Los días pasaban volando, más de lo que le gustaría. Los exámenes se acercaban, haciendo que los nervios de todos los alumnos aumentaran con el paso de los días. Hermione estaba histérica. Corría de un lado para otro dentro de la biblioteca.
La joven estaba en la sección de ciencia, debido a que estaba preparándose para el examen. Había dejado a Harry y Ron en el patio, ya que no querían acompañarla. Sacó varios libros y sin mirar, los apoyó fuertemente en una mesa. Cuando levantó la vista, se sobresaltó al encontrarse con Draco Malfoy.
El rubio estaba absorbo en sus tareas. Estaba completando unas indicaciones que les había dejado el profesor de Química. Hermione observó la pila de libros que tenía Draco a su lado: eran libros de literatura. Las cejas de la adolescente se elevaron y observaron el chico.
- ¿Pasa algo, Granger?- preguntó Draco, sin levantar la vista del libro.
- Hola, Draco- dijo tranquila- ¿Has entendido la tarea de química?
- Si, no es complicada- sus hombros se elevaron para después dejarlos caer.
- ¿Estás de broma, verdad? ¡Es súper difícil!- exclamó Hermione.
- Nunca me imagine que esas palabras salieran de tu boca, tratándose de una tarea, Granger- esta vez los ojos del rubio se levantaron y se chocaron con los marrones de la joven.
- ¿Me podrías explicar, por favor?- Hermione ignoró lo que el chico había dicho.
- Si, claro.
Draco le explicó de la manera más fácil a la joven la tarea de química. Resultó ser más fácil de lo que se pensaba. Cuando el rubio continuó con sus asuntos, Hermione lo observó de reojo. Continuó completando su tarea hasta que dejó el lápiz tranquilamente alado de su libro. Se acomodó en su asiento y se aclaró la garganta, llamando la atención de Draco.
- Malfoy.
- Granger.
La adolescente no sabía por dónde comenzar. Sabía que Draco estudiaba sólo en la biblioteca, ya que prefería tener su espacio. Había estando observando como el rubio dirigía sus miradas a Harry, que eran totalmente distintas a las que le dirigía a Ron. También se había percatado de cómo el de pelo alborotado miraba a Draco: como quisiera correr e ir estar con el, y con nadie más. Había planeado hace tiempo charlar con Malfoy, pero nunca se le había dado la oportunidad. De manera inesperada se le presentó aquella mañana en la biblioteca, y no había planeado su diálogo ni objetivos claros, así que le quedaba como única ayuda la improvisación. Suspiró y aflojó su tensión. Miró con tranquilidad al rubio, quien esperaba que la chica hablara.
- Escúchame- comenzó- Te conozco Malfoy, más de lo que crees. Se que te mueres por ir a hablar con Harry, lo noto cada vez que nos cruzamos en los pasillos del colegio.
- Eso es mentira- atacó Draco- No quiero estar ni dos segundos alado de Potter.
- Me han parecido innecesarias las peleas que se dan entre ustedes- continuó Hermione- Harry, aunque no lo diga, también quiere acercarse a ti.
- Eso es otra mentira.
- Por dios Draco...
Antes de que la morocha continuara, Draco se levantó y recogió sus cosas. Salió rápidamente de la biblioteca y sin mirar por dónde iba, se dirigió a su casillero a depositar sus cosas. Obviamente se moría de ganas de poder volver a hablar con Harry, en vez de pelearse- incluso golpearse- cada vez que se veían. Pero no quería ser tan transparente con alguien ,que si bien sabía que era buena persona- Hermione- y podría ayudarle, que estaba literalmente todo el día con Harry, y su queridísimo amigo, Ron.
Iba tan absorbo en sus pensamientos que se chocó contra alguien, haciendo que el desconocido cayera fuertemente. Volvió a la realidad y ayudó rápidamente. Su respiración se cortó cuando vio que el que estaba en el piso era Harry, con todas sus cosas desparramadas y sus anteojos rotos. Sus manos comenzaron a sudar y recogió las pertenencias del chico.
- Ten, Potter- dijo tratando de no verlo a los ojos.
Cuando Harry iba a hablar, Ron apareció en el acto. Empujó fuertemente a Draco contra un casillero, provocando que este se cayera. El rubio soltó unos quejidos de dolor mientras que el pelirrojo se acercaba de manera amenazante. Cuando el rubio logró ponerse bien de pie, cayó nuevamente gracias al puño de Ron que se había estampado en su ojo.
Harry trataba de enfocar su vista, pero le era difícil. Su cicatriz comenzó a molestar de manera intensa, que poco a poco empezó a doler. Se colocó los lentes como pudo- aunque estuvieran rotos- y su cicatriz dolió aún más cuando vio como Ron se desquitaba con Draco, quien trataba de defenderse.
Corrió a Ron y lo separó fuertemente. Lo miró con enojo, para después ver a Draco. El chico tenía la cara llena de cicatrices y moretones. Estaba apoyado contra el casillero de quien sabe quien, jadeando. Levantó la vista y sin mirar a Harry, se abalanzó a Ron.
Cayeron fuertemente al piso, y Draco con todas sus fuerzas se desquitó. Harry corrió y lo sacó a empujones de encima de su amigo. El rubio cayó de espalda al piso, alado de Ron, mientras que Harry aterrizo encima de Draco. Su cicatriz se calmó cuando los ojos verdes brillantes chocaron de Harry con los ojos grises de Draco. Los jóvenes se miraron y todo lo de su alrededor desapareció: los espectadores, Ron jadeando, Hermione atendiéndolo rápidamente. Una sensación de calidez viajo por el cuerpo de los dos chicos. Harry se sintió extraño. Sintió como si aquello ya lo hubiera vivido. Se acercó un poco al rubio inconscientemente, hasta que la voz del profesor de química los interrumpió.
- Weasley y Malfoy, a la oficina del director, ahora- dijo duramente Snape.
~•~•~•~•~•~•
- Una semana de castigo- compartió Ron mientras salía de la oficina del director, acompañado de sus dos mejores amigos.
- No entiendo por qué siguen peleando- exclamó Hermione.
- Porque Malfoy es un estupido- escupió el pelirrojo.
Harry iba mirado el piso mientras escuchaba como sus dos amigos discutían. Una sensación de preocupación invadía su corazón. ¿Cómo estaba Malfoy? ¿Qué clase de castigo recibiría el?
- Genial- murmuró Ron al ver a su madre parada en la puerta de la escuela, cruzada de brazos.
- Suerte compañero- animó Harry.
El pelirrojo caminó directamente a su madre, quien lo miraba con furia. Los ojos curiosos de Harry se detuvieron en un hombre alto, de pelo rubio largo. Vestía un traje de seda negro, que lo hacía ver extremadamente elegante. Estaba parado también en la puerta del colegio, y Molly se encontraba notoriamente separada de el.
- Es el padre de Draco- dijo Hermione, leyendo los pensamientos de Harry.
Como si hubiera sido una invocación, el rubio salió del despacho del director y se detuvo rápidamente al ver a su padre ahí parado. Camino rápidamente hacia el, mirando el piso. Una vez que se reencontraron, el Señor Malfoy agarró fuertemente el brazo de Draco y se lo llevó arrastrándolo.
- Eso no me gusta nada- la voz de Hermione era temblorosa.
La cicatriz de Harry dolió como nunca antes, se tocó levemente con su dedo pulgar y añadió.
- A mi tampoco.
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La cicatriz ( Drarry/Harco)
FanfictionHarry y Draco son amigos desde que son pequeños hasta que una tragedia sucede haciendo que esta amistad desaparezca en el mismo momento que la cicatriz de Harry se hace presente en su frente. Aunque pasen los años, la cicatriz nunca dejara de unirlo...