XXVII

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Marinette

Mi cabeza asimilaba todo lo ocurrido, desde la transformación de Adrien hasta como se habia enseñado con Pierre. Esperaba que lo hiriese, cuando su garra desgarro su cara  no me asusté demasiado, pero lo siguiente fue horrible. Estaba acostumbrada a ver películas de genero gore, con tripas y sangre, pero presenciar una escena así te deja el cuerpo sin reacción alguna. Ver a Adrien así, me asustó, no me imaginaba que fuera tan cruel, lo destripó, le arrancó el corazon y se lo metió en la boca como una película de asesino spicopata se tratara y esa fuera su firma.

No me salía palabra alguna, la misión estaba echa, al menos una parte. Llegamos al hotel en menos de diez minutos, y una vez en la habitación Adrien introdució la tarjeta en su tablet.
Daba la ubicación exacta de algo,
< Barcelona - Parque Güell >.
Se giro con una enorne sonrisa en su rostro, pero lo unico que veía yo en ese momento era al hombre con sonrisa de loco abriendo en canal al otro. Su sonrisa se fue y se acerco a mí, pero sin pensar me aparte de él,
- Marinette estas bien? - intentando tocarme,
- Tu qué crees?... no me toques? - evitaba que se acercará a mí.
- Lo siento si te asuste,- su mano toco su pecho en forma disculpa- Al principio es confuso todo y da miedo, pero te acostumbraras. -
- No sé si yo estoy lista para esto,-  apenas podía mirarlo a la cara- creo que no sirvo para esto -.
- me tienes miedo, verdad? - preguntó.
- Sí....- mi voz apenas se escuchó
Adrien se dejó caer en uno de los sofás de la habitación, frotó su cara con ambas manos, y me miró, su mirada era de tristeza y mi me sentí mal y decepcionada conmigo misma, él me avisó de todo, y yo ahora lo rechazo como si fuera un psicópata.
- Lo siento, necesito tiempo para aceptar todo,- le confesé.
Dejo caer su cabeza hacia atrás y sus ojos miraban el techo.
- Te daré espacio,- sin dejar de mirar el techo- si quieres pido otra habitación, si así te sientes mejor. - me ofreció.
- No...por favor. - le pedí - no te vayas. -
Y era cierto, algo dentro de mi no quería estar sola, él no me había echo daño alguno, al contrarío, mi cuerpo exigía estar cerca de él.
Como perra en celo.
- Me daré un baño, quiero sacarme el olor de ese sitio- le comenté.
Me dio una sonrisa de alivio al escuchar que no lo rechazaba.

Llené la bañera de agua caliente y me metí, el calor no me quemaba pero si notaba cono mis musculos se relajaban, me empece a sentir agotada, y tampoco sé en que momento me quedé dormida.

Mi cuerpo se elevo y al poco volvió a caer en lo que parecía la cama,
Umm.. Sí la cama......
Abrí mis ojos encontrandome con los verdes de Adrien y una dulce sonrisa,
- Te tardabas mucho en salir, te estuve llamando antes de entrar al baño, - me tapo con la sabana -   y te encontré dormida-.
- Podrías  haberme despertado - me sentía avergonzada -.
- no quería despertarte, te ves hermosa cuando duermes- me acarició la mejilla con el dorso de la mano.
Le sonreí y me acomodé para seguir durmiendo, cerré mis ojos, antes de dormir de nuevo el colchon se hundió a mi lado y el olor de ese hombre me impregno todo mi ser, su olor me empezaba a gustar cada vez más.

Me despertó el ruido de la ducha,  mire mi reloj, eran mas de las diez de la mañana, no había dormido en esceso.
Adrien salió del baño con solo la toalla atada a la cintura, se veía muy, muy sexy, y es que no me había parado a mirar bien su cuerpo musculado. Me relami los labios sin importar que lo estuviera mirando descaradamente.
- Te vas a duchar o te vas a quedar ahí admirandome? - dijo divertido.
- creo que seguiré durmiendo? - mientras me daba la vuelta,
- Tenemos un vuelo en menos de cuatro horas. - se empezó a vestir.
- Otro?- me sente de golpe en la cama.
- Sí, otro....como puedes dormir tanto?- dijo con duda, - acaso eres una neófita defectuosa? -
- Hey!! No te pases... Ahora me visto.- le hice burla.

Nos encontrabamos en el mostrador para los billetes para España, Adrien se apoyaba de lado en el mostrador y miraba por detrás de mi,
- queremos dos vuelos para Barcelona, lo primero que tenga,- pedía a la azafata y mirando de reojo a su alrededor.
- Adrien que pasa? - pregunté  angustiada por su comportamiento,
- Creo que nos estan siguiendo-  me susurro cerca del oído.
- Tiene suerte señor, sale uno en hora y media- dijo la azafata.

Miraculous (The Reds) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora