Hoy decidí olvidarte. Decidí olvidarte a pesar de las últimas palabras que salieron de tu boca aquel 4 de septiembre, cuando terminamos «No es una ruptura definitiva, sólo necesito acomodar varias cosas en mi cabeza», que después de casi seis meses, pienso sólo fue decirlo, sin sentirlo. Decidí olvidarte a pesar de todos los planes a futuro que el día de hoy, considero, es prudente tirar por la borda. Decidí olvidarte y borrar de mi playlist de Spotify todas las canciones que me recuerdan a ti, así como las canciones que me gustaban y tuve a mal dedicarte. Decidí olvidarte a pesar de que te quiero con el alma entera. He de dejar muy claro que no es falta de amor, porque aunque el cariño se esfuma entre tabaco y mezcal, no he conseguido dejar de quererte por completo; lo único que ha pasado es que tú diste el primer paso. Tomaste la decisión de buscar en otra persona lo que conmigo encontrabas; en mis brazos un lugar donde sentirte segura y tranquila; en mis labios un universo de sensaciones inefables; en mi amor, un apoyo incondicional y refugio a tus problemas, que al final del día y sin pensarlo, los volvía míos. A su vez, yo así lo haré, seguiré con mi vida como siempre me dijiste que querías que hiciera, aunque sin buscar en nadie lo que contigo encontraba, dado que simplemente estoy seguro que no he de hallarlo.
Con todo el dolor de mi corazón, hoy termina este largo camino, me duele pensar que alguien más comienza a conquistarte y que tu lado bonito, ya no me pertenece y quizá ha dejado de ser así desde hace meses, tan sólo espero, que no aceptes menos de lo que yo pude ofrecerte, dado que al no pedir nada, lo mereces todo. Con el corazón, deseo que te vaya de lo mejor con quien sea que comiences este nuevo ciclo, que te quiera mucho más de lo que yo lo hago a tal grado de que no me recuerdes, de que no pienses en mí ni un sólo segundo.
Cuídate, cuídate de tus malas amistades, de la gente que está cerca por conveniencia, cuídate de todos; toma mucha agua -nunca lo haces-, termina tu tesis, quédate más cerca de tu familia, valora a tus papás, cuida a tus hermanos, no seas tan orgullosa y sobre todo, sigue siendo tan bonita persona como eres.
Y si algún día me extrañas, búscame en las cartas que te he escrito, en las canciones que te he dedicado, en los regalos que con todo el amor del mundo te di, en tu almohada que seguramente aún conserva algo de mi esencia, en los lugares a donde fuimos; en el sushi donde fue nuestra primera cita, en aquel cine donde te besé por primera vez, en el lugar donde solíamos comer alitas a menudo, en aquel centro comercial donde se fue la luz y pues, el resto es historia, o en alguno de nuestros lugares, que espero no compartas con nadie más, aunque seguramente yo estaré ahí, quizá un poco lejos, pero siempre presente.
Agraciada o desgraciadamente, la vida da muchas vueltas, y si el destino en su infinito capricho quiere que volvamos a encontrarnos, así hemos de hacerlo, mientras tanto, enjoy the trip.
Con amor infinito, siempre tuyo. Pablo Contreras.