Capítulo 32

1.2K 47 0
                                    

3 semanas después

Todo continuaba mal, seguía trabajando sin parar, no habían noticias sobre hasta cuando seguiría así y para rematar todo eso las cosas con el Erick iban de mal en peor y todos los días había una nueva pelea y eso que casi no nos veíamos. 

—Hija, ¿como estás?—Tuve 5 minutos de tiempo libre y quise llamar a mi mamá.

—Hola, mamá. Todo mal, ya sabes—Suspiré.

—Mayte, ya no puedes seguir así. Mira todo lo que está trayendo consigo esto del trabajo, casi no tienes tiempo para nada.

—Si sé, pero ¿que puedo hacer?. Mamá no se que hacer—Me rompí. Llevaba semanas en lo mismo y ya me sentía agobiada.

—Hija, si ves que todo se te está saliendo de las manos mejor que renuncies. Por un lado el Erick sostiene la casa por lo que de eso no te tienes que preocupar tú y no quiero que te enfermes, Mayte.

—Yo creo que ya lo estoy, no hay día que no tenga jaqueca además hace días me estoy sintiendo muy mareada y tengo dolor abdominal.

—Mayte, ¿no estarás embarazada?—Yo callé por unos minutos. Ni siquiera recordaba cuando fue la última vez que me llegó el período.

—Mamá, no creo. 

—Mejor hazte un test o algo, imagínate estés embarazada ahora con todo el estrés que tienes. 

—Te prometo que me haré exámenes cuando tenga un poco de tiempo.

—Está bien, y avísame cualquier cosa. Te dejo para irme a trabajar, te amo hija y cuídate mucho, ¿si?.

—Sí, tranquila. Que te vaya bien, estamos hablando—Cortamos.

Estar embarazada sería lo último que me falta. Si bien no recordaba cuando había sido la última vez de mi período si sabía que éste se puede retrasar hasta en meses cuando existe mucho estrés, por lo que eso debe ser lo que me está pasando. 

Seguí atendiendo durante todo el día y como a las 22:15 me fui a mi casa. Tenía tanto dolor de cabeza y veía que mis ojos estaban un poco hinchados debido a lo mismo, así que al llegar lo primero que hice fue tomarme una pastilla para el dolor pero no quise comer nada porque me había vuelto el dolor estomacal que llegaba a un punto en el que no podía conseguir estar de pie así que me fui a estirar al sofá a esperar que se me pasara un poco.

—Mayte, ¿te sientes bien?—Me preguntó el Erick.

—Sí, solo me duele la cabeza y el estómago.

—Estás muy pálida—Me tomó del mentón y me miró más de cerca.

—Es por la jaqueca, no te preocupes. Mejor ve a dormir, debes estar cansado.

—Vamos a dormir, mejor—Me tomó de la mano y me levantó despacio del sofá. Mi dolor impidió que diera un paso por lo que me cargó hasta la pieza—¿No quieres que te lleve al Hospital?.

—No, si se me pasará.

Al final nos acostamos y me quedé dormida a pesar de los dolores punzantes tanto en la cabeza como en el estómago.

Al otro día me fui de la casa antes que el Erick, quería ver si alcanzaba a verme con un doctor para que me diera una orden y poder realizarme exámenes y ver que está mal conmigo, pero para mi desgracia no pude hacerlo. A penas llegué me esperaban 2 pacientes nuevos, así que solo me puse a trabajar.

Eres lo que necesito.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora