Capítulo 19

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Meses después 

Las cosas han marchado bastante bien estos meses; de hecho ya éramos pololos oficiales. Yo seguía trabajando en la clínica y el Erick jugando en su club y su desempeño ha sido incluso más alto al de antes de la lesión.

—Amor, la temporada termina la próxima semana y estaba pensando en irnos de vacaciones—Me comentó mientras guardaba las últimas cosas en su bolso.

—Sería genial, ¿que tienes pensado?.

—Irnos a Punta Cana con mi familia para que así los conozcas.

—Ya, veré todo para hacer encajar mis vacaciones del trabajo.

—Ya amor en eso quedamos—Se acercó y me besó—Me voy a entrenar, cuídate y estamos hablando. Vuelvo a la tarde.

Él se fue al entrenamiento antes del partido y yo me quedé sola en casa. Como no hacía frío me duché y me cambié de ropa para ir al centro de la ciudad a comprar algunas cosas que hacían falta en la casa. Caminaba por el centro comercial cuando de pronto escuché mi nombre.

—Mayte, ¿como estás?—Era el Camilo quién se acercaba a mi lado.

—Hola Cami—Nos saludamos—Todo bien, ¿y tú?.

—Todo bien igual. Que linda estás—Me sonrió y yo solo le devolví la sonrisa—Mayte después de lo que pasó en la disco la vez pasada quiero que sepas que no te puedo sacar de mi cabeza.

—Camilo yo...—Me interrumpió.

—Lo siento Mayte pero es la verdad, tú me gustas.

—Yo lo siento por lo que casi pasó esa vez, estábamos pasados de copas.

—No estábamos tan curados Mayte—Me miró cabizbajo—Si no hubiese aparecido ese hueón las cosas serían distintas.

—No Camilo, aunque el Erick no hubiese aparecido no sería todo distinto. Eres guapo y todo pero no hubiese escalado a otra cosa—Lo corté.

—Mayte esos hueones como el Erick son pura facha.

—¿Como lo sabes?.

—Es obvio po Mayte si esos hueones creen que tienen a todas las mujeres a sus pies. No seas tonta.

—Oye Camilo en buena te lo digo, eso es asunto mío. Tú no conoces al Erick y nosotros nunca fuimos nada así que buena onda no más.

—Yo me la puedo jugar—Lo miré sorprendida.

—No te atrevas ni pierdas tu tiempo, no me interesa. Ya yo me voy, que estés bien.

Me di la vuelta y caminé hacia el estacionamiento del lugar, nunca pasó nada y de repente sale con esas cosas. Subí al auto y me fui a casa pero antes me detuve fuera del departamento que compartía con la Javi y toqué la puerta.

—¡Mayte!—Me saludó sorprendida—Pasa amiga.

—Si yo no vengo tú no me vas a ver—Le reproché.

—Lo siento amiga pero he tenido mucho trabajo. ¿Quieres tomar algo?.

—No amiga—Nos sentamos en el sofá—Hueona me encontré al Camilo en el Mall.

—¿Al Camilo?, y que te dijo.

—Amiga me dijo que le gustaba y blablabla.

—Con suerte te vió dos veces—Rodó sus ojos—¿Y que más te dijo?.

—Que si el Erick no hubiese aparecido esa vez según él las cosas entre los dos serían distintas—Rió sarcásticamente.

—Ya, ¿que onda?. Ni que hubiesen tenido algo si se vieron un par de veces y ni el whatsApp se pasaron.

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