CAPÍTULO 43

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Me encuentro en el atelier de Giviani, el diseñador del vestido de Lauren. Alexander, mi hermano mayor, ha decidido distanciarse de casa y adelantar la boda, lo cual me tiene un poco desconcertada. Sé que la situación en la casa ha sido difícil para todos, pero creo que deberíamos intentar mantenernos unidos y apoyarnos mutuamente. No entiendo por qué ha decidido alejarse de nosotros en lugar de buscar soluciones.

En este momento, Lauren no puede evitar sentirse emocionada al ver el hermoso vestido que Giviani le muestra. Su rostro se ilumina con una sonrisa mientras agradece al diseñador por todos los detalles que ha tenido en cuenta.

Yo, aunque intentó sonreír falsamente, en realidad solo quiero irme de aquí. Últimamente, me siento molesta y frustrada. Shawn, se ha ido de viaje a Estados Unidos sin siquiera intentar arreglar las cosas entre nosotros antes de partir. Eso me hace sentir que no le intereso en absoluto.

Aburrida y desanimada, decido levantarme del sillón y excusarme para irme. Agarré mi bolso y lo colgué en mi hombro despidiéndome de todas. Sin esperar respuesta alguna, me dirigí hacia la salida.

Sin embargo, antes de salir del local, escuché la voz de Lauren preguntándome. —¿Ya te vas?

Es la primera vez que voltea a verme desde que llegamos al atelier.

Me excuse nuevamente y me despedí de todas, asegurándoles que lucen hermosas.

Una vez fuera del espacioso local, camine con los guardaespaldas hasta el estacionamiento.

Al llegar a casa, decidí dirigirme directamente a mi habitación, ignorando por completo a mi padre que se encuentra hablando con Julie en la sala.

Decidida a evadir cualquier confrontación o discusión, subí rápidamente las escaleras. En ese momento, cruce con un chico que lleva una lata de pintura blanca en la mano y Mackenzie siguiéndolo de cerca. Aunque no intercambiamos palabras, pude sentir la tensión en el ambiente mientras continuo el camino hacia mi habitación.

Abro la puerta de mi habitación y me encuentro con una escena inesperada. Shawn está tumbado en mi cama, hablando por teléfono mientras acaricia a Max, nuestro perro. Al verme, sus ojos recorren mi cuerpo de arriba a abajo y frunce el ceño al notar mi falda.

Sus palabras se interrumpen abruptamente al cortar la llamada.

Me dirijo hacia mi armario para dejar mi abrigo, pero puedo sentir sus pasos acercándose detrás de mí.

Cuando volte sin previo aviso, señala directamente hacia mi falda y pregunta con un tono de desaprobación. — ¿Fuiste así a la universidad?

Asiento levemente con la cabeza, mirando mi falda y luego a él.

Sin embargo, no puedo evitar notar que se ha cortado el cabello desde la última vez que nos vimos. Su cambio de apariencia solo aumenta la tensión en el ambiente.

—No quiero verte utilizando falda.

Ignoro su comentario y decido dirigirme a mi habitación para evitar cualquier confrontación innecesaria.

Pero él no parece dispuesto a dejarlo pasar tan fácilmente. Me sigue hasta la habitación y pregunta con insistencia. — ¿Y ahora qué tienes?

Sus palabras me irritan y siento cómo una oleada de frustración recorre todo mi cuerpo. No puedo creer que Shawn esté tratando de hablar conmigo después de todo lo que ha pasado. Me siento en la silla de mi escritorio y enciendo mi laptop, tratando de ignorarlo, pero él no se da por vencido.

Agarra mi silla giratoria y me da vuelta. Su mirada desafiante me hace hervir por dentro. —Te estoy hablando, Caroline. —dice con voz firme.

Sin pensarlo dos veces, levanto mi mano y le doy una fuerte cachetada a Shawn. El sonido del golpe resuena en el aire y él se queda en silencio, sorprendido por mi reacción. Mi mano duele, pero igual la aprieto con fuerza mientras me levanto de la silla.

MATRIMONIO POR CONTRATODonde viven las historias. Descúbrelo ahora