THE GOOD GIRL [ÉLITE] [PAUSADA / EN EDICIÓN]

Capítulo 11

"Donde todo se fue a la mierda"

[Ximena Navarro's POV]

Al día siguiente

Todo estaba completo. Hoy era el último día de curso y para entonces debería estar trabajando con mi padre en la empresa para saldar los cincuenta mil que le di a Guzmán. Será divertido ver lo que tengo que hacer en un futuro.

-Hola, guapura- me dijo alguien por detrás y sonreí ladina.

-¿Qué tal, Christian?- le saludé y comenzamos a caminar juntos.

-¡Es el último día de curso!- exclamó y reí- Dime que te vas a poner bonita, ojalá pudiera bailar contigo.

-O con Carla- solté y se puso rojito- Solo dime que te gusta una de mis mejores amigas y ya está, Chris. No pasa nada.

-Puede que me guste, pero ella no es tú- respondió.

-¿No soy yo? Ya me confundí.

-No creo que Carla sea la persona que se atrevería a robarse el auto lujosísimo de sus padres para entrar a un barrio de pobres con tal de salvarle el pellejo a una persona que ni conoce.

-Oh, créeme. Carla y yo somos idénticas.

-¿Ximena?- soltó Samuel frente a nosotros- ¿Podemos hablar un momento?

-Vale...- contesté y miré a Christian- Hablamos luego.

-Tenlo por seguro, guapura- se fue sonreído.

-¿Qué pasa?- le pregunté a Samuel y me apoyé en mi casillero.

-Marina se escapará con Nano hoy- soltó de golpe y pelé los ojos.

-Bueno, supongo que en la fiesta. ¿No?

-Creo que sí, Nano me lo ha dicho. No tengo idea de dónde irán pero no podemos dejarla escaparse.

-Debes dejarla, Samu- le tendí una mano en su hombro.

-¿Pero por qué? Es tu mejor amiga, Ximena.

-Y como su mejor amiga sé que hablándole no le hará cambiar de opinión. Intenta hablar con Guzmán para ver si él hace algo.

-Gracias...- soltó una mueca y se fue.

Dejé mi cabeza sobre mi casillero y suspiré. Dios mío, Marina. Levanté mi cabeza y abrí mi casillero para sacar mi vestido. O bueno, el vestido que dejé que mi madre comprara para mí. Era blanco cremoso, con detalles en dorado que me llegaban hasta las rodillas. Tenía un cintillo en color beige y unas mangas de encaje. Parecía todo un vestido de novias.

Me fui al baño con él y una bolsa de maquillaje y vi que casi todo estaba lleno. Encontré una esquina en donde cambiarme y me arreglé el cabello un poco. Dejé que cayera por mis hombros y me miré al espejo. De veras que parezco una muñequita de esas Barbie que jugaba de pequeña. Me maquillé con algo sencillo y suspiré para ver los últimos detalles. Estaba perfecto.