Capítulo 17.

15 2 2
                                    

-Las cosas están cambiando. Es imposible negarlo. Picaron a Ben a plena luz del día y luego a Alby. Y ahora el novato decidió entrar al laberinto, algo que está totalmente prohibido.

Todos los habitantes estaban en la sala de junta del Área, debatiendo qué hacer con Thomas.

-Yo creo -continuó Gally- que por la violación a nuestra regla debe ser castigado.

Varios protestaron y otros estuvieron de acuerdo. Gally tenía razón, las cosas estaban cambiando, pero cuándo no lo hacían. Minho obtuvo la palabra, al haber la noche con él.

-Yo creo que en todo el tiempo que llevamos aquí nunca nadie se arriesgó a entrar al laberinto impulsivamente para salvar a otro. Cuando di media vuelta y corrí este Shank se quedó a ayudar a Alby. Miren, no sé si sea valiente o estúpido, pero necesitamos más de eso. Yo digo que lo hagamos corredor.

Los gritos se hicieron presente, nadie podía entender a nadie porque todos hablaban por encima del otro. El único que se escuchaba bien era el pequeño Chuck quien repetía constantemente ‘Thomas… Thomas… Thomas’ hasta que su voz se apagó.

-¡Si quieren hacerle un desfile al novato, está bien! ¡Haganlo! ¡Pero si algo sé sobre el laberinto…!

-¡CHICOS! -Clint gritó interrumpiendo a Gally y ganando la atención de todos- la novata despertó, y necesito ayuda.

...

Ollas, tablas, camperas, manos y brazos eran lo único que los protegía de los ataques de la chica. Desde la torre les tiraba cosas a los chicos, quienes ni siquiera sabían cómo las conseguía.

-¡Déjenme sola.

-¡Hey! ¡Queremos ayudar! Yo… ¡Soy Thomas!

-¿Alby te dejó pasar la noche aquí?

Newt y Larissa se habían detenido frente a la puerta de la habitación de la joven ya que era la hora de dormir.

-No me importa que diga Alby, Iss, me quedaré contigo. Siempre.

Ambos entraron al cuarto, se miraban, se sonreían, aquella complicidad estaba presente esa noche más que en otras. Se dirigieron a la cama y cada uno se ocupó de lo suyo. Las zapatillas quedaron fuera de plano y Newt se quitó varias prendas, quedando solo con sus pantalones y una musculosa blanca. Larissa tomó la remera del corredor que dejó sobre la cama y sonrió.

-Date la vuelta -susurró. No había necesidad de elevar la voz.

Newt obedeció y le dió la espalda, aunque su sonrisa con su labio inferior entre sus dientes demostraba que quería girarse, verla y contemplarla en todo momento.
Mientras tanto Iss se quitó todas las prendas que cubrían la parte superior de su cuerpo y se puso la remera de su chico. Se subió a la cama y comenzó a gatear hasta rodear a Newt con sus brazos. Este se quedó parado de pie a la cama, dejándose abrazar y sintiendo como su chica apoyaba su cabeza contra su hombro.

-No voy a mentirte Newt. Tuve muchísimo miedo allí dentro.

Cada vez se aferraba más a él, temiendo que desapareciera. Newt por su parte se dió la vuelta, sin romper el abrazo y tomó su rostro con extrema delicadeza.

-Escuchame, nunca, jamás volverás a entrar allí, ¿oíste? Ni siquiera conmigo. Creí… Creí que te perdería Iss, no puedo perderte.

-Lo siento. Siempre me dijiste que no y yo no lo tome en cuenta.

Las manos de Newt acariciaban su rostro y cabello mientras su ceño estaba fruncido y negaba con la cabeza.

-Eso ya pasó. Lo que importa ahora es que estás aquí, entre nosotros, sana y salva. Los docs te revisaron, demasiado bien para mi gusto y no notaron nada raro.

Maze runnerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora