San Francisco [Ross Lynch] (Más que amigos #2)/ Terminada (EDITANDO)

Capítulo 10

Bajamos del avión, fuimos por nuestras maletas y tomamos un taxi para ir rumbo al hotel.
Al llegar Ross pidió la tarjeta de cada habitación pues ya estaban reservadas. Todos subimos, Ross y yo entramos a nuestra habitación y comenzamos a desempacar.

— ¿Qué te parece Alemania? — me preguntó mientras guardaba su ropa en el pequeño armario.

— No he visto mucho — reí — pero parece que es muy lindo.

— Y sí que lo es. Estaremos aquí por 3 días, espero puedas salir a ver la ciudad — me dijo con una sonrisa.

—Eso esperó también — dije y guardé mi ropa también en el armario.

—Te llevaré a pasear en cuanto pueda, lo prometo.

Estuvimos desempacando un poco, lo necesario para 3 días.
Mientras acomobada mi maquillaje en el baño recibí un mensaje, parecía ser de un número desconocido.

"Hola _____, ¿cómo estás? Espero te acuerdes de mí, soy Nick. Hace poco me enteré de tu compromiso aunque sé que ya pasó hace algunos meses, tenía mucho sin hablarte porque cambié de número y creí que era momento de retomar la comunicación. Desde ese día que te pedí tiempo me dediqué a sanar y ahora estoy mucho mejor, por eso me atreví a contactarte para felicitarte. Serás la novia más linda y te mereces ser muy feliz siempre, me alegra que hayas encontrado esa felicidad con Ross y te deseo lo mejor. Espero que también quieras retomar comunicación, me encantaría volver a ser tan inseparables como antes<3"  decía el mensaje.

Quería llorar en cuanto lo leí, Nick había vuelto. Salí del baño y me senté en la cama, quería responderle. Tenía ya poco más de un año sin hablar con él y es que quería que sanara, como él me lo pidió. 

"Nick, que gusto saber de ti otra vez. Muchas gracias por la felicitación, estoy muy bien. Actualmente me encuentro en Alemania, estoy de gira con Ross pues me invitó y decidí acompañarlo. Me alegra bastante tu mensaje, que bueno que ya estás bien y que quieras retomar nuestra amistad, sinceramente te extrañé mucho. Espero puedas ir a mi boda, sabes que estás cordialmente invitado" respondí.

Ross llegó a mi lado.

—¿Qué haces? Parecías muy concentrada viendo algo en tu celular — me preguntó.

—Nada, solo respondía un mensaje. Era Nick.

Ross se vio notablemente sorprendido al escuchar de quién era el mensaje pues sabía que él y yo ya no hablábamos.
Cuando Nick me confesó su amor y decidió alejarse yo no sé lo dije a Ross, solo le dije que había decidido alejarse de la nada pero no le expliqué que era porque él estaba enamorado de mí y le dolía vernos juntos.

Ross solo asintió y no me cuestionó nada. Yo estaba algo cansada pues había dormido muy poco en el avión así que solo seguí arreglando mis cosas y luego, sin darme cuenta, me quedé dormida.

Al despertar ya eran las 7:36 pm, había dormido solo 2 horas y me sentía mucho mejor. Se me hizo raro que las luces de la habitación estuvieran apagadas, al parecer no había nadie además de mí allí.

— ¿Ross? — dije en cuanto me di cuenta de esto para después levantarme y empezar a buscarlo por toda la habitación pero no estaba.

Me rendí, dejé de buscarlo y me recosté en la cama de nuevo. Lo llamé y me di cuenta que había dejado su teléfono cuando este comenzó a sonar a mi lado,  reí.

Después de unos 10 minutos escuché la puerta abrirse y después vi a Ross entrar.

—Oh, ya estás despierta — exclamó al verme. 

— ¿Dónde estabas? Cuando desperté no te vi, te llamé pero no respondiste y en serio me preocupaste.

—Lo siento, cariño. Salí a comprar algo para cenar, una pequeña cita exprés en el hotel. Y perdón por no responder pero olvidé mi teléfono— rió.

—¿Qué has traído para cenar?.

—Miralo por ti misma— se acercó a mí y colocó la bolsa que traía frente a mí.

Tomé la bolsa y la abrí, eran un par de hamburguesas con una orden grande de papas fritas. Tomé la hamburguesa y le di un gran bocado, Ross se sentó a mi lado  y también tomó una hamburguesa.

— ¿No estás nerviosa?  —me preguntó de repente.

—¿Nerviosa por qué? — le pregunté totalmente confundida.

— Por la boda— respondió.

— No, no quiero pensar en eso ahora, sólo quiero disfrutar de la gira— respondí y mordí una papa.

— La gira aún ni siquiera empieza— dijo.

— Pero  primero es la gira y luego la boda — respondí — Ross, no pienses en eso ahora, aún faltan unos meses— sonreí de lado.

—Tienes razón, debería  concentrarme en la gira que empieza mañana.

— Así se habla —lo abracé.

— Tú siempre me haces sentir mejor— me dijo para luego depositar un beso en mi frente.

Estos eran el tipo de momentos que más amaba de nuestra relación.