Parte VI

164 13 0
                                    


Me he quedado dormida??!!!

El brazo de Adrien me tiene retenida, por no decir, una de sus piernas está enroscada en la mía, parece una llave de artes marciales. Apenas puedo moverme, parece que se lo ha tomado muy en serio que no me vaya. Me muevo un poco, noto su aliento sobre mi nuca, - intentando escapar? - dice en flojito a mi oído.
Me rio, - Creo que aunque quisiera no puedo- remuevo mi culo contra su pelvis.
Creo que he despertado algo...

Me gira hacia él, nos miramos, por un momento  me pierdo en sus ojos, son realmente hermosos. Noto sus manos por mis mulos que descienden hasta mi trasero, lo amasa y lo apreta, me besa de nuevo, y siento la fricción de su pene erecto contra mi sexo. Me siento humeda y mojada de nuevo, quiero más de él. Mi cuerpo comienza a segregar oxcitocina, y sé que en cuanto me toque me dejaré llevar y podrá hacer conmigo lo que quiera.
Me atrevo a llevar mi mano a su pene, deslizó de arriba a abajo mi mano con el agarre un tanto apretado. Miró su cara, suelta un pequeño gruñido y su cabeza hacia atrás con los ojos cerrados, - oohh, nena..que bien la aprietas...sigue- gime.
Sigue un poco más hasta que él me hace parar, - no te gusta? - pregunto.
- Me encanta, pero quiero volver a sentir tu pequeño y húmedo coño- dice con todo descaro, besando mi boca, su lengua entra sin pedir permiso, su beso es más rudo y a la vez siento la lujuria en sus besos.
Me subo encima de él a arcajadas frotandome contra él. Noto como de duro esta su pene, yo estoy mojada, así que no lo pienso dos veces, lo agarró y me lo meto de poco a poco, acomodandome encima y me muevo de arriba a abajo.
Noto sus manos agarrando mis pezones, juega con ellos y los pellizaca. No puedo evitar arquear mi espalda y gemir más alto, me está volviendo loca, me induce al placer, - ooohh!! - grito, estoy comenzando a notar un inminente orgasmo, jadeo y noto como mi boca empieza a secarse,- Quiero más...Adrien, estoy a punto...-mi cadera se mueve más rápida.
Adrien, levanta su abdomen quedando sentado. Yo sigo a horcajadas encima suyo. Siento sus manos agarrar mi trasero con fiereza, lo apreta y lo utiliza para envestirme más fuerte. Su boca atrapa uno de mis pechos, lo succiona y lo lame, de seguro que me dejara marca, pero me excita y me gusta la sensación que provoca en mi cuerpo.
-Vamos princesa,- susurra en mi boca y la lame, - correte conmigo-.
Nadie hasta ahora me había dicho ese tipo de palabras mientras teníamos sexo, ninguno de mis exnovios.
El vaivén de nuestro cuerpos nos estaba haciendo enloquecer de nuevo. Adrien levanta su cadera para profundizar más sus estocadas en mí, yo le ayudo, contraigo mi útero, -te gusta esto?- me chupo el labio superior solo con la punta de la lengua.
- Me encanta como apretás- muerde el lóbulo de mi oreja, jadea en mi oído y se ensaña con mi cuello.-Eres deliciosa....-mordisquea mi mentón hasta bajar al cuello de nuevo.
Más envestidas, estoy a punto, él parece que también, le aviso,, - Ya...ya..estoy aaahhh!!- no puedo evitar gritar, es un orgasmo enorme, la sensación de explosión dentro de mi hace que me aferre a su cuerpo, gimo en su oído y tiro de su cabello, mis piernas pierden fuerza y no me muevo con el mismo brío. Le miró a la cara, sus ojos están dilatados y a pesar de haber poca luz distingo algo diferente en su iris, pequeños pigmentos rojos brillan, ahí es cuando él me atrapa y no me deja moverme.

Adrien

Noto como empieza a estrecharse y pequeños espasmos presionan mi falo, su orgasmo llega provocando el mío, ella se estremece y grita, tira de mi cabello, se apega más a mi y noto sus piernas aflojarse.
La apretó con fuerza contra mi, con una mano la apreso por la espalda y la otra agarró su cabello tirando hacia atras dejándome su cuello expuesto para saciarme.

No dudo, clavo mis colmillos con fuerza en su yugular y succióno con tanta ansiedad que creo que podría romperle el cuello.
Mis ojos están dilatados y mi iris totalmente rojo, no hay rastro ninguno del verde esmeralda. Bebo su sangre hasta la última gota, su cuerpo ahora está totalmente lánguido, inerte y sin rastro de vida.
La tumbo en la cama y empiezo a gestionar unas llamadas importantes. La primera parte está echa, me giro para observarla mejor, toco su cuerpo con las llemas de mis dedos, desde su mejilla hasta su ombligo. Le doy un beso corto en la sien y la tapo con una sabana como si estuviera dormida.
El sabor de su sangre aún lo siento en mis papilas gustativas, es una mezcla de frutos rojos dulces, con un toque de bergamota.
Realmente es deliciosa en todos los aspectos.

Pasa una hora aproximadamente cuando pican a la puerta, cuando abro esta un hombre de casi mi misma altura, con gafas, ojos azules y el cabello castaño claro.
-Buenos días, me envían de su empresa para " verificar" el asunto. - me dice con cara amable, y por supuesto, de sueño.. Apenas son las seis de la mañana. Le dejo pasar y le muestro a Marinette, se acerca y le toma el pulso, le inspecciona las pulilas de sus ojos.
-tiene algún tatuaje?? - pregunta intentado moverla, le alza los brazos buscando alguno.
-No, no le he visto ninguno- la verdad que dudo si en la espalda lleva algo,- en la espalda no sé, no he mirado ahí.- metiendo mis manos en los bolsillos del pantalón.
- Ok, ayúdeme a llevarla al cuarto continuo, habrá que lavarla -dice en tono monotomo.
La habitación continua era toda blanca casi como un quirofano, tenía una camilla casi en el centro con una lámpara de luz potente, junto a la pared una bañera plana como las que usan los forenses. Sino estuviera en un hotel, realmente pensaría que esto es la habitación de una morgue, solo que tiene adornos de lujo.
Le pregunto si la dejo en la camilla o en la bañera, me contesta que en la bañera. La cargo en brazos con la sabana enroscada. Pongo su cuerpo en la fría porcelana y la destapo con cuidado.
El doctor se acerca y la gira en posición de lado, encuentra un palabra tatuada, desde un poco más abajo de  su nuca hasta media espalda. Me mira con una ceja levantada - en serio no lo vio? - señalando lo.
- La verdad que no, me entretuve con otras zonas- sonrio de lado.
Entiende mi comentario a la perfección. La pone boca abajo con cuidado y ladea su rostro.
Saca de su maletín un bisturí y comienza a sacar a capas el tatuaje. Parece  que esta haciendo láminas con su piel. Profundizaba capa por capa hasta llegar a la última dermis, donde ya no queda nada de tinta.
Lava el bisturí y lo guarda en el maletín de nuevo.
Mueve el cuerpo de la azabache en posición de lado de nuevo por el lado de la incisura.
- Necesito su sangre para el ultimo paso.- pide amablemente.
- Por supuesto- me acerco a su hermoso rostro, abriendo su boca, muerdo mi muñeca por la zona interior, y mis venas sangran  dejando un pequeño hilo de líquido que se introduce y mancha su boca.
Es increíble como  apenas unos minutos su cicatriz se va curando. Su piel se ha regenerado como si nada.
Volvemos a mover su cuerpo, esta vez boca arriba.
El doctor abre un grifo junto la bañera, al lado del grifo hay una alcachofa, la coge y comienza a lavar el cuerpo de Marinette. Es conciso en su cometido, mueve brazos y piernas, con sumo cuidado, incluso cuando llega a su intimidad, es cuidadoso y profesional.
La piel está tersa y color porcelana, ni las uñas ni los labios han perdido su color, es más, de a poco a poco sus labios  son más rosados.
Quizás le queda poco tiempo para despertar.

Miraculous (The Reds) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora