La cicatriz ( Drarry/Harco)

8

El timbre sonó. Los alumnos comenzaron a agarrar sus cosas para salir al recreo. Draco se apresuró en recoger sus cosas y meterlas desordenadamente en su mochila. Harry lo miró de reojo y tomó el coraje para hablarle.

- Eh hola- habló medio inseguro.

Draco lo ignoró completamente. Continuó guardando sus cosas y fingió que Harry no existía. Que gran mentira. Se moría por hablar con el, pero simplemente no podía. No quería causar ningún problema, ni para el y mucho menos para Harry.

Por otro lado, el de pelos desordenados frunció el ceño. Se movió un poco más para poder estar más cerca de Draco y le sacudió el hombro.

- Oye- llamó Harry.

- ¿Qué quieres, Potter?- dijo Draco con cansancio.

No se esperó ese tipo de respuesta. Además, ¿cómo sabía su apellido?

- Escúchame chico, estoy tratando de ser amable contigo- gruñó Harry.

- ¿Para qué?

- No sabía que eras un idiota- terminó diciendo el de gafas saliendo del salón para dirigirse luego con sus dos amigos.

Esperaba que el rubio fuera alguien más amable o sociable. Mientras Ron y Hermione discutían algo sobre la tarea que nos habían asignado, el no paraba de pensar en aquellos ojos grises que se le hacía tan familiar.

Se sentaron en el comedor y sacaron sus respectivos almuerzos. Una charla agradable se instaló en los tres, hasta que Draco se hizo presente en el lugar. Harry lo observó y vio como este buscaba alguna mesa para sentarse. Sus miradas se chocaron y la cicatriz de su frente comenzó a molestar levemente. Los ojos grises de Draco se desconectaron de los brillantes de Harry y se dirigió a una mesa donde se encontraba algunos chicos.

- Idiota- murmuró.

Ron levantó la vista y miró a su amigo con una sonrisa. Hermione seguía hablando sin percatarse de la situación. El pelirrojo sin más la interrumpió:

- Veo que conociste al tarado de Malfoy- dijo Ron mientras masticaba un pedazo de carne.

- ¿Cómo sabes eso, Ron?- preguntó curioso Harry.

El mencionado en vez de contestar, miró a Hermione. Intercambiaron unas miradas y asintieron. La chica se acomodó en su asiento mientras agarraba de manera educada un pedazo de lechuga.

- Lo conocemos de hace mucho- dijo Hermione.

La confusión que experimentó Harry al escuchar aquellas palabras fue inexplicable. ¿Cómo que lo conocían de hace mucho? ¿De dónde? ¿Acaso el también lo conocía y no se acordaba debido al incidente que le ocurrió a los ocho años? ¿Se había comportado mal con sus amigos? Todas aquellas preguntas y más, volaron por su cabeza a toda velocidad.

- ¿Cómo qué lo conocen?

Hermione se mostró un poco incómoda. Le dio unos cuantos bocados a su almuerzo mientras que Ron jugaba con su tenedor. La joven soltó un suspiro y dejó sus cubiertos.

- Harry, Draco vivía en nuestro barrio- dijo- ¿Cómo te ocurrió la cicatriz?- preguntó Hermione con una cierta tristeza.

- Pues me caí debido a que alguien se cayó y me tiró. Mi cabeza se estrelló contra el asfalto de la calle- explicó desinteresado el joven de ojos verdes.

- Fui yo quien se cayó y te tiró- habló Ron de manera inesperada.

La boca de Harry se abrió mostrando sorpresa. No entendía nada.

- ¿Qué?

- El estupido de Draco Malfoy se puso celoso por nuestra alistad- el tono de Ron comenzó a transformarse en enojo- El animal comenzó a golpearme y empujarme, uno de esos empujones fue el que hizo que te lastimara- su voz se apago y tomo un largo trago de gaseosa mientras que Hermione lo reconfortaba dándole un apretón en la mano- Perdón, Harry.

Un enojo creció por el cuerpo del chico. No estaba molesto ni con Hermione y menos con Ron, sino con el rubio que unas mesas más alejada en a la de el, almorzaba. ¿Cómo podía estar tan bien de la vida sabiendo que le borró la memoria a otra persona? ¿Cómo era capaz de encima, comportarse tan descortés con el en la clase de química?

- No te preocupes Ron, no fue tu culpa- dijo Harry.

El timbre sonó y los alumnos comenzaron a dirigirse a las respectivas aulas. Hermione se adelantó mientras que los dos chicos salían tranquilos. Harry visualizó a Draco guardando sus cosas en el casillero. Se acercó a el, produciendo una confusión en Ron. El cuatro ojos se paró enfrente del rubio. Lo observó durante unos segundos hasta que lo empujó haciendo que se le cayera todo lo que llevaba encima.

- ¿Qué demonios te ocurre, Potter?- preguntó enojado Draco.

La cicatriz comenzó a molestar, pero lo ignoró. En cambio, un enojo inexplicable se produjo dentro de su cuerpo. No fue consiente de ello hasta que un puño de el se estrelló en la cara del rubio.

Ron abrió los ojos como platos y miró atónito a su amigo. Harry sintió una leve satisfacción en su interior. Draco se estaba agarrando el lugar donde el puño de su ex mejor amigo había estacionado con fuerza. Tomó aire y devolvió el golpe.

Harry salió desprendido hacia atrás. Ron lo levantó rápidamente y lo revisó. El pelirrojo miró con un odio profundo a Draco y sin más, se acercó para pegarle una piña en el rostro.

- Eres un hijo de puta Weasley- escupió mientras se tocaba el ojo, el lugar donde había sido golpeado.

Ron rió y ayudó a Harry. Se acercaron a Draco y lo acorralaron en una pared. El de ojos verdes se puso enfrente del pelirrojo y miró al rubio fijamente.

- Te detesto, Malfoy- dijo Harry mirándolo a los ojos, ignorando la molestia intensa de su cicatriz.

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