Sus manos sudaban por los nervios. Se encontraba en la puerta de la biblioteca. Hermione le había dicho que Draco siempre se dirigía aquel lugar para estudiar o completar sus tareas. Ron no estaba enterado de nada, debido a que si lo sabía, se encargaría de arruinar todo. Tomó aire y reunió todo su valor. Sacudió su cabeza y se acomodó sus lentes. Con paso seguro entró a la biblioteca.
Habían pocos alumnos dispersos en los estantes del lugar o entre las mesas que este proporcionaba. Caminaba rápido, buscando aquella cabellera rubia. Se detuvo abruptamente cuando vio a Draco sentado en una mesa, que el solamente ocupaba gracias a todos los libros que había encima de esta. Sus piernas comenzaron a temblar. Sus nervios aumentaron y le dieron ganas de salir corriendo por donde había venido. Negó con la cabeza y antes de pensarlo, se acercó a él.
Se sentó frente al rubio, quien levantó lentamente la cabeza. Miró sorprendido a Harry y cerró el libro.
- Potter.
Harry se quedó paralizado. Abrió la boca para decir algo, pero la cerró al momento que se dio cuenta que iba a comenzar a balbucear.
- Malfoy.
Fue lo único que se le ocurrió. El rubio lo miró con más intensidad, esperando a que Harry explicará su sorpresiva aparición.
- ¿Necesitas algo, Potter?
- S-si.
Draco se sorprendió al ver que Harry tartamudeaba.
- Pues, ¿qué necesitas?
- ¿Me ayudarías con química? En serio que no entiendo nada.
Harry esperó a que Draco le gritara que era un caradura y que se largara. O que le tirara el libro por la cabeza, pero se sorprendió al ver que nada de eso ocurrió.
- Claro, de paso aprovechó y repaso para el examen.
Draco se levantó y se sentó alado de Potter. Abrió el libro y comenzó a explicar el tema que había asignado el chico de pelo alborotado. Un cosquilleo viajaba por el cuerpo de Harry. La molestia típica de la cicatriz se había convertido en una especie de caricia. Los ojos verdes brillantes del joven se perdieron en el rostro pálido de Draco. Sus facciones delicadas y masculinas, su cabello perfectamente cortado, sus labios rosados...
Por otro lado, el corazón del rubio no podía más. Se había dado por vencido. Pensaba que Harry no lo querría nunca más cerca, y que disfrutaba más la compañía de Ron y Hermione que la de cualquier otro. Además, no quería meterse en más problemas con Weasley, así que decidió simplemente alejarse.
La tarde pasó rápido. Harry y Draco salieron juntos de la biblioteca. Se encontraban en un silencio cómodo y acogedor. Draco llegó a su casillero y guardó sus cosas. El de pelo loco hizo lo mismo. Se encaminaron juntos hasta la entrada de colegio.
Se miraron a los ojos y una sonrisa honesta se dibujó en el rostro de Harry.
- Gracias por ayudarme.
- No es nada, Potter.
La bocina del auto de Lily, hizo que la mirada que estos dos sostenían, desapareciera. Harry insulto para sus adentros. Quería pasar más tiempo con el rubio, se sentía cómodo con el. Sentía una sensación de protección, calidez, comodidad, cariño...
Antes de que corriera al auto de su madre, miró a Draco.
- ¿Mañana me ayudarías nuevamente con las tareas?- preguntó, rezando a que el rubio accediera.
- Claro- rió un poco Draco.
Se miraron durante unos segundos y Harry se fue. Draco se quedó observando como el chico se iba y abrazaba a sus madre. Una sonrisa apareció en su boca. Caminó tranquilo y contento hacia su casa.
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La época de exámenes había acabado. Las vacaciones se acercaban. Las sesiones de estudio de Potter y Malfoy se habían hecho una costumbre entre los dos jóvenes, haciendo que una nueva unión apareciera en ellos dos.
Hermione se había despedido de todos hacia ya unos días, ya que se marchaba a Francia para el verano. Ron había comenzado a notar un cambio en su mejor amigo. Se encontraba más distraído y todas las tardes corría a la biblioteca.
Un día después de clases, decidió seguir a su amigo. Harry caminaba tranquilamente a su lugar de encuentro. Ron, por otro lado, caminaba lejos con la cabeza gacha para evitar ser obvio ante su mejor amigo. Esperó un rato para luego ingresar a la biblioteca.
Se encaminó por todos los estantes de libros, ocultándose. Miraba a todos lados, buscando a Harry. Su cuerpo se paralizó cuando lo vio a este sentado junto a Draco Malfoy.
Potter y Malfoy charlaban animadamente, incluso reían despacio para evitar que los retaran. Ron apretó los puños y una furia mezclada con odio surgió nuevamente en su cuerpo. Quería ir y agarrar a Draco. Quería pegarle sin parar, quería alejarlo de su mejor amigo.
Quería alejar para siempre a Draco Malfoy de Harry, de Hermione de el. Quería hacerlo desaparecer.
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La cicatriz ( Drarry/Harco)
FanfictionHarry y Draco son amigos desde que son pequeños hasta que una tragedia sucede haciendo que esta amistad desaparezca en el mismo momento que la cicatriz de Harry se hace presente en su frente. Aunque pasen los años, la cicatriz nunca dejara de unirlo...