Capítulo 9 - Ο θυμός του Long (O thymós tou Long / La ira de Long).

1 0 0
                                    

Long, Kshanik y Vélos lograron bajar al terreno plano bordeado por el río que desembocaba al mar, encontrando grandes rocas apiladas contra la pared del precipicio.

¡No puede ser, están enterrados bajo las rocas! –gritó Kshanik, dejándose caer al piso, llorando ante el desalentador paraje—. Ya ha pasado demasiado tiempo desde que cayeron estas rocas como para que sigan vivos.

Eso no lo sabes, no pierdas las esperanzas, los encontraremos cueste lo que cueste –dijo Vélos, extendiendo la mano para ayudar a Kshanik a levantarse.

Long revisaba visualmente su entorno, esperando a ver algo que les indicara donde se podían encontrar los muchachos, desconociendo la real y verdadera razón por la cual habían caído por el precipicio.

Repentinamente sintió un Chi encendiéndose dentro de un montón de piedras, no reconociéndolo como el de su discípulo, formándose un pequeño agujero cilíndrico en una piedra al ser derretida y atravesada por un rayo de luz rojiza, impactando y explotando parte de la pared de piedra de enfrente.

¡¿Qué rayos fue eso?! –preguntó Vélos con sorpresa mientras Kshanik se erguía rápidamente después de escuchar la pequeña explosión.

¡Jökull! –gritó Long, acudiendo al lugar desde donde vio emerger la luz, encendiendo su Chi para golpear las rocas con sus manos y pies, destruyéndolas con sus poderosísimos ataques.

¡Hermano! –gritó Kshanik, siguiendo a Long, apartando las piedras del camino para que no se acumularan.

Vélos también ayudó a Kshanik con las piedras, tirándolas al río, despejando el lugar después de un par de horas, encontrando a los dos jóvenes inconscientes y protegidos dentro de la cueva de la pared.

Long agarró a su discípulo y gritó una de las pocas palabras que había aprendido de Jökull.

¡Agua! –gritó Long, golpeando el rostro de Jökull para hacerlo reaccionar.

Kshanik abrió la bolsa con la que decidió bajar, apartando los trozos de quesos y aceitunas que cargó para alimentar a los caídos, buscando por el vaso que cargaba para llevar a Long el líquido que había solicitado.

Aquí tiene –dijo Kshanik después de ir al río a llenar el vaso con agua, acudiendo al lado de su hermano que estaba siendo reanimado por Vélos.

Está respirando, se pondrá bien –dijo Vélos con ojos llorosos, dejando que Kshanik abrazara a su hermano menor.

Después de hidratar y despertar a los accidentados muchachos, les dieron los alimentos que Kshanik cargaba en su bolsa, procediendo con la última etapa del afortunado rescate.

Long les pidió con señas a Kshanik y Vélos que subieran primero, para ayudarlo en la escalada, manteniendo la cuerda atada y firme para que no cayera mientras cargaba a Ujjval primero, subiendo después a Jökull.

La subida no estuvo exenta de problemas, debiendo agarrar la cuerda firmemente para que esta no se desatara, gastando toda la fuerza de los ya cansados muchachos, hiriendo también sus manos.

Ya en la cima, Jökull se arrodilló frente a Long para pedirle perdón, explicándole la situación.

Shifu, todo esto fue mi culpa, me deshonré como guerrero al atacar e intentar matar a estos muchachos mientras dormían para poder vengarme por algo que ellos no hicieron –dijo Jökull en el idioma de su maestro, arrodillado frente a él.

Saint Seiya ~Shinka no Tounan~ | 聖闘士星矢~ 神火の盗難 ~ [FANFIC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora