DOS - SUNRISE

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Parece que hay más interés en los atardeceres que en los amaneceres.

Tal vez porque por naturaleza le tememos a la oscuridad.

- Richelle E. Goodrich

DOS – SUNRISE

A la mañana siguiente, el sol salió temprano.

Cautelosamente abrí mis persianas.

Las de él estaban cerradas.

Mordí mi labio. Nunca había esperado algo en la mañana. Había visto más amaneceres que la mayoría.

Me hubiera gustado que estuvieran abiertas.

Sus persianas, como casi todo fuera de mi ventana, estaba perfectamente inmóvil. Se sentía extraño. Solo había pasado un dia, pero necesitaba que sus persianas estén abiertas.

Era incomodo con ellas cerradas.

Me aleje de la ventana y camine hacia la cocina. No tenía que sentarme y esperar por el extraño a que abriera sus persianas.

Pero probablemente lo haría.

Me prepare una humeante taza de café. La niebla translucida se arremolinaba fuera del líquido oscuro de la bebida. Tomé un sorbo vacilante, con cuidado de no quemarme.

Generalmente esperaba en la cocina para saludar a mis padres en su camino al trabajo. Pero hoy tenía algo que hacer.

Si mi vecino era realmente como yo, abriría sus persianas muy pronto.

Regrese a mi cuarto, el fuerte olor a café era estimulante.

Baje mi taza, y en el siguiente respiro, sus persianas se abrieron.

Ojos azules mirándome a través de las ranuras.

Tome otro sorbo de mi café.

Mantuvimos el contacto visual por unos largos cinco minutos.

Hola.

Vi sus labios moldearse con esa palabra.

Sobresaltada, respondí.

Hola.

Sin sonido. No dije nada en voz alta. Asumí que él tampoco lo hizo. Para una persona ciega, el silencio de la mañana habría permanecido perfectamente intacto.

Pero algo cambió.

El chico tiro sus persianas hacia arriba, y el sol lentamente se fue deslizando, iluminando su cara. Se veía diferente en la luz. Su cabello rubio brillaba.

Elevó una ceja.

Escuela?

Asentí lentamente.

Sí.

El asintió de vuelta.

Año?

Fruncí el ceño.

Once.

Otro asentimiento.

Doce.

Mordió su labio y articuló otra palabra.

Nombre?

Mordí el interior de mi mejilla.

Natalie.

El asintió.

Lindo.

Podía sentir como me ruborizaba. Nadie me había dicho algo así sobre mi nombre antes. O a mí. O algo sobre mí.

El tuyo?

Él consideró la idea de decírmelo.

Luke.

Me las arregle para darle una media sonrisa.

Lindo.

El sonrió.

Muy divertido.

Quería abrir la ventana y poder gritarle.

Gracias.

Luke sonrió aun más, y se corrió de la ventana.

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 Todos los creditos a la autora original: hannahhhj. Yo solo lo traduzco.

Insomniacs [l.r.h.] [traducida]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora