Estáis Muertos

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Todo mi cuerpo duele, cada músculo de el es cruelmente doloroso, me levanto de la cama para volver a caer al suelo, me arrastró a mi baño el cual sólo tiene una tina y productos de limpieza, un retrete y lavamanos. Aún recuerdo como mate al enfermero número 3, tenía una botella de acondicionador llena de agua hirviendo, con mi normal sonrisa le sonrió haciendo que se confíe; me tiré sobre el dejando correr el agua en sus ojos, no se nada de él aún. Lleno la tina dejando que el dolor pase, me ducho normal preparándome para salir con unos pantalones blancos sueltos y playera igual, salgo del cuarto tranquilamente... un momento rapunzell no vino a despertarme, y no me trajo dulces.

                    — Esta todo tan silencioso.

Susurro, unos enfermeros entre ellos Corona, pasa frente a mi con una camilla con un guardia, corrieron a la sala de urgencias.

Los ignoró caminando entre los locos, ellos estaban en sus mundos de locura, mi paso no es muy distinto, sólo planeó cual puede ser mi próxima arma contra los enfermeros. Los gritos son audibles desde el lugar donde entraron con la camilla, tres enfermeros salieron corriendo al igual que mi rubia favorita, Corona me tomo del brazo arrastrándome a una habitación encerrandonos.

             — ¿Qué ocurre Corona?

Le preguntó sin tomarle importancia, estábamos en los guardarropas de los enfermeros, sonrió de oreja a oreja; busco en los nombres de los casilleros a Because.

Tomas Because hace dos días estaba alardeando con una gran cuchillo de caza, ¡bingo! Busco entre sus cosas al abrir el casillero con una patada. El filo rosa mi mano, lo tomo de la navaja sacándolo del casillero, con cuidado me acerco a Punzi que está atenta a la puerta; la tomo por detrás poniendo mi brazo en su cuello, le muestro el cuchillo para ponerlo cerca de su yugular.

                   — Bien... Punzi, tu serás mi salida de este lugar.

Le susurro seriamente. Ella no se inmutó sabe que no le aría daño, ella confía en mi y yo en ella un poco pero aún así.

                  —  Escucha Elsa... las cosas no están muy bien que digamos.

Me susurra mirando la puerta, ahora que lo pienso, no es normal que sigan los gritos.

Agudizó mi oido escuchando los gritos, el desastre, llantos y cristales rotos. Suelto a Rapunzell pensando, la miro y ella niega, por primera vez tengo miedo de abrir una puerta; siento mi aire pesado como el plomo.

Vuelvo a mirarla con seriedad.— Tu tío pitcher Arendelle, el heredo los experimentos de tus padres y su laboratorio, tú hermana Anna al negar hacerse cargo de ello.—Punzi fue la única que me creyó la historia de Elizabeth. —... hace una hora decían en directo sobre un virus el cual escapó, decían tenerlo controlado... pero creo que es la razón de los repentinos zombies.—¿qué es esto resident evil? ¿quién demonios es pitcher?—tu conoses a tu tío como pitch...— mi sonrisa apareció, esto es obra de ese moustro.

                    — ¿Qué estamos esperando Rapunzell? Vamos.

La anime, aprieto el cuchillo en mi mano, por la cerradura veo fuera de la habitación.

Todo estaba roto, sangre por doquier, personas caminando con heridas mortales, si esto es una película siempre están las chicas inofensivas esperando, entra el chico guapo a sacarlas del lugar y ahí empieza la historia romántica. Una pequeña risa sale de mis labios, mi cabello esta suelto como siempre, tomo la mano de mi acompañante quitándole una de las elásticas que tenía en ella. Sujeto mi cabello, arreglandolo en una trenza francesa rebelde, mi sádica sonrisa deja a entender muchas cosas.

                  — Elsa... es peligroso.

Me suplica Corona, la toma de la mano mirando la a los ojos.

                    — Escuchame Corona... si no salimos de aquí nos encontrarán.—la acerco a mi rostro para intimidarla, cosa que no logro.—recuerda con quien estas... te protegere mientras no me impidas salir.— ella asiente, con mi más radiante y grande sonrisa, ojos dilatados salgo rápido ignorando ese pequeño dolor en mis músculos.

Los zombies voltean a mi, estoy junto con Punzi, una escoba yace en el suelo, de una patada la tengo en mi mano se la doy a Corona, corro a un zombie clavandole el cuchillo en el cuello, lo pateo dejándolo caer al suelo, se lo entierra en la cabeza. Rapunzell esta golpeando a uno en la cabeza con el palo de la escoba, son muchos y me excita, con un don natural empiezo mi cacería de zombies, matando uno por uno, protegiendo a mi enfermera; pude abrir una catarata*. Tomandola de la mano salimos por ahí hasta los pasillos, encontrándonos con más; esto es tan divertido, matando a uno de ellos entramos a la sala de electrones, dos enfermeros estaban ahí, mi blanca vestimenta manchada en sangre lo asusto.

                   — Because, Carin.

Esos eran sus malditos apellidos, pongo mi mano frente ella para que no se hacerque.

  -están infectados-con el ex cuchillo de Because corro a el enterrandolo en su cuello, la sangre salpica a su compañero y dejando a Corona impresionada.

                  — ¡¡NO ESTAMOS INFECT ARGG!!

Le clave el cuchillo en la garganta, me incorporo tranquilamente con una dulce sonrisa mirando a mi ¿amiga?.

              — Estaremos bien...—dije alegre.—estos infectados ya estáis muertos.—dejo a mi lado más diabólico mostrarse, a carcajadas empiezo a reír estirando los brazos con el cuchillo en mis manos.— debemos salir de aquí.—asegure un ratito después.

No puedo dejar de sudar, los jadeos no sesan, estamos en la entrada principal la cual llegamos gracias a todos los que me e cargado, estaba feliz pero mi débil cuerpo ya no puede, me doy el lujo de caer de rodillas temblando por el cansancio, Rapunzell se arrodilló para asegurarse de que todo este bien. Quería llorar, la puerta de salida estaba justo en frente mío, al fin sería libre y buscaría al bastardo... Elizabeth no me deja en paz, ella quiere que él pague, me levanto con esfuerzo aproximándome a la salida; meto la llave para abrirla.

Abrí la puerta, pero, los recuerdos de Elizabeth están equivocados, ¿una linda ciudad con bellos jardines y parques? No me jodas, esto es una ciudad en ruinas con muchos muertos, muertos que aún no se dan cuenta de nosotras.

Hago una mueca de fastidio, chasqueo la lengua.

                — Estan todos muertos.

La voz de Punzi.

                — No todos... tú y yo no lo estamos, este mundo está en caos.

Un mundo en caos... y yo que creía que la que acabaría con el mundo sería yo, ladrones de sueños.
Pitch se que estas con vida... y te encontraré, después de todo siempre dije "cuando sea libre os arrependirais"

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Chan chan chan así es... zombies!!! Típicas historias de zombies... siempre quise hacer una y se me ocurrió una con Jelsa...

Catarata*: es una esprecion que encontré en la película de Barbie... da a referencia a una abertura en una multitud.

Espero que les allá gustado el capítulo... tengo que decir algo... esto se va a poner bueno.

Besitos venenosos.

Un Mundo En Caos.|Jelsa|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora