Miraculous (The Reds)

Parte XXII

Adrien

Mientras hacía la maleta pensaba en las diferentes maneras de vengarme del traidor, por mi mente pasaban varias opciones, pero aún no sabía exactamente el lugar de intercambio, en cuanto lo tuviera tomaría la mejor opción, lo que tenía claro que ese humano no se llevaría un tiro certero,
Sufrirá hasta el último momento

Uno de los vigilantes nos hizo de chofer para llevarnos al aeropuerto, Marinette y yo habíamos intercambiado una par de sonrisas, nada de contacto por su parte ni por la mía. Gabriel me obligava a tener distancias con ella, me había recalcado la importancia de la misión y que no debía haber ningun tipo de distracción de ambos,
- Evita contacto sexual- me dijo totalmente serio, - sois guerreros! -

Llevaban años no, sino casi más de un siglo buscando a la catarina guerrera. Cada vez que daba indicios de aparecer cuando llegavamos al sitio ya no había rastro de ella. Eran tiempos duros, el hambre, la peste y otras enfermedades mataban a los humanos sin piedad. Me sentía vacío, y como no era de esperar,
eres el portador de la destrucción, y encima un gato negro.

No encontrabar placer en nada, ni drogas, ni burdeles y solo una vez tuve relaciones con otra guerrera, y a día de hoy me arrepiento: Chloé.

Flashback:

Sabado noche, estaba sólo en el cuartel o eso creía, unos dormían y otros se habían ido fuera debl base. No me apetecía salir, habíamos vuelto de una misión fallida. El pueblo parisino donde buscavamos esta totalmente destruido y quemado.
El viaje había sido largo, el barco donde viajaba estaba atestado de ratas, el capitán era un tipo gordo y apestoso que solo se paseaba por la cubierta para gritar o apalear a quién encontrará por el medio. Me había dado la bodega como camarote como si de una buena acción se tratará, por la cantidad de monedas que le dí debería darme su camarote, ese tipo era un pirata en toda regla. Cuando lleguemos al puerto de Francia lo primero que hice fue buscar una posada, deseaba ducharme, sacarme la peste a vino rancio y a rata.
Buscar a alguien que me llevará al pueblo fue mas fácil, por unas monedas de plata cualquiera te llevaba. La vuelta fue algo mejor, ya que busqué algun barco mercante que fuera a Inglaterra.
Estaba en la sala bebiendo sin control, en algún momento me dormí, alguien me despertó zarandeando mi hombro, y ahí estaba la rubia. Le había entrado hambre y venía de da cocina.
La observe que andaba medio desnuda, una bata de seda era lo único que llevaba. Debió de ser el alcohol o la frustración de la mision, la seguí hasta su cuarto, ella se percató y me siguió el juego.
La noche no estuvo mal, Chloé era una salvaje en la cama. Lo peor fue cuando se me pasó la borrachera, ella seguía dormída, me lecante sin hacer ruido y me marché. Me metí en el primer baño que encontré, necesitaba sacarme el sudor. Mientras frotaba mi cuerpo más me arrepentía. Ella me había coqueteado e insinuado muchas veces desde que llego a la base. Nadie le había explicado el motivo de que yo buscará a Ladybug con tanto ímpetu. La estuve evitando varios días, hasta que un día me acorraló en la ducha, se tiró sobre mi besandone y rozando sus pechos contra mi torso, el que la rechazara la puso colérica, y mas cuando le expliqué que lo ocurrido no volvería a pasar, solo fue un error mío.

Chloé Bourgeois

Una joven de larga cabellera rubia dorada como el oro, de grandes ojos azules y rostro fino y hermoso. Pero su hermosura quedaba eclipsada por lo engreida, despota y malvada que era como persona. Su familia era de las más ricas de Marsella, nobles con mucho poder, incluso se trataban con los reyes de Francia. Chloé aspiraba a reina, maltrataba y ridiculizaba a todos los pretendientes que picaban a su puerta.
Un día, la família recibió una invitación a un baile, recientemente se había mudado una família muy adinerada a la ciudad, su mansión era enorme, con unos jardines preciosos que la rodeaban.
Y quienes podían ser esa familia? Eran Gabriel, Emilie, Kagami y Adrien.
Los tre rubios se hicieron pasar por familia, a kagami le toco la peor parte, le tocó el papel de sirvienta. Andaba ofendida todo el día, se sentía demigrada, pero debido a su descendencia no podían decir nada más. Es más, cuando decian la procedencia de su criada se maravillaban. Gabriel se había echo pasar por comerciante de telas, estaban en el ápice mas alto de la revolución industrial, y explicar a aquellos nobles todos sus viajes, y decir que la mujer japonesa era un pago de un comerciante por una deuda de la familia,- necesitaban dinero y me la vendieron- había explicado con arrogancia, y sus receptores se embelesaban con sus mentiras.
La fiesta era nada mas que una tapadera para atraer a la rubia, descubrir que era una guerrera había sido como un jarro de agua fría, la joven tenía un caracter insufrible. Gabriel tuvo muchos enfrentamientos con ella, Emilie trataba de poner algo de paz entre todos. La rubia  había tratado a Kagami como un simple criada una vez ya convertida, y Kagami aprovechó en su primer entreno con ella para apalearla y ridiculizarla.
Tal era su prepotencia que se atrevió a convertir a su doncella en vampiro, con la escusa de que se sentía sola. Gabriel se lo aceptó a cambio de respetar a todos por igual.
La doncella se llamaba Sabrina, la hacía dormir en los pies de su cama en el suelo, la hacía vestir con arapos o vestidos horribles. La joven debia de tener unos 17 o 18 años cuando la convirtió, era pelirroja con ojos verdes y delgada por falta de comida.
Chloé la trataba como mascota, le gritaba y la golpeaba sin miramiento cuando sus caprichos no eran cumplidos, y para su desgracia era amenudo, Gabriel la trataba como a todos. Lo peor era que no la dejaba alimentarse de humanos, la obligaba a cazar ratas, con suerte algun gato o animal del bosque. Emilie al principio sentía pena por la muchacha y le ofrecia a escondidas, pero se la rechazaba por miedo a las represalias si se enteraba su dueña.