THE GOOD GIRL [ÉLITE] [PAUSADA / EN EDICIÓN]

Capítulo 17

[Ximena Navarro's POV]

No sabía dónde iba a llegar. No quería parar. Supe que no podía echarme por la borda cuando Valerio me atrapó con sus manos en la parte más cercana a mis muslos. Lo dejé deseándome, y mi mente lo deseaba a él. Ocurrió lo mismo con Nano, pero el sentido común y la memoria de Marina me lo impidieron. Sin embargo, no tenía ataduras con Valerio.  Todo mi ser quería sentir una polla dentro de mí como si fuera una ley. Como si hubieran pasado varias vidas sin ella.

Iba a dejarme llevar. Le quité el espacio que tenía entre nosotros y besé sus labios con firmeza. No quería mostrarme indecisa con esto. Valerio me agarró con fuerza y me levantó entre sus piernas hasta quedar cómoda con él. Sus besos por mi cuello desnudo me dejaron excitada de sobremanera, soltando gemidos bajos y mi temperatura a niveles altos.

-Te gusta, ¿verdad?- me preguntó y me dejó tendida en la cama.

-No te atrevas a parar- respondí y se quitó el pantalón mientras yo me quitaba la camisa que llevaba.

-Sostén rojo...- soltó un suspiro- Te ves tan ardiente, Ximena.

-Ven y pruébame, entonces.- Okay. ¿DE DÓNDE DEMONIOS SAQUÉ ESO?

-No eres la niña buena de Las Encinas.

-Ya no...- se fue acercando a mí y lo agarré con el propósito de dejarlo a él sobre la cama.

Todo esto era puro deseo. El suyo y el mío, follar entre amigos... O eso creo. Cuando Valerio se dejó sentar en la cama y me levanté, le fui quitando la única prenda de ropa que nos dejaba fuera del juego. Esos bóxers de Calvin Klein quedaron al otro lado de la habitación. Me sorprendió ver su miembro tan largo y erecto, tanto que solo llegué a morder mi labio salvajemente.

-Si te gusta, saboréalo- soltó Valerio y me puse de rodillas.

-Oh, vaya...- lo agarré con sutileza y el chico soltó un gemido que calló con su mano- No están mis padres, para tu suerte.

-Mierda, Ximena...- respondió el chico en voz alta cuando llevé su miembro a mi boca.

Esto era pan divino de los dioses. Llevaba años sin chuparle la polla a alguien. Mejor dicho, toda la vida. Nunca había hecho esta parte. Valerio me agarró parte del cabello y movía su pene dentro de mi boca hasta gemir. Yo estaba en un trance de excitaciones celestiales.

-Para...- me soltó y lo miré extrañada- Tu turno...

Me levantó y me dejó acostada en la cama, donde me quitó tanto el pantalón corto que llevaba como las bragas que tenía. Las dejó a un lado y fue bajando poco a poco sin quitar sus ojos de los míos.

-Creo que... Ay, mierda- solté un gemido intenso cuando Valerio comenzó a lamer mi zona íntima con suma gentileza.

Esa gentileza que para mí era de salvajes. Daba círculos, besos y chupadas que solamente me llevaban a la luna y de vuelta. Era tanto que no pude esperar a que llegara al punto donde arqueé mi espalda y tenía mis ojos casi fuera de sus órbitas. Esto era para hacerse todo el día y era increíble. ¿Cómo me privé de todo este placer?