Capítulo 5.

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Todo había pasado demasiado rápido. La chica había abierto los ojos pero se desmayó luego de decir el nombre de Thomas. Ninguno entendía, ni siquiera el nombrado. Alby la alzó y con la ayuda de los demás la sacaron. El líder la tomó por los brazos para poder llevarla con los doctores pero la joven se fue de sus brazos y le arrebató el cuchillo a Winston.

-¿Quiénes son ustedes?

-Tranquila.

 Los apuntaba a todos por igual pero no se percató de que quedó en el medio de un círculo. Gally levantó una madera que había utilizado en el trabajo y le dio un golpe en seco en la nuca, desmayandola.

-Gally…

-Callate y llevala a la cabaña -responde serio viendo a la chica con algo de rencor.

-Yo la llevo -dice Newt consiguiendo todas las miradas.

-Viejo…

-Yo la llevo -repite con seguridad- Thomas ven conmigo, nadie te revisó luego de lo de Ben.

  No dijeron nada, prefirieron dejarlo así. Newt tomó las piernas de la chica y Thomas la sostuvo por sus brazos para así poder llevarla con Clint.

  Una vez dentro del lugar dejaron a la chica en la camilla y revisaron a Thomas. Todo estaba en orden. Luego vieron a la chica y se aseguraron de que estuviera bien.

-Quizás alguien deba quedarse, Newt. Ya sabes, por si despierta.

-Nosotros lo haremos. Thomas aún está conmovido por lo que sucedió con Ben ayer y yo… no trabajaré hoy.

  Thomas no entendia por que todo cambiaba ahora, parecían más comprensibles con Newt por alguna razón.

-Esta bien. Avísame si necesitas algo.

  Esperaron a que los docs se fueran del lugar para poder sentarse al frente de la camilla en la que la chica yacía. El silencio reinaba y ni siquiera eran las nueve de la mañana, sería un día largo.

 Luego de varios minutos en eterno silencio, Thomas decidio hablar.

-Es raro, ¿no lo crees? Que llegue una chica siendo todos hombres.

-Ella no es la primer chica en llegar al Área -responde Newt luego de unos segundos, mirándola.

-¿Cómo?

  La mirada de Newt seguía clavada en la chica, o en lo que veía de ella porque estaban sentados del lado de sus pies. Cuando tomó la decisión de dejar de observarla volteo su rostro a Thomas. Lo miraba con el ceño levemente fruncido y una pequeña sonrisa en sus labio, como si estuviese intrigado por lo que iba a decir.

-Querías saber qué me sucedió en la pierna, ¿verdad Tommy?

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