San Francisco [Ross Lynch] (Más que amigos #2)/ Terminada (EDITANDO)

Capítulo 27

Alguien llamó a la puerta, era Andrea pues estaba esperándola.

—Hola— me saludó con una sonrisa.

—Hola— Sonreí de lado.

La invité a pasar y una vez adentro ella comenzó a hablar.

—No te ves bien— comentó mirándome de pies a cabeza.

Y no lo estaba. Habían pasado tan solo 3 días de que me enteré de la nueva relación de Ross y no había estado comiendo ni durmiendo bien en esos 3 días, las bolsas debajo de mis ojos hablaban por si solas. En serio me había afectado la noticia.

— ¿Cómo quieres que esté? Mi esposo está con alguien más.

—Creí que no te importaba, después de todo fuiste tú quien le dijo que siguiera su vida y él lo hizo.

— Sé lo que dije pero no creí que lo tomaría tan en serio. Todo esto es mi maldita culpa— suspiré.

—Debes salir de aquí, no pienso dejarte sola ni un solo día más.

—No me sacarás de aquí— reí irónica.

—Lo sé, es por eso que yo me vendré para acá.

La sonrisa en mi rostro se borró al escuchar eso.

—No puedes...

—Claro que puedo. Soy tu mejor amiga desde hace años y hoy me necesitas más que nunca así que me quedaré aquí hasta que estés mejor.

No quería que ella se quedara conmigo. Amaba a Andrea pero no la quería ahora, prefería estar sola aunque la conocía y sabía que no se retractaría.

—También he llamado a Taylor.

—¿Que hiciste qué?— me alteré.

—Llamé a tu hermana, creo que necesitas a tu familia también. Ella me dijo que le diría a tu madre y que vendrían lo más pronto posible. Se lo dije ayer así que probablemente lleguen más tarde— contó.

—Andy, no era necesario que hicieras eso.

—Claro que lo era. Llevas 3 días aquí, 3 días en los que no has querido ver a nadie, no has comido ni dormido bien y te la has pasado llorando. Era muy necesario.

—Si vas a quedarte aquí deberás traer tus cosas así que será mejor que vayas por ellas— cambié de tema pues sabía que tenía razón.

— Oh, no te preocupes, sabía que tratarías de echarme para que no me quedara aquí así que le pedí a Ryland que trajera mis cosas. No debe tardar en traterlas— una sonrisa victoriosa se formó en su rostro.

Ya no había manera de hacer que ella se fuera, se quedaría aquí sin importar que hiciera.

—Sé que no quieres que esté aquí pero es necesario. No puedes seguir así, necesitas compañía— mordió su labio inferior.

Antes de que pudiera responder algo llamaron a la puerta, me levanté a abrirla.

—Hola Taylor— dije sin ánimos al verla.

—Andrea tenía razón al decir que no te veías nada bien— examinó mi deteriorado rostro.

Ella entró y cerré la puerta detrás de ella.

— ¿Y mamá?—le pregunté una vez adentro.

—No pudo venir pero yo sí. Necesitaba verte, me preocupé cuando Andrea llamó diciendo que no estabas bien. Jamás creí que tu ruptura con Ross te afectaría tanto.

—¿Cómo no iba a afectarme? Ross me engañó— bufé, empezaba a alterarme.

—_______, cálmate. Él no te engañó— me dijo Andrea.