No hay nada más dulce que los dulces.

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Regresé...

Con otro capítulo.

"No hay nada más dulce que los dulces"
Srta_Infernal
21/01/2021





Lanzó cuchillos por mi lado dando en sus ojos, me maldigo a mí misma por hacer tanto ruido, ahora el kiosco está lleno de ellos y al no ser tan grande no podemos movernos bien. Apretó el mango de mi hacha y con la mis sonrisa de siempre empiezo, río a carcajadas y los descabezo, abro una catarata y todos salimos, pero aún no estamos a salvo.

— Podemos escondernos en uno de esos departamentos. — grita Anna pateando a un zombie.

Kristoff sonrió. — Gran idea, ¿Cuantos crees que haigan adentro? — pregunto irónico.

— Con todos departamentos muchísimos, pero cabe la posibilidad de que estén vacíos.

Ya me harté que discutan, tomo impolso entrando rápido y matando a dos que estaban allí, ellos entran diciéndome como siempre "loca", sonrió demente y comienzo a subir las escaleras matando a los que me encuentro.

— ¡¿Donde nos metemos?!

Pregunto jadeante, en este piso no hay nada, me tiembla todo y estoy sudando siento mi cara arder. Me sobre exigi. — ¡¿Vez lo que pasa por solo comer dulces?! — Hiccup dice molesto, claro no quise comer nada más que dulce por casi una semana, me siento muy mal.

Sus reclamos se escuchan lejos, el sonido metálico escuché de repente y a todos decir mi nombre, ¿Qué está pasando? Otro grito más y todo se vuelve oscuridad. Las voces son molestas, demasiado molestas, me mantengo serena para seguir escuchando.

— Paso un tiempo desde la última vez, huimos con mi padre, madre y los demás. — es una chica. — Nos refujeamos aquí y nos abastecimos. — abro un ojos, la curiosidad me mata. — me alegra que aún vivas, Jack. — ella lo beso, él le siguió; no entiendo.

— ¡Elsa! — Anna se asoma sonriendo. — ¿te encuentras bien? — pregunta, el anciano se separa de la chica y me mira, y yo a él.

— ¡¿Qué es este lugar?! — me levanto rápido e intento tomar mis cuchillos, me an desarmado malditos bastardos. — Ja... Ja, ja, ja, ja. Denmelos. — ordeno, los presentes se asustaron por mi sosa y mi rostro psicópata, mientras los que me conocen niegan.

Les odio, con todo mi ser, me las pagarán, salgo corriendo si me e desmayado mi hacha debe estar en el pasillo, gran error. Caí directo al suelo con la vista borrosa, unos brazos me levantan y escucho.

— La llevaremos a la otra habitación...

Ya no se que hacer.

(Separador)

Volví a batir los ojos, esta vez me siento mucho mejor, me siento en mi lugar y lloro, por alguna razón lloro; unos brazos me rodean y solo puedo aferrarme a ellos. — No entiendo por qué lloro. — dije abrazando a mi plumero, me duele el pecho y las lágrimas salen sin control. — quiero mis cuchillos por favor. — suplique por primera vez.

— No puedo dártelos, Jack los tiene. — me susurra acariciando mi cabeza.

— ¿De que sirven los besos? — pregunte al fin.

Un Mundo En Caos.|Jelsa|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora