Me levanto con el sonido alto de música, me remuevo en la cama y después de unos segundos me levanto.
Me quedo mirando a la pared intentando saber que música esta sonando y cuando lo consigo sonrío.
Si hay una persona que ama la Navidad esa es Caleb, creo que de la familia era al que mas ilusión le solía hacer esta fecha, y básicamente su entusiasmo nos lo terminaba transmitiendo a los demás miembros y gracias a él las Navidades siempre fueron geniales.
Bajo las escaleras con el sonido de los villancicos de fondo y me lo encuentro bailando y cantando en la cocina, con un pijama gordo y calentito como el mío.
-Buenos días-le saludo llamando su atención y cuando se gira veo una enorme sonrisa en su rostro.
-Enana, hoy me he propuesto hacer el desayuno-me informa y yo alzo una ceja en respuesta.
-¿Tú? ¿Dónde esta la cámara?-pregunto mirando a mi alrededor.
-Lo digo enserio, mira-me dice enseñándome un plato repleto de tortitas.
-Vaya, tienen buen aspecto-respondo sorprendida.
Me siento en una silla a su lado y él pone el plato frente a mi, es entonces cuando me llevo el primer trozo a la boca.
-Están riquísimas-exclamo asombrada y él me mira orgulloso-es el milagro de la Navidad-añado recibiendo de su parte un suave golpe en el brazo.
-Casi se me olvida, la abuela ha dicho que vayamos después de desayunar a su casa y estemos todo el día allí, ya la conoces.
-Ya lo suponía, ¿has avisado a Axel?-pregunto a lo que él asiente en respuesta.
Termino de desayunar y subo a mi habitación para cambiarme de ropa.
Aún así me pongo algo cómodo, un pantalón de chándal y una sudadera, en una bolsa meto un vestido y en otra unos zapatos por si luego me da por arreglarme.
Unos segundos después bajo de nuevo con las bolsas en mis manos y salgo al exterior para meter estas en el coche.
-Buenos días-me asusto y pego un pequeño salto en mi lugar al escuchar la voz detrás de mí, pero luego me calmo pues sé de quien se trata.
-Buenos días-respondo girándome y colgándome del cuello de Axel para seguidamente fundirnos en un beso un poco intenso.
-¡Que asco! Aparta tus golosas manos de mi hermana-se queja Caleb empujando levemente a Axel y consiguiendo que nos separemos-vale que acepte que sois novios pero no tengo que ver como le metes la lengua hasta la garganta a mi pequeña-le reprocha a Axel mientras que me atrae a él y acaricia mi cabeza.
-Caleb no soy un perro-le digo apartando mi cabeza y provocando una leve risa por parte de Axel.
-Seguro que si él lo hace no te quejas-dice señalando a Axel.
De esta manera finalmente entramos al coche, yo en el asiento de atrás, Caleb en el del piloto y Axel en el copiloto.
-¿Crees que la abuela habrá hecho galletas con pepitas de chocolate?-le pregunto emocionada a Caleb.
Caleb es un apasionado de la Navidad y yo lo soy de las galletas que hace mi abuela siempre en estas fechas, cada vez que veníamos me comía un plato yo sola bajo los reproches y regaños de mi abuela por ser tan glotona.
-Probablemente, pero intenta controlarte este año-me dice con tono burlón.
-Eso no pasara-le aseguro puesto que pese a que dijera lo contrario estaría mintiendo.
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Simplemente eres tú
Lãng mạn-¿Por qué te gusto?-pregunta curioso. -¿Por qué te gusto yo?-planteo su misma pregunta. -No sé, me gusta todo de ti, porque eres tú. -Pues ya sabes mi respuesta, porque simplemente eres tú-digo para luego juntar sus labios con los míos en un dulce b...