THE GOOD GIRL [ÉLITE] [PAUSADA / EN EDICIÓN]

Capítulo 6

"Las polaroids"

-¡Feliz cumpleaños, pendejo!- me lancé a la espalda de Guzmán y comenzó a reír.

-Gracias, Xime- me dejó un beso en la sien y sonreí. Era una tradición que me quedara en su espalda prácticamente todo el día.

-Marina está con Samuel, Christian por algún lado; Nadia en algún otro lado y Carla con Polo. Puede que el influencer esté con ellos, pero bueno. ¿Qué más da?

-¿Qué intentas decirme?- me miró mientras me acomodaba en su espalda.

-Que estás de suerte, me tendrás en tu espalda todo el día- reímos y luego giró por un pasillo.

-Traemos de vuelta la tradición, ¿eh?- me agarró con fuerza en las piernas- La última vez que lo hicimos casi te caes, cuidado pase de nuevo en pleno cole.

-Era mala suerte mía, llevaba zapatos con ruedas- reí y lo abracé por el cuello- Ahora solo llevo los tenis que tu hermana me regaló. Son lindos.

-Fue mi decisión dártelos de ese color, ¿sabes?

-Mentiroso- reí.

-¿Vienes luego a casa?- me preguntó.

-Obvio, eres mi mejor amigo. Mi hermano, Guzmán- le planté un beso en su mejilla- Aparte, debe haber alguien que te controle de las rabietas que haces.

-¿Hago rabietas?- me preguntó ofendido- Ojalá hubiese una persona que haya visto una de tus niñerías cuando estuvimos juntos.

-¡Pero era juegos!- exclamé y reímos.

-Felicidades- llegó Nadia y la saludé- Es tu cumple, ¿no?

-Sí, gracias- contestó Guzmán- Bueno, en realidad es el que mis padres decidieron celebrar porque no sabemos muy bien el día en que nací. ¿Por qué? ¿Quién te lo ha dicho?

-Da igual- soltó.

-Lu, ¿no?- bufó y lo miré.

-¿Que si no?

-Se ha auto invitado a la fiesta de hoy. ¿Quieres que lo celebremos tú y yo solos? ¿O con ésta capulla que está en mi espalda?

-Cállate- le golpeé suavemente en la cara y reímos.

-Echo a todo el mundo de mi casa y nos quedamos ahí, ¿no creen?

-Ningún interés- sentenció la musulmana y se fue.

-Eso fue lo más vergonzoso que he visto en la historia de nuestra amistad- me burlé.

-Calla, que vamos a clase- me acomodó nuevamente en su espalda y nos fuimos.

[...]

-Vamos, sopla las velitas- le hice un puchero y apagó las velas de su pastel. Todos comenzamos a aplaudir y celebrar, pero Marina tenía que silbar.

-Bueno, bueno, bueno. ¡Por el cumpleañero!- exclamó el padre de Carla y levantamos nuestras copas- ¡Por Guzmán!

-Gracias...- soltó el rubio mientras chocábamos nuestras copas.

-Pues, yo tengo una cosita para el cumpleañero. Para ver si te gusta- levantó una bolsa negra de alta gama. Dentro de ella, Guzmán sacó una cajeta pequeña del mismo color que llevaba un reloj muy costoso dentro.

-Vaya...- me asombré.

-¿Qué? Qué mejor día que tu cumpleaños para comenzar una colección de relojes como la mía. ¿No te la he enseñado nunca?