Epílogo

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El día que me fui fue como un Deja vu del día en que había llegado a West Hampton, también lo hice llorando. Aquel día había llorado porque no quería llegar a aquel desconocido pueblo y ahora lloraba por que no quería marcharme. Aquel día no quería llegar pero debía hacerlo y eso era lo que tenía en común con mi partida. Aquel día no quería marcharme, pero debía hacerlo.

—Solo serán tres semanas—mi hermano me abrazó justo después de meter mis maletas dentro del maletero.

Habían pasado cinco días desde lo ocurrido en el hospital. Yo no había salido de casa, pero supe por Andy y por David, por que sus respectivas parejas se lo había echo saber, que Tyler estaba mucho más recuperado físicamente y que ya se encontraba en su casa, acompañado de James en todo momento. Que su recuperación iba a ser lenta pero que James no se iba a mover de su lado, eso me produjo cierto alivio, aquello no había podido con su amistad y con su amor. Les había echo más fuertes.

—Estaré bien—me solté de mi hermano y miré a mi madre.

Mi hermano iba a quedarse, él quería pasar con Lauren sus últimas semanas de vacaciones antes de volver a la universidad y a mí me parecía muy bien. A Emma, que había estado enamorada de mi hermano desde que yo tenía uso de razón, no le había parecido tan bien.

—Conduce con cuidado—mi hermano me acarició el brazo y luego suspiró.

—Lo haré—sonreí—. Solo serán dos o tres horas, enseguida estaré en casa.

Mi hermano asintió y dejó paso a Andy para que esta pudiera despedirse también. Yo sonreí, nuestra relación casi estaba sana del todo. Ya no parecía encontrar dentro de mí ningún rencor hacia ella y ese era un gran paso a aquellas alturas.

—Te prometo que no pasará tanto tiempo como la última vez—me prometió mientras también me abrazaba—. Te veré pronto.

Andy se había comprometido a pagar mis estudios, y al final me había matriculado en la universidad de Nueva York e iba a estudiar artes gráficas. También me había facilitado algo de dinero para que yo pudiera arrendar un pequeño apartamento a medias con Emma, algo que yo había prometido devolverle en cuanto consiguiera un trabajo y que ella había negado casi de inmediato.

—Después de todo no me arrepiento de haber venido—le dije en cuanto se apartó—. Y eso también va por ti, Andy.

—Todo te irá bien—ella me guiñó un ojo y yo sonreí—ya lo verás. Te recuperarás.

—Lo sé—dije sin estar totalmente convencido de aquellas palabras.

Pasaron unos minutos y yo me separé de ella y me metí en el coche. Suspiré un momento y luego giré la cabeza y me despedí de nuevo con la mano. Ellos hicieron lo mismo y luego arranqué y salí de allí. Fue raro pasear por aquellas calles que me habían parecido tan hermosas al llegar allí. El lugar era bonito y su gente también, bueno, gran parte de su gente. Rodeé el malecón para poder admirarlo una última vez y luego salí de Wes Hampton rodeando la costa. Apenas había estado allí dos meses y se me había clavado en el corazón, me iba a ser muy difícil olvidar lo que había vivido allí. Olvidar a Tyler. Olvidar a James. Olvidar lo que habíamos vivido juntos y el amor que había surgido entre nosotros. Pero ellos debían seguir sin que yo me interpusiera y yo debía seguir mi camino por otro lado. Habíamos sido un triángulo atípico y difícil de entender, nosotros no logramos entenderlo y por eso tuvo que acabar. Puede que en otro lugar... En otro tiempo... En otro momento... Más adelante...


Estrellas de medianocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora