Parte III

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Nicole me envía a revisar el restaurante quiere que esté todo impecable y que no falte de nada para el servicio de cenas. Cuando acabo es casi la hora de abrir. Me  llama bastante seria, me acerco a ella a paso ligero.
- Dime Nicole? - Le pregunto, tengo dudas de su carácter hacía mi persona.
- Hoy te quedarás en room service, y si hace falta harás de apoyo en el servicio de cenas, ya que te vas a la 23h, es mejor así- dice aún muy seria, su mirada me estudia como si no me conociera, me mira de arriba a abajo. Que le pasa, que me busca??
Poco a poco todo transcurrió como siempre, poca gente a cenar y algún room service.

Cuando me quiero dar cuenta ha empezado a llover, pero no es lluvia normal, se ha levantado viento y las gotas chocan con fuerza en las ventanas.
Y justo hoy no cargo paraguas,

No había pronostico de lluvia pero el cielo estaba muy encapotado cuando salí de casa, como era de esperar en esta ciudad llueve sin avisar.

Son casi las 22h, hay otro room service, pero est vez se me acerca Nicole, esta más seria que antes, esta vez estoy segura que tiene algún problema conmigo, aunque no sé qué puede ser, no he echo nada mal.
- Tienes que llevar una botella de vino tinto, con dos copas a la habitación 142.- se aclara la voz- El señor Agreste ha insistido que seas tu la que lleves el pedido, me lo explicas??- la última frase la dice molesta.
- La verdad que no sé a qué te refieres- contesto mirandole a la cara, no me acobardo.
- Sabes el código de conducta y la ética del trabajo??- su mirada se clava en la mía. -
-Claro que sí! - digo tajante, - que insinúas, Nicole?? - creo que sé por donde va la conversación.
-Marinette, que te traes  con el Sr. Agreste?? - suelta sin más. - No soy estúpida, entiendes? -
- Como!??- abro mis ojos, vaya sorpresa. - No tengo nada con ese señor. Apenas le he servido hoy una copa de vino.- intentando defenderme.
- Vamos, no te hagas la buena, ha pedido una botella de casi 300 euros y exige que le lleves tu el pedido. - su voz suena realmente furiosa.
- Mira, no sé que película te estás haciendo pero me voy a llevar el pedido. Luego si quieres continuamos.- suelto sin ningún tipo de respeto.

Me preparó el pedido, y me dirijo a Nicole, necesito una llave  especial para el ascensor. Es la planta Vip Plus, es un nombre raro, nunca había escuchado algo así. Le pedí la llave y me la entrega dando una mirada de odio, esta totalmente enfadada conmigo.
Subo al ascensor y meto la llave, la giro y presionó el botón de color negro con letras doradas, VIP. Respiro hondo después de lo ocurrido tengo el corazón a mil por hora, estoy ofendida por como me ha tratado, como ella es una perra en celo se cree que todas lo somos.
Se abre la puerta del ascensor salgo y me quedo parada, las luces son más tenues que en otras plantas, y la pared está pintada de color gris a comparación con los otros pisos, que son blancos.
Nunca he estado en esta planta antes, y estoy nerviosa, por todo lo ocurrido, cuando abro la puerta me sorprendo más aún.
Sigue teniendo poca claridad el pasillo, las paredes son grises como el pasillo, el mismo tono, y las lámparas del techo son de araña, tan hermosas como caras. Las puertas son de un color marrón oscuro mate con el marco dorado a juego con los números de las habitaciones.

Estoy delante de la 142, Respiro hondo y pico con los nudillos dos veces,
-Room service!!- intento estar calmada que no suene como un grito pero tampoco un susurro alto.
La puerta se abre, dejando ver al Sr. Agreste, sus ojos color esmeralda se clavan en los míos, traigo saliva, y le pido permiso para pasar, - donde desea que le deje el vino, señor?? - preguntó.
-Puede dejarlo en la mesa de su derecha, por favor.- su voz es hermosa, varonil y a la vez dulce.
Me dirijo a la mesa situada en el interior de la habitación, hay dos sillones de una plaza y la mesa pequeña, cuando llego dejo el vino y las dos copas, pero no veo a nadie más. Me giro, para darle el ticket para que lo firme, lo tengo detrás de mi bastante cerca.
- Señorita Marinette, cierto? - me pregunta.
- Sí, señor? - respondo - esta en orden su pedido?- tengo la sensación de estar acorralada por él.
Él se acerca más a mí, me estira la mano para que le dé el ticket para firmarlo. - Me gustaría... si usted quiere por supuesto. - veo como se relame los labios - desea acompañarme con el vino cuando acabe su turno?? -
Dios! No puede ser, he escuchado bien? está pidiendo lo que Nicole  me ha reprochado.
- Marinette, no tiene que contestarme, solo deje dos o una copa dependiendo su respuesta. - su mirada era intensa, me sentía como el conejo a punto de ser deborado por un lobo, pero por otra parte me sentía atraída por ese hombre.

Me devolvió el ticket firmado y cuando lo cojo, me roza la mano con la punta de sus dedos índice y corazón, y me sonríe. Me giro a mirar la dos copas con una mirada rápida, y sí, sí quiero...
Lo miro y le devuelvo una tímida sonrisa, se mueve para dejarme salir y me giro a mirarlo,
- Hasta luego, Sr. Agreste-  le digo.
-Llamame Adrien, por favor - me mira con una sonrisa pícara, - hasta luego! - veo como levanta su mano para despedirse de mí.
Me despido igual, y cierro la puerta. Dejando detras de mi una sensación que ni yo se como explicar, tengo el corazón a cien, nunca he echo algo así, no suelo quedar con desconocidos, pero Adrien me gusta, es más mi cuerpo me empieza a enviar electricidad por todos mis sentidos, me siento excitada.
No cree que soy una perra ....pues me daré el gustazo que ella no ha podido.

Tengo que hacer Algo para poder acceder al pasillo de habitaciones sin la llave especial. Así que me bajo un piso mas abajo y busco en mi delantal algo para que no se cierre la puerta. Lo único que me da idea es un  bolígrafo, lo dejo atravesando la puerta. Si nadie pasa por aquí, podré pasar después.

Miraculous (The Reds) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora