Violación II

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Hola...

Desapareci con esta historia! Bueno les publicaré este capítulo, espero les guste.



















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"Violación II"

25/04/2020

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— ¡¡Jack!! — le llame, a pesar de correr con todas mis fuerzas el iba más adelante que yo — esperame... por... favor... — decía reduciendo mi velocidad, me falta el aire.

Ya no puedo más, no emos encontrado a ninguno de los chicos, Anna y Mérida ¿seguirán siendo las mismas después de ser violadas? no quiero saberlo pero, al Jack "violarme" en la jaula no sentí nada de nada, pero, el acto sexual es muy diferente a sólo verme semi desnuda. A mis espaldas siento la presencia de alguien, un raro sentimiento se alojó en mi pecho, me volteó con los ojos bien abiertos mostrándo ese sentimiento que se llama miedo; el sujeto sonreía anchamente meto mi mano en mi cinturón sacó un cuchillo, el eleva su mano para golpearme pero rápidamente incrustó en su piel la navaja del cuchillo; rápidamente el sujeto se gira golpeandome contra un muro, me duele... mucho... la cabeza, mi vista esta nublada levantó mi mano tocando mi cabeza viéndola completamente de rojo.

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Unos molestos rechinidos llegaban a mi, parecía metal, unos llorosos y uno que otro gemido, abro los ojos esperando a que mi vista se ajuste a la luz. Mis ojos se desencajaron brutalmente al ver al bastardo moviéndose y jadeando sobre Mérida quien lloraba y cada rato soltaba un gemido, la esta violando frente mis ojos y no puedo hacer nada... mi vacía mirada volteó al otro lado donde esa chica que me abandonó estaba dormida desnuda y con la piernas abiertas.

Debemos salir de aquí... ¡¡AHORA!!

Me miro yo misma, estoy encadenada a esta cama blanca con algunas manchas, tengo mi ropa puesta y zapatos; forcejeo un poco para ver que tan fuerte son las cadenas provocando que gimiera de dolor gracias a que el metal lastimó mis muñecas. Necesito ayuda, muy molesta por la situación busco por todos lados con la mirada, puedo ver que hay dos camas más en el lugar con dos chicas más.

— Maldita sea... debo salir de aquí. — Volví a forcejear contra las cadenas volviendo a lastimarme. — ¡Aaah! — mis ojos se aguaron por el dolor.

— Que lindo gemido pequeña rubia. — abro uno de mis ojos viendo a un hombre. Este hombre era alto de piel bronceada, cabello castaño y ojos igual con un buen físico, lo fulmino con la mirada notando como el sonreía. — linda sonrisa. — esas palabras me las dijo ese idiota que me abandonó.

Jack ayúdame.

— ¡Alejate de mi, gusano! — advertí. El empezó a dar un paso a mi y mi cuerpo tembló completamente.

-¡¡¡DEJALA!!! ¡¡VEN CONMIGO!!

Volteó a Anna, mantenía levantando sus caderas y las piernas abiertas. Veo como el sujeto dejaba a Mérida tirada ahí, mi cuerpo tiembla de enojo ¡juro que los mataré a todos!

— Prefiero un coño sin sida.

Mencionó. Él me sujeto las botas y se decizo de ellas, empezó a bajar el traje que tengo acomodado en forma de calza. Se podían ver mis bragas rojas y mis blancas piernas, veía todo y cada uno de sus movimientos él camino más a mi; sujeto la remera perteneciente  a Jack la levantó mostrando los cuchillos y sacó ambos de mi cuerpo dejándome en ropa interior.

— Por favor... ¡déjala!

Escucho a Mérida, esto no les debe que haber pasado.

El castaño toco  mi rostro dándome repugnancia, tengo miedo. Bajo su mano a uno de mis pechos rápidamente me tiro a un costado para evitar que me tocara, ¿porque no puedo hablar? Si gritó su nombre seguro el me escuché.

— ¡Déjame!... Cuando salga de esto te mataré... romperle cada uno de tus huesos. — le amenace. El bastardo se empieza a quitar su ropa comenzando con lo de arriba hasta sus pantalones y ropa íntima, tenía una gran erección. — Ayúdame... — dije sin pensar, mis ojos se aguaron y a mi mente llegaron leves recuerdos de programas de violaciones. — No... j..j.. ja...¡¡¡Jack!!! — grite con todas mis fuerzas, escuchó a Anna y Mérida llorar.

El hombre subió sobre mi, aún así me sacudia para todos los lados posibles, no quería dejar que mis lágrimas cayeran sólo necesito una mano libre. Volví a gritar fuerte su nombre, él me escuchara yo lo sé, él vendrá por mi... se pondrá a mi lado y acariciara mi cabeza como siempre, y luego luego ... el recuerdo de sus labios sobre los míos, las lágrimas cayeron de mis ojos. Escuchó como el ríe, con su mano destroza mi ropa íntima, aproxima su miembro erecto a mi intimidad.

Cierro los ojos fuertemente...

Mi mente divago por esos días en los cuales estuve sola, siempre pensaba en ellos pero más en ese tonto anciano de bella sonrisa.

— Jack...

Susurre con mucho dolor.

El estruendo sonido como el de un petardo me obligó a abrir los ojos, mi abusador cayó a un costado; frente de nosotros estaba Jack con un arma en la mano, sonrió con gran alegría él vino por mí. Comezo a correr a mi sin importarle que este completamente desnuda a mi igual no me importa, de su bolsillo sacó una baligita de pequeños puntiagudos cosas, mete el fino y delgado lado en la esposa abriéndose rápidamente, mi mano fue soltada, mi otra mano igual pero lentamente ya que la tenía herida. Rápidamente me levanté a abrazarlo, aunque mis piernas estén atadas no me importó yo me aferre a sus caderas impidiendo que se aleje de mi, comencé a llorar como una niña pequeña.

— Ya llegue. — Él me alejó un poco y se arrodilló abrazandome. — estoy contigo. — sonreí de alegría, cosa que no hago hace más de 5 años.

— Gracias.

Susurre en su oído.

Continuará

Hola !!!

Se que no e actualizado hace décadas pero n pondré ninguna escusa... aunque las que les digo son ciertas.
Está vez sólo no temía ni la emoción ni inspiración para escribir, estaba aburrida de escribir y no lo hice, es más necesitaban historias nuevas...

Bueno chices espetó que les aya gustado y que comenten y votan.
Gracias

Besitos venenosos.

Un Mundo En Caos.|Jelsa|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora