Capítulo 5 - Καλή τύχη (Kalí týchi/ Suerte).

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- No sé cómo puedes estar aquí después de todo lo que ha pasado –dijo Aphrodísios, recostado en su cama, con sus fuerzas mermadas.

- Entiendo sus dudas, lo importante es el presente, no debe preocuparse por lo que le hizo a mi hermano, él comprende su sentir actual a pesar de no estar presente –respondió Kshanik, tocando la frente del anciano, remojando un trozo de tela en agua fresca y depositándolo en la acalorada cabeza de Aphrodísios—. Además, no huiría de acá, nunca huyo de mis responsabilidades.

- ¿Así de verdadero es tu compromiso conmigo? –preguntó el viejo, recordando el momento cuando le compró en el mercado y de cómo se negó a irse si no era con su hermano al lado, cerrando lentamente los ojos, inhalando sus últimas bocanadas de aire.

- Sí, señor Aphrodísios, se lo prometí aquel día y lo cumpliré cabalmente –respondió Kshanik, besando la frente del viejo, quien exhaló su último aliento, apagándose su vida.

Kshanik salió de la habitación del amo de la casa, llorando gruesas lágrimas sobre sus mejillas, encontrándose con los otros esclavos de la casa, saliendo del inmueble para ir a encontrarse con su hermano.

Lejos de allí, un carruaje tirado por dos caballos de largo pelaje se aproximaba a la Polis de Atenas, faltándole aproximadamente un día para llegar, desconociendo sus tripulantes el estado actual del occiso amo de Ujjval y Kshanik.

Kshanik preguntó en las calles del ágora, llegando al sembradío de Vélos, encontrándose a los dos muchachos trabajando, recolectando las aceitunas adeudadas al viejo Aphrodísios.

- ¿Kshanik?, ¿Qué es lo que haces aquí? –preguntó Ujjval a su hermano utilizando su lengua materna, acercándose a él, abrazándolo cariñosamente.

- El señor Aphrodísios acaba de morir –respondió Kshanik, llorando sobre el hombro de su hermano, apegándose a él.

- ¡Hey, hermano de Ujjval! –saludó Vélos, integrándose a la conversación, acercándose—. ¿El viejo te mandó a pedir las aceitunas? Ya están casi listas, puedes ayudarnos a cargarlas si quieres.

- Se murió –comentó Ujjval a Vélos mientras tranquilizaba a su hermano.

- Estoy bien, gracias –agradeció Kshanik a su hermano, saludando al recién llegado—. Hola, Vélos.

- Ho... Hola –respondió Vélos, desconcertado por la noticia, mirando los barriles a medio llenar, preguntándose qué harían—. Entonces, ¿se podría decir que ahora eres libre?

- La verdad es que no lo sé, el señor Aphrodísios nunca me explicó en profundidad sobre ese tema –explicó Kshanik—. Lo único que sé es que, si existiera algún descendiente, debería servirle, pero no sé si exista algún pariente cercano que pueda tomar el control de la casa y de nosotros.

- Si ocurre lo que dices, deberíamos poder pagar tu peculio, así te liberaríamos. No creo que un nuevo amo tenga las mismas intenciones que ese viejo degenerado profesaba por ti –dijo Ujjval, esperanzado por pronto poder liberar completamente a su hermano, molestando un poco a Kshanik con sus palabras.

- Él estaba apenado por lo que te hizo, en sus momentos finales demostró su humanidad... –dijo Kshanik, pero Ujjval le hizo callar apoyando su mano sobre su hombro.

- No estoy enojado por sus golpes, fueron livianos como una cálida lluvia, sólo lo desprecio por tenerte con él contra tu voluntad –reclamó Ujjval—. Siempre viendo lo bueno de la gente, a pesar de todo, Kshanik.

Saint Seiya ~Shinka no Tounan~ | 聖闘士星矢~ 神火の盗難 ~ [FANFIC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora