THE GOOD GIRL [ÉLITE] [PAUSADA / EN EDICIÓN]

Capítulo 24

"Donde todo comenzó"

[Ximena Navarro's POV]

-¡Asesino!- lo miré con furia- ¡Asesino! ¡La has matado, imbécil! ¡Y por un puto reloj!

-Cállate, Ximena...- gruñó y me levanté como pude.

-¡Ella tenía razón!- le empujé con rabia- ¡Guzmán te odiará por esto! ¡Carla no va a volver contigo por esto! ¡Eres un asesino!

-¡Que te calles!- ahí fue donde mi mente me traicionó.

El golpe que acabó con mi vida. Un trofeo horroroso que tenía en mano mientras me caía al suelo en el borde de la piscina. Ahora lo podía ver todo claramente. Polo iba a acabar conmigo de una puta vez.

Gruñía de la ira y me pateaba con fuerza en el abdomen, mientras yo intentaba gritar por mi vida. No podía sentir nada, no me podía mantener quieta y tampoco me podía proteger.

-¡Polo, para!- le supliqué, pero nada- ¡POLO, POR FAVOR!

-¡No soy una marioneta!- y hubo otra patada- ¡No soy una puta marioneta!

-Polo... Por favor...- sentía mi respiración acortarse y cerré los ojos. Si me iba a morir, por lo menos déjame sentir alivio.

Me surré hasta quedar a punto de caer a la piscina cuando me agarró del antebrazo y me sacó con fuerza. Ahí fue cuando todo se fue oscureciendo. Cuando vi a Polo recoger algo del cuerpo inerte de Marina y luego el trofeo. De ahí soltó una lágrima al verme y se fue caminando apresuradamente.

-Ayúdenme...- balbuceé, pero sabía que no me escucharían- Ayúdenme, por favor...

Comencé a recordar el pasado y ver lo que había vivido. Recordé a mi primo Andrés, a mi prima María Celeste y mi familia en Montevideo. A mi mamá, mi papá... Samuel, Christian, Carla... Nadia, Lucrecia... Guzmán. Mi amor eterno, mi bombón.

Miré al otro lado y noté a Marina. Había un charco inmenso que cubría su cabello y el suelo. No se movía. Intenté mover mi cabeza satisfactoriamente hasta el techo y comencé a cantar a como nostras solíamos hacer de pequeñas.

-When somebody loved me... Everthing was beautiful...- solté un par de lárgimas- Every hour spent together... Leaves within my heart...

En mi cabeza solo pasaba mis recuerdos con ella desde pequeñas mientras seguía cantando. Las veces en las que mi padre nos dejaba en su casa y jugábamos con las muñecas que teníamos o con los bebés de plástico que llevábamos mientras actuábamos a ser sus madres. Cuando corríamos por su casa y chillábamos subiendo las escaleras con capas rojas de superhéroes que le robábamos a Guzmán.

-"¡Denme mis capas!"- nos decía mientras nos perseguía por toda la casa.

-"¡Lero, lero, carpintero!"- le respondía y reíamos.