Simplemente eres tú

Capitulo 4

Cómo suponía no tardamos mucho en llegar, el lugar es probablemente el más bonito que he visto.

Lo descubrí una vez que salí a correr (la primera y última) y no sé cómo llegar a este lugar, me sorprendió bastante que estuviera completamente vacío, incluso pensé que solo fue casualidad, pero al ir día tras día y ver como éste estaba solo supuse que nadie sabía de él.

Lo cual me pareció un poco triste, un lugar tan bonito como aquel quizá no fue descubierto hasta mi llegada.

Oli mira el lugar boquiabierta y con los ojos abiertos de par en par.

-Es precioso-dice mirando a su alrededor aún sorprendida.

Quizá para otras personas era un lugar simple y sencillo pero no lo era para nosotras, nunca habíamos visto algo así.

El lugar estaba repleto de una hierba verde, árboles que te proporcionarían un muy buen refugio en tiempo de lluvia o una gran sombra en verano.

Pero lo más maravilloso del lugar era el río de aguas cristalinas, en el que, sin necesidad de esfuerzo podias ver perfectamente algún que otro pez nadando entre las pequeñas piedras.

-¿Empezamos?-pregunto luego de admirar el lugar por unos minutos.

Dos horas después recogemos todo y nos sentamos en uno de los grandes árboles.

-¿Cómo descubriste esto?-pregunta Oli apoyando su espalda en tronco del árbol.

-¿Recuerdas aquel día que me dio por salir a correr?-ella asiente riendo ya que ese mismo día llegué a su casa implorando un vaso de agua-llegue hasta aquí y desde ese día no he dejado de venir, se ha convertido en el segundo refugio de ayuda para lo malo.

-Me sorprende que hayas sustituido tu anterior lugar-dice riendo.

-No lo he sustituido este me pilla más cerca de casa, pero en alguno de mis peores momentos siempre iré al primero que tuve y que me sirvió de ayuda.

-¿Sabe ya Caleb de la boda de Peyton?

-Peyton prefiere decírselo ella misma, y lo entiendo al fin y al cabo es ella quien se casa, además viene el mes que viene y sabiendo como es Caleb lo más seguro sería decírselo en persona.

Ambas reímos y nos levantamos después de un rato.

Me despido de Oli y sigo con mi camino hasta casa.

Abro la puerta y escucho más de una voz en el interior.

-¡Ya he llegado Caleb!-grito cerrando la puerta con el pie y entrando definitivamente.

Las voces provienen de el salón por lo cual me encaminó hacia él ya que a lo mejor se tratan de mis padres.

Entró en él y lo primero que veo es a mi hermano que está frente a un chica rubia y un chico moreno que me dan la espalda.

A la derecha en una de las sillas se encuentra sentado Axel que mira entretenido su móvil.

-Hola-saludo a todos los presentes intentando llamar su atención.

Axel levanta la mirada de su teléfono y mueve la cabeza en señal de saludo con una débil sonrisa.

Los dos chicos situados frente a Caleb se giran y por la sorpresa todo aquello que llevaba en mis manos cae al suelo, por suerte mi cámara está colgado de mi cuello.

-¡Peyton!-grito su nombre emocionada y corro hasta ella para fundirme en un fuerte abrazo.

-Como has crecido pequeña-dice mirándome.