#Thirteen🚬

352 27 2
                                    

Dedicado a: Geraldine_wolfhard
Gracias por todo el apoyo!!!
Besitos en la nariz, corazón🌻

Todo le daba vueltas, tenía muchas nauseas. Pero de todas formas permanecía con el seño fruncido.
Aún furiosa remojaba los pies en la piscina, imaginando todas las cosas que pudiera haberle dicho a Boris en su discusión.

-¿Ella te golpeó?- Preguntó Theo recostado en el sofá, observando a la jovencita desde el gran ventanal.

-Si, mira como me dejó el labio- Se señaló la cara.
El efecto de las drogas permanecía aún en ellos. Cabe aclarar que estaban ebrios todavía.

-Pronto lloverá- Comentó.
-Va a enfermarse allí afuera- Se preocupó.

-Que se pudra- Soltó el ruso con la cabeza colgando del sillón.
Debía mostrarse fuerte ante la situación.
¿Estaba arrepentido?
Claro.
Pero no iba a demostrarlo.

-Iré a buscarla- Anunció el más pequeño.

-Haz lo que quieras- Se pasó las manos por la cara soltando un suspiro.

-No quiero que muera de hipotermia- Se levantó y abrió la ventana ganándose una mirada de la pelinegra.
Regresó la vista a la profundidad de la piscina.
Theodor tomó asiento a su lado.

-Te enfermerás. Está por llover-

-No importa- Movió sus pies, agitando el agua.

-Se que estas enfadada con Boris. Puedes subir a mi habitación y quedarte allí si quieres- Intentó convencerla.

-Theo... Boris me destrozó- Hicieron contacto visual.
Los ojos verdes de ella se encontraban cristalizados.

-Lo sé- Se limitó a decir.

-Me quiero ir- Pestañeó haciendo que un par de lágrimas caigan mezclándose con las finas gotas de lluvia que comenzaron a mojar el lugar.
Decker se percató de las pupilas dilatadas de Eda.
Confirmó que había inhalado otra línea cuando no la estaban viendo.
-Me quiero ir de este mundo, Potter- Escuchó las uñas de la muchacha rasguñar el suelo.

-No, Eda- Se paró.
-Sigues drogada, vamos a la cama- La tomó de un brazo y tiro de ella.
Estaba congelada.
La muchacha no se movió.
-Vamos- En un tono más firme.

-No- Habló en un hilo de voz.

-Llamaré a Boris- Amenazó.
La chica bufó y se levantó.
Ambos entraron por el ventanal. Aageda ignoró al ucraniano quien elevó un poco su cabeza para divisar a la joven pasar junto al sofá y subir las escaleras con Theo detrás.

-A la cama- Le ordenó el de gafas al verla parada en medio de la habitación.
Él se recostó incentivando a la azabache a copiar su acción.
Funcionó. La chica se lanzó a la cama.

-Tu no has contado ningún secreto- Abrió tema de conversación.
Giró la cabeza para verlo.
-Cuéntame uno- El Neoyorquino también volteó.

-Bueno...- Pensó un poco que decirle.
-Tengo algo escondido en esta habitación- Le susurró, aunque nadie los estuviera escuchando.

-¿Que?- Habló la de orbes esmeralda, intrigada.

-¿Recuerdas la explosión que mató a mi madre?-

-Si- Se limitó a responder.

-Saqué algo de esa galería. Un cuadro- Observó a la noruega levantar una ceja.

-¿Puedo verlo?- Sus caras estaban muy cerca. Ellos, inconscientes.
Sin responder, Theodor se levantó de la cama y con Eda encima la movió un poco, escuchando algo caer.
Se arrodilló en el suelo alfombrado y detrás del respaldar sacó una funda de almohada, la dejó sobre el colchón.

WONDER▪︎▪︎ Boris Pavlikovsky " The Goldfinch" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora