Avanzar

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Un abogado, una administradora y un enfermero, algo curioso; le sonrió a Hiccup.

                  — Me llevo muy mal con enfermeros y doctores.encionó.

             — Joder...

Se ocultó tras el canoso, una captura grandiosa, comida y mis dulces.

Volvimos al refugio llenos de comida, los niños y adultos se aproximarnos a nosotros. Empezaron a repartir comida a las personas mientras yo sólo me alejó del lugar con mis dulces y chatarra, a mi lado un tazón de metal; lo tomó y meto en la bolsa sacando el tazón lleno de dulces, lo dejó en el suelo para seguir mi camino.

               — No eres tan mala.

Veo al abogado parado con los brazos cruzados frente mi.

                  — ¿Y eso que? Son mis decisiones no tuyas, abuelo.

Hablo con aburrimiento.

                   — No soy un anciano. Mal educada, que mi cabello sea blanco no significa eso. Mi tono es natural, nací así.

Sonrió al ver su cara fastidiada, él sonido del golpe del acero nos alertó, golpes a la puerta sucesivamente.

                — Nunca tendré un descanso.

Murmuramos al mismo tiempo, nos miramos unos segundos para despues correr donde los sobrevivientes.

Cuando llegamos con ellos fue grande la sorpresa, una gran manada de zombies tumbó la puerta del refugio, estaban devorando a todos, los adultos se defendían y los niños corrían, Jack subió a esa tabla con ruedas, dando patadazos se empieza a ir a los zombies.

               — ¡Anna, Eugene!

Empecé a llamarlos con desesperación, corrientes los zombies con mi bolsa de dulces.

                  — Elsa—escucho el llamado de Anna entre tal muchedumbre, volteo a todos lados buscándola—¡Elsa!—ahí la vi, estaba completamente sola sin nadie.

Salí corriendo acercándome a ella, pasó por unas mesas cogiendo un cuchillo dejando caer mi bolsa, corro hasta Anna cortando algunas yugular. Llego donde ella  matando a los zombies cerca, dirijo mi mirada a la suya sería.

                 — ¿Donde esta Eugene?

Pregunto, mi deber era mantener a Eugene con vida por la memoria de Corona.

                    — Se lo llevaron los zombies.

Me responde llorando, un gran peso cae sobre mis hombros.

Todó empieza a moverse lento ante mi, la exquisita escena de la sangre de todos, los zombies y la muerte; todo se acabo si no puedo llegar a cumplir una meta como puedo cumplir mi venganza. A mi punto de vista llega ese hombre de cabellos blanco peleando mano a mano con los zombies, rompiendo cuellos; en mi rostro se dibuja una enorme sonrísa sádica viéndolo matar, el me venció y me trajo aquí eso no se lo perdonare.

                   — ¡¡¡Todos vallan a los autos!!! ¡¡¡Huyan!!!

Alertó ese el anciano, los sobrevivientes que podían escapar corrían a los autos.

Sujeto a Anna del brazo fuerte empezando a correr atrás del peliblanco, el voltea mirándome correr tras el con una sería expresión, los zombies se empezaron a amontonar en el frente. Sonrió sádica, suelto a Anna corriendo más rápido sobrepasando al platinado empecé a empujar y masacrar a los zombies con mi cuchillo, llamándolo en los ojos para que penetrara en el cerebro, así hasta despejar el camino para los tres.

Un Mundo En Caos.|Jelsa|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora