Parte XI

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Marinette

Me lavanto y sigo a mi madre, sé que estás molesta, casi que hubiera preferido que estuviera embarazada.
- Estas loca??!! Como que te vas?- su cara es puro enfado.
Mierda, que le contesto, esto sí que no lo esperaba, y no encuentro la escusa buena.
- Verás, Adrien necesita una asistenta en su trabajo y yo en nada me cumple el contrato en el hotel, - trago saliva- no creo que me renueven.
La miro esperando más preguntas.
-Lo siento mamá, es una oportunidad, buen trabajo y estoy con alguien que me quiere.
Mentira tras otra..
Me giro y me vuelvo al salón, dejo a mi madre asimilando mi respuesta. No me fio de mi hermana...
Cuando entro me encuentro a Charlotte sentada al lado de Adrien, el está tenso y veo que le aparta la mano de lo que parece su pierna, esta tenso y serio.
Carraspeo para hacerme notar, mi hermana se levanta y se vuelve a sentar al otro sofá, lo miro primero a él y luego a ella.
Me siento a su lado, estoy sorprendida, no termino de entender la escena, me dice que no con la cabeza Adrien, y me acaricia la mejilla.
- Aix...entonces como es lo vuestro? Lo tenías muy callado, hermanita. - nos sonrie.
- No es algo en lo que tú tengas voz o voto.- escupo.
En ese momento aparece mi madre, parece más tranquila, aún así está sería.
- Y bien? Cuanto tiempo llevais juntos? Lo tenías en secreto. - su mirada nos fusilaba.
Adrien coge mi mano y la apretá, me mira,
-Déjame a mí querida, te parece? - la veo asentir y relajarse.
Adrien le explica que nos conocimos hace 5 meses en el hotel, por motivos de trabajo necesita a una asistenta y que mejor manera de estar juntos que yo llendome a trabajar con él. La única pega es que es en las afueras de Londres.
La verdad, que hasta a mi me ha convencido, mi madre parece tener más preguntas.
- Me alegro por ti hija, pero sabes la situación que está la casa, dependo de tu ayuda y que te vayas es una putada en toda regla. - soltó sin dudar.
Ahí está la madre que yo conozco..
- Parece que solo te importa mi ayuda económica y no si soy feliz? - me hace sentir culpable.
- Sabes de sobre, que a tu hermana no le duran los trabajos, no llegaremos a final de mes si no estás tú- me echa una mirada venenosa.
Adrien interfiere sin más
- No se preocupe Sra. Sabine, si es así el caso, durante un año yo me haré cargo de la mensualidad de Marinette, cada mes le hará una transferencia sin falta.- le sonrió.
- Pero.. - quiero quejarme pero él no me deja.
- Y de que trabajas Adrien, no lo has dicho? - creo que no le ha convencido la respuesta anterior.
- Soy el gerente supervisor de una cadena de ropa- dice soberbio.
Dios!!! Esto si que no me lo esperaba. La cara de mi madre y mi hermana cambian de golpe, estan impresionadas. Miro al rubio, me guiña un ojo y me muestra su sonrisa perfecta.
- Esta bien,- dice mi madre, parece como si esperase que algo así pasara. - y para cuando te vas, hija?- no sé qué contestarle, y parece que lo intuye.
- Si no hay ningún contratiempo, mañana al mediodía- interfiere Adrien.
Más caras de sorpresa por parte de las dos, yo ya no sé qué decir, me levanto, - debería coger algunas cosas que quiero llevarme, es tarde ya. - me dirijo a mi cuarto.
Adrien me sigue con la mirada,
- Deja que te ayude- veo como se levanta y me sigue.

Entro en mi habitación, sigue como la deje, busco debajo de la cama una mochila, y la colocó encima de la cama, noto su cuerpo pegarse al mio por detrás, me abraza por detrás y apoya su barbilla en mi hombro,
- Estás bien?? - su abrazo me reconforta.
- No me esperaba esto, la verdad- giró mi cuerpo para quedar de frente, rodeo su cuello con mis manos y lo beso, necesito algo de cariño en este momento. No sé qué somos realmente, Compañeros de lucha, eso es lo que dijo él.
Él me responde a mi beso, es dulce al principio, hasta que nuestras lenguas se encuentran, se vuelve más apasionado y lascivo, y nuestros cuerpos se pegan el uno al otro. Cortamos el beso por un carraspeo, nos giramos, en el marcó de la puerta esta apoyada Charlotte,
- Sí van a follar al menos cierren la puerta- descaradamente da un paso hacia nosotros, la encaro separandome de Adrien,
- Que quieres? - borde es mi tono de voz.
- Sabes, yo no me creo el cuento que le has dicho a mamá?- mira de reojo al rubio, una sonrisa torcida aparece en su cara.
- Entonces? Que crees tú? - apretó mi mandíbula, por mi mente solo pasa la idea de agarrarla de los pelos y meterla a golpes en el zulo de habitación que tiene.
- Es tu puta? - la pregunta es para él, - Porque...si es así, te llevas a la sosa. - se mofa y me señala con el dedo.
- La única puta que hay aquí eres tú, que seguro que te arrastras por un chute.- estoy a punto de esplotar, noto la mano de Adrien posar-se en uno de mis hombros - seguro que tienes ladillas...-
Adrien se pone en medio de las dos, - Ya! Parad! - nos mira con el entrecejo arrugado. - Marinette coge lo necesario, nos vamos, ya es tarde.
- Salvada por tu chulo,- se burla de nuevo y se va a su habitación.

La rabia me recorre por todo mi cuerpo, mi hermana saca lo peor de mí, siempre quiere ser el centro de atención, y cuando no lo es, jode a todos.
Me doy la vuelta y muerdo uno de mis nudillos y gruño.
Él me mira con cara divertida, - esta faceta tuya es nueva, iré con cuidado de no enfadarte. - me abraza y me da un beso corto, y se va al marcó de la puerta para que pueda coger lo que necesito.
Meto en la mochila varios vestidos que me gustan, algo ropa casual y de deporte, una chaqueta que me encanta, unas bambas y unas botas altas; Rebusco en un cajón y saco un joyero pequeño (lo tengo escondido de Charlotte). Me dirijo al baño para el maquillaje y mi plancha del pelo. Lo guardo todo. Al final, parece que me he pasado y la bolsa va súper petada. Miro a Adrien y le digo que ya está todo, y nos vamos al comedor a despedirme de mi madre.
Me abrazo a ella esperando una frase de esperanza o de felicitación, nada, no me dice nada, me mira a la cara y me da un beso en la mejilla,
- Adiós, hija- nada más sale de su boca.
Me separo y le devuelvo el beso, cuando me giro veo a mi hermana desde la puerta de su habitación despedirse con guasa.
Cojo mis llaves y las tiro encima de la mesa, no miro atrás, solo salgo por la puerta con la mochila, siento los pasos de Adrien detrás de mi.
Solo quiero irme de este sitio, me siento decepcionada, la congoja me hace sentir un nudo en el estomago y en la garganta.
Le doy la mochila al chófer y me subo al coche, mi mirada se pierde en la nada, y lágrimas caen por mis mejillas, me las limpió rápidamente para que no me vea Adrien. Sé que me está mirando, lo miro, sus ojos expresan disgusto, y me abraza, obliga que mi cabeza se recueste en su pecho. Su reacción me deja anonadada, intento relajarme entre sus brazos.
Y pienso, si estoy "muerta", porque me duele tanto esta situación, si me queda algo de mi alma humana, ahora está totalmente rota en pedazos tan pequeños que se asemejan a polvo.
Y me digo a mí misma que no me merezco esto, de mi hermana aún, pero de mi madre,
Porqué a mi....

Este capítulo está dedicado a alguien que pasó por una situació similar, he cambiado alguna situación, pero los sentimientos de Marinette son reales. Hay familias que no valoran a sus hijos, sólo les preocupan sus problema económicos, mientras que ayudan en casa son buenos hijos, pero si la vida les pone una oportunidad de irse de su casa para avanzar, les hacen sentir culpables y que son malos hijos.
Espero que les haya gustado,
😘

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