pueda verlo, pero imagino que debe ser un cachorro hermoso —Ubuyahiki sostenía al bebé entre brazos, acariciando ligeramente su rostro con su mano, identificando las facciones de su pequeña cara.

—Se parece mucho a Zenitsu —comento Uzui.

—No-no es cierto, Patrón —el omega se avergonzó, tratando de negarlo—. Se parece más a Tengen.

La risa del líder fue suave pero alegre. Estaba feliz y orgulloso por la unión de dos de sus cazadores.

—Entiendo... y en cuanto a ti, Tengen.

El cambio en su tono de voz alerto al alfa, ya estaba notificado en cuanto a lo que hizo con respecto al demonio que les causo problemas y hasta ese momento recibiría alguna reprimenda al respecto.

—Recibiré el castigo que considere pertinente por mi comportamiento —bajo la cabeza, en una inclinación de respeto y solicitar perdón, aunque el otro no pudiera verlo.

—Rompiste una regla, y te expusiste al peligro cuando ya estabas retirado, pero... —siguió acariciando el rostro del bebé—. Aun así, lograste acabar con el demonio y salvaste a Zenitsu.

La pareja de alfa y omega guardo silencio un momento, esperando.

—Tu castigo será que me visites mas seguido, junto con tus cachorros.

Uzui levanto la cabeza, un poco confundido, él esperaba un castigo más severo, pero sonrió aliviado al escucharle decir eso.

—Por supuesto —volvió a inclinar la cabeza. El Patrón regreso el bebé a brazos de su esposa, quien de igual manera lo regreso a brazos del omega.

El pequeño bebé se removió ligeramente en brazos de su madre, reconociendo su aroma y sintiéndose cómodo otra vez.

En casa estaban las tres betas, Makio tenía una semana de haber dado a luz a su hijo, a quien nombraron Akihiko.

Tengen y Zenitsu se miraron a los ojos, sonriéndose y amándose como nunca antes, por esta nueva etapa de sus vidas.

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12 años después

Sostuvo la espada de madera con fuerza entre sus manos, concentrando su respiración y agudizando su sentido del oído para poder dar el siguiente ataque. Cuando vio a su hermano venir de frente hacia él, no dudo en avanzar igualmente, chocando de frente con el impacto de su espada en la contraria.

Ambos chicos se retaron con la mirada y con una sonrisa en sus labios, impusieron mas fuerza en sus armas, antes de separarse para atacar y detener ataques continuamente.

Con un giro agachando su cuerpo, Senritsu se impulsó y tiro el arma de su hermano con una patada, ganando el enfrentamiento.

Akihiko se dejó caer en el piso, cansado y derrotado. Era su quinta derrota consecutiva.

—Eres malo, Senritsu-niisan —protesto el chico.

—Querrás decir que soy muy bueno, pequeño Akihiko —alardeo el rubio haciendo enojar a el menor, inflo las mejillas molesto, tomo una pequeña piedra del suelo y la arrojo a su hermano.