Capítulo XXXVI

74 5 1
                                    

Le doy vueltas a todo lo que sé o me han contando y aún no entiendo porqué me trataron así,
Quiero respuestas!!
No lo pienso demasiado y me voy a hablar con el maestro, bajo hasta la biblioteca y lo encuentro leyendo un viejo libro.
Lo miro con cierto recelo y pongo mi cara más seria posible, se acabó tomarme el pelo o me largo de este nido de raros.

Mi presencia se hace notar, el viejito me mira, su rostro denota cansancio pero al igual no me da pena.
- Maestro quiero respuestas! - deja el libro a un lado y se dirije hacia unos de los sillones, le indica que lo siga.
Me siento enfrente de él con cuidado, evito demostrar que me duele aún.
- Que crees que pasó Ladybug? - me pregunta.
- Creo que me utilizaron como mono de circo, que esa gente son unos perturbados que se creen dioses y parecen más animales que otra cosa. - respondo molesta.
El maestro me mira serio y suspira, no sé si esperaba este contestación, pero es posible que sí.
- Querida niña,  los antiguos son difíciles de entender a veces y tienen una mentalidad perturbada por sus propios demonios. Pero no te voy a quitar la razón.
Aún así lo que hicieron no tiene justificación. Podrían haberte aniquilado, el poder de Cat Noir es la destrucción, a pesar de todo, aquí sigues en pie. - responde.
- Sus palabras no me responden mis dudas. -
- Hace muchos años que no encontraban a una Ladybug, se podría decir que están asombrados.
Pero una parte de mi búsqueda hacia tu persona me da la sensación que les íntima tu presencia.
Hay rumores que dicen que no desean el miraculos de la catarina activo. Incluso, que la última fue desagranda para deleite de sus  paladares porqué pensaban que su sangre les proporcionaría algún poder   immortal o incluso rejuvenecimiento.-
Su mano señala el libro que estaba leyendo.
- No hay mucho sobre tu poder, niña-. Su rostro parece apenado. - se me acaba el tiempo y no encuentro apenas nada sobre tu poder. Estoy casi seguro que alguien no quería que lo supieran los Nachzehrer, y que debe haber algún manuscrito con más información. Y aunque no me creas estoy leyendo todo libro que me dé alguna pista -.

Me quedo igual o peor que como estaba, no hay lógica para tratar a un guerrero así. Se supone que si hay una guerra entre bandos, debemos defenderlos a ellos como si tuvieran privilegios y luego nos tratan como perros.
- Y si temen que los destronen de su mandato? El grupo ahora es más fuerte con mi poder activo. Y si temen una rebelión contra su doctrina de psicópatas? - mi pregunta sorprende al anciano que me da una pequeña sonrisa.
- Parece que no vas mal encaminada con tu pregunta, tiene lógica. E incluso se oyen rumores de querer destronar los del poder por sus excentricidades macabras. -
- Necesito respuestas de verdad, maestro. No necesito más interrogantes a esta situación, si hace falta déjeme ayudarle. -
Me sonríe e inclina la cabeza, se levanta y se dirije al libro que estaba leyendo antes de llegar yo con mis incógnitas.
- De momento descansa, alimentate bien. - responde con su tranquilidad de siempre - Te necesito cien por cien de nuevo cuanto antes.- 

Me fui con las espectativa por los suelos, sin una respuesta me encierro en mi habitación, me tiro en la cama y dejo pasar el tiempo hasta que me duermo.
Unos golpes en la puerta me despiertan, abro la puerta sin ganas.
Es una de las chicas del servicio,
- Me envían para que se alimente, señorita. - da un paso con intenciones de entrar y la freno.
- No quiero nada ahora, vete. Ya bajaré si me da hambre. - le cierro la puerta casi en la cara.
No soy una persona maleducada pero me tienen asqueada, y no me apetece ver a nadie en estos momentos.
Me planteo hacer algo. Me siento en el suelo y me concentró como me enseñó el Maestro.
Me concentró en mi energia interior, dejo mi mente en blanco.

Algo invade mi mente, pequeños destellos de colores, una neblina deja ver algo, esta muy borroso. Una voz en la lejanía.

Abro los ojos rápidamente y me los froto. Una escalofrío recorre mi cuerpo, se cala en mi sangre. Me lavanto y bajo corriendo en busca del maestro, abro la puerta de golpe asustando al hombre que meditaba tranquilo.
- He sentido algo!  Meditaba....y....no sé! Destellos y palabras de fondo. - Intento explicar.
- Vaya.. - inspecciona mi cara. - algo en concreto? -
-No, todo estaba muy borroso, y la voz era colo si estuviera muy lejos -

Miraculous (The Reds) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora