THE GOOD GIRL [ÉLITE] [PAUSADA / EN EDICIÓN]

Capítulo 27

"Desaparecido... A medias"

[Ximena Navarro's POV]

[Al día siguiente]

Cuando llegué al salón, todos estaban callados. Para ellos Samuel no había aparecido en dos días, pero para mí literalmente lo había visto, conversado y planeado toda una jugada hace unos días. Actuar ha sido una destreza que he podido desarrollar luego de salir del hospital.

Me adentré al salón y dejé mis cosas al lado del puesto de Guzmán. No lo vi en ningún lado pero por lo menos podía sentarme y soltar un poco de aire acumulado en mi pecho. Era el último día de cursos, pero para mí era apenas el primero de exámenes. Mientras todos hacían el examen de inglés, yo me estudiaba matemáticas.

-Mena...- soltó alguien a mi oído y sonreí- ¿Vas a presentar exámenes?

-Tuve que pedir permiso especial para esto- lo miré y me plantó sus labios sobre los míos- Bueno, en realidad tuve que rogarle al médico ayer. No quiero venir y presentar luego de las Navidades.

-Aún faltan días para eso, cariño...

-¿Cariño?- sonreí como tonta y el rubio se sonrojó- Pues adivina... Cariño, mi familia viene de Uruguay y no quiero estresarme por tener que estar yendo y viniendo y andando a los chapasos* por una nota...- el chico me miró y soltó una pequeña sonrisa- ¿Qué?

-Es la primera vez en meses que utilizas la jerga uruguaya luego de todo esto- me dejó un beso en la mejilla y se sentó a mi lado- Seguramente lo pasas, eres la mejor de la clase.

-Eso dicen todos...- miré el libro y Guzmán sacó una manzana verde de su maleta. Le dio un mordizco y me la tendió.

-¿Te apetece?- me preguntó y me estiré.

-Solo porque no desayuné...- la agarré y le di una mordida que ni Dios se escapa. Luego se la tendí y seguí leyendo mientras masticaba la fruta.

-Estás muy lejos, acércate...- Guzmán agarró mi silla y le empujó más cerca de él. Yo solamente me reí y él dejó su mano en mi costado.

-Dios, contigo no me concentro...- iba a darle un beso cuando entraron unos oficiales de policía- ¿Qué está pasando?- le pregunté a Guzmán entre susurros.

-¿Te acuerdas de lo que te dije ayer?- preguntó y asentí- Bueno, llegó la hora.

Tragué lo que me quedaba de comida en la boca y me erguí en el asiento. La que creía era la inspectora nos dio una miradita a todos. La mujer era pelirroja, de mediana estatura y con un par de canas irreconocibles. Y justo cuando me miró se estiró.

-Buen día a todos, necesito que se sienten- soltó y los demás se sentaron sin dejar de murmurar- Bien.

No le presté muchísima atención mientras hablaba de la desaparición de Samuel. Yo solamente intentaba poner todos los escenarios posibles para tener una coartada fija en este asunto. Ese era prácticamente mi trabajo (y también hacerle la vida imposible a la inspectora).

-Lo que sabemos ahora es que la bicicleta de Samuel apareció ayer en mitad del bosque- soltó y la miré- Pero de él no había rastro. Vamos a efectuar una batida esta tarde-noche para intentar encontrarle a él o alguna pista sobre su paradero. Y estaría bien que los que podáis acudir, lo hagáis.

En eso, Guzmán levanta su mano (y sin dejar la manzana de lado) y lo miré. ¿Qué se supone que digo ahora?

-Pero... ¿Piensan que está muerto?- soltó y miré la reacción de todos. Ahí fue donde noté tensa a Carla- ¿Y... Vamos a buscar su cadáver?