Wolf Of Rivia

V

¿Por qué siempre que despertaba ya no estaba ahí?, no es como si se preocupara mucho realmente, no por Geralt al menos. Pero siempre estaba latente el temor de que fuera a abandonarlo para irse en búsqueda de Yennefer, después de todo el día anterior no había sido muy fructífero y todo por su culpa.
Suspiro y observó al rededor, del fuego tan solo quedaban las brazas y las cenizas, movió un poco a ver si quedaba algún tronco encendido, sin embargo al ver que no se levantó del suelo.

—¿No viste hacia dónde se fue? —Ire preguntó a Sardinilla quién parecía no tener mucho de haber despertado.

Escucho al animal bufar, a veces sentía que la yegua era incluso más conversadora que Geralt. Miró hacia arriba y en eso recordó parte de la noche de ayer, los golpes habían logrado que algunas cosas quedarán borrosas, como por ejemplo como había llegado ahí sin caerse de Sardinilla, es más, ni siquiera recordaba como había encontrado a Sardinilla. Lo que sí recordaba era a él gritándole al lobo albino y después a él cantando la canción que le había compuesto a Geralt y que se había prometido jamás cantar en la vida.
Genial, ahora Geralt lo sabía, sabía que esa canción era para él, no lo creía tan tonto como para no darse cuenta. Ahora era aún más patético de lo que había pensado.

Estaba pensando en eso cuando sintió un pequeño empujón en la espalda, miró hacia atrás y se topo con él hocico de Geralt. Suspiro y acercó su mano a lo que recibió un pequeño gruñido, lo que supuso significaba que no quería que lo tocara, así que alejo su mano un tanto nervioso.

—¿Dónde estabas? —preguntó sin mucho ánimo, no sabía cómo debía comportarse con él y mucho menos como se sentía Geralt con todo lo que había pasado ayer, seguro estaba molesto.

Geralt miró al bardo y soltó un pequeño bufido, sabía que no debió haber gruñido cuando el menor le acercó la mano, pero lo había hecho por acto reflejo. Miró al menor y en eso tiro un poco de su ropa con su hocico para llamar su atención, cosa que funcionó.

—¿Qué pasa? —preguntó Jaskier mientras sentía más de esos tirones, que no eran muy agresivos.

Geralt vio al bardo he hizo pequeños sonidos mientras veía a Jaskier a los ojos, indicándole que lo siguiera con estas señales, las cuales pareció captar, ya que cuando comenzó a caminar el bardo lo iba siguiendo de cerca.
Lo seguía notando decaído, entendía por qué, ayer se había sincerado con él y suponía que no debía ser fácil decir ese tipo de cosas y mucho menos en una canción.

—¿A dónde vamos? —preguntó Jaskier mientras seguía a Geralt a lo que este solo le contestó con un pequeño sonido.

Caminaron por un par de minutos antes de que Jaskier se diera cuenta de que escuchaba el sonido de un río el cual empezaba a hacerse cada vez más y más fuerte. Pronto llegaron a la orilla de ese río, el cual estaba bastante calmado, no había llovido en un par de días así que no estaba tan profundo.
Volvió a sentir un tirón por parte de Geralt y está vez lo observó meterse al río y comenzar a lavarse con ayuda del agua.

—Me trajiste a que me diera un baño... ¿En serio? —dijo un tanto divertido antes de suspirar— bueno seguro el olor a sangre no es la mejor opción para ti, ni para viajar.

Jaskier suspiro y se quito su camisa y los pantalones, actualmente esa era la única ropa que tenía disponible, suspiro y se estiro un poco antes de notar la mirada de Geralt sobre él, eso lo hizo avergonzar y desviar la mirada.

—Ya te dije que no me veas así—dijo con cierta pena en la voz antes de entrar en el lago, aproximándose a la parte  profunda del río, aunque claro, este lograba apenas que el agua le llegara a la cintura.

Geralt observó como el menor comenzaba a lavarse el cuerpo, intentaba no observarlo demasiado, pero no podía evitarlo, hace apenas un día la piel de Jaskier era tan blanca como la nieve en invierno, pura y seguramente suave; ahora tan solo se veían moretones, morados verdes y amarillos debido a todos los golpes que había recibido el día anterior. Ahora su piel estaba toda magullada. De verdad quería matarlos, gruño y en eso vio a Jaskier hundirse en el agua para lavarse el cabello.
Se acercó y apenas esté salió se dio un buen susto al verlo de frente, si hubiera estado en su forma humana quizá le hubiera dedicado una sonrisa burlona.