IV

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Ya llevaban más de medio día caminando, o en el caso de Jaskier cabalgando; no había ni rastro de Yennefer y a pesar de que en ocasiones lograba oler su aroma de forma muy nítida, había otras en las que simplemente le perdía el rastro. Lilas y grosellas, una combinación dulce y ácida, ese tipo de aromas le gustaban mucho. Y Jaskier tenía uno similar.
Jaskier tenía un aroma como a limón y narciso, una combinación muy fresca a decir verdad, para nada hastiante, y de hecho lo relajaba un poco a diferencia del aroma de Yennefer que era fuerte, lo atraía y lo hacía sacar su lado más pasional. Todo lo contrario con el bardo, que con todo y su capacidad de sacarlo a veces de sus casillas, lograba mantenerlo tranquilo.

¿Y por qué estaba pensando todo eso?, muy simple, por que en esos momentos el bardo había ido con sardinilla a un pueblo cercano (él se había quedado en un bosque para no alarmar a los lugareños), a probar suerte cantando a ver si conseguía algo de dinero en las tabernas o en la calle.
El tiempo de soledad siempre le venía bien para pensar, no sólo en Jaskier y Yennefer, si no también en la forma de terminar con todo eso, debía ser lo antes posible, quería ir a buscar al niño. Si fuera por él iría en ese mismo instante, pero como Jaskier le había dicho en la mañana, quizá no sería lo más prudente dadas sus circunstancias.
Movió su cola de un lado a otro de forma relajada mientras escuchaba a los demás animales del bosque, quizá lo mejor sería levantarse y buscar algo de comer. Así evitaría sentir hambre cuando Jaskier estuviera tan cerca.

°°°

Había atraído a más gente de la que esperaba cuando se puso a cantar en el pueblo, recibiendo varias monedas a causa de sus interpretaciones, todas sobre él y Geralt en aventuras, por alguna extraña razón no se sentía tan triste y abandonado. Sus letras no presentaban ese aburrimiento y melancolía que había experimentado en los últimos meses, quizá no fueran tan alegres como antes, pero al menos estaba ganando unas cuantas monedas para poder comer algo que no hubiera cortado el mismo con sus propias manos.

Sonrió mientras coqueteaba con un par de chicas mientras cantaba, a veces solía funcionar y ganaba unas cuantas monedas más. Sin embargo también podría llegar meterse en problemas con ello; no le importaría tanto normalmente, pero sin Geralt cerca para fungir de guardaespaldas seguramente no era lo más inteligente.

Pero debía comer.

-The witcher put a spell on her -comenzó a cantar su siguiente canción, en realidad aún no la tenía terminada, pero suponía a la gente le gustaría, ya estaban bastante animados después de todo.

-Mira a ese idiota -dijeron un par de hombres, quizá un poco más altos que Jaskier, quienes observaban desde el pequeño tumulto formado al rededor del bardo.

-Mira esto -uno de ellos se agachó y tomo una piedra de buen tamaño antes de lanzarla hacia Jaskier.

La piedra consiguió darle justo en la frente, provocando que dejara de cantar y además de eso retrocediera adolorido, tocó su frente y observó su mano, sangre. Miró hacia la multitud y vio a los dos hombres adelantarse, sabía lo que significaba así que comenzó a retroceder antes de salir corriendo de aquella multitud, sabía que quizá iban por él a causa del coqueteo hacia las chicas, y no estaba dispuesto a arriesgar su vida por ello, menos con Geralt lejos de él.
Corrió entre los callejones de las casas y entre la gente, pero pronto lograron alcanzarlo, tirando se su ropa para atraerlo, terminando así en el suelo por un golpe en el rostro.

-¡Ahg!,maldición -gruño adolorido mientras se limpiaba la sangre de la nariz.

-¿Creías que te podías pasar de listo y que nadie te iba a dar una lección bardo? -dijo uno de ellos, tenía bastante barba y una cicatriz en la nariz, además de ser bastante musculoso, no tanto como Geralt, pero parecido.

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