Covergirl | Camren

Capítulo 40

Michael's POV

Me llené de miedo y angustia al ver a mi hija tirada en el suelo llena de sangre, los vasos resbalaron de mis manos impactando en el suelo hasta partirse. Sentí que el tiempo se detuvo en ese momento y mi mundo solo se concentró en ella, era mi hija mayor y no podía perderla.

Jake pronto se levantó apuntándole al hombre de la puerta y disparó pero falló y este salió corriendo.

– Llévala a un hospital. Yo me encargo del tipo. – gritó y salió para perseguir al hombre.

Yo me agaché junto a Lauren y ella agonizaba, mis ojos se llenaron de lágrimas. Sentía tanta impotencia por no haberla protegido de aquello.

– Lauren, Lauren hija, escúchame. – ella trataba de mirarme pero parecía que la luz le fastidiaba. – No te duermas hija, te llevaré a un hospital.

– No quiero morir Mike, por favor. – rogó y mis lágrimas escurrían por mis mejillas.

– No lo harás mi amor. – aseguré.

Cogí un trapo de la cocina e hice un leve apretón con el sobre la herida, la tomé en brazos y bajé hasta el primer piso corriendo, subí al auto y la puse junto a mí. La gente me miraba extraño pero a mí no me importaba nada, no podía perder a mi hija y menos frente a mis ojos. Aceleré y arranqué a toda velocidad, cometí varias imprudencias hasta que llegué al hospital donde varios enfermeros me vieron y corrieron a ayudarme.

– Qué pasó señor? – preguntó uno mientras la subían a la camilla.

– Le dispararon, hay mucha sangre. – no supe ni cómo hablé.

Corría detrás de ellos hasta que entraron en un quirófano y me prohibieron la entrada.

– Quédese aquí señor. Salvaremos a su hija. – aseguró la enfermera y solo asentí lentamente.

Cuando logré salir del shock un poco llegó Jake. Este me avisó que habían logrado capturar al hombre pero que antes de verlo debía responder a algunas preguntas de protocolo, yo accedí y acordamos que sería mañana. Luego realicé una llamada para avisarle a mi hija Taylor de la situación.

Minutos después un doctor volvió y me avisó que Lauren necesitaba una transfusión de sangre y no tenían suficiente por lo cual me pidieron donar y accedí inmediatamente.

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Camila's POV

Miami, Florida.

Aquel día me había encontrado con Taylor al salir de la oficina y habíamos decidido ir a comer juntas, me gustaba mucho pasar el tiempo con ella, realmente éramos buenas amigas. Terminamos de cenar pero seguíamos conversando y riendo sobre las anécdotas que ambas contábamos, ella recibió una llamada de su padre y se disculpó levantándose para responder. A los segundos volvió con una cara pálida llena de miedo; yo me asusté porque parecía que ni siquiera era capaz de hablar.

– Tay, qué ocurre? – pregunté pero no contestó, estaba desconcentrada. – Hey, Taylor. – me puse en pie y toqué su hombro, ella tenía la mirada perdida pero por fin pudo mirarme.

– Lauren está en el hospital. Alguien le disparó. – habló con un nudo en la garganta.

Mi mundo cayó, se desmoronó completamente y comencé a llorar, mi cuerpo temblaba incluso sentía que me desmayaría. No podía creer lo que me estaban diciendo. Hacía pocas horas besaba y abrazaba a la mujer de mis sueños y ahora ella se debatía entre la vida y la muerte.

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Llegamos a Atlanta a las 2 am y fuimos al hotel enseguida para dejar nuestras maletas. Íbamos Clara, Taylor y yo. Habíamos tomado el vuelo tan pronto como nos habíamos enterado de aquello, gracias a Dios Lauren es la dueña de la aerolínea sino hubiese sido imposible conseguir tiquetes. Llegamos al hospital y Mike estaba allí sentado en una silla mirando hacía el suelo y sus manos sostenían su cabeza; él nos miró y se puso de pie, corrió a abrazar a Taylor y paso seguido a Clara, a mí también me abrazó y nos agradeció por llegar. Él aún tenía su camisa llena de sangre pero no me importaba que me ensuciase, era la sangre de la mujer de mi vida. Pronto nos sentamos en la sala de espera, yo me encontraba muy ansiosa al igual que todos, sentía muchos nervios por la vida de Lauren. Aún nos faltaba mucho por vivir, yo lo sabía y la vida no podía arrebatármela así, pensaba en todo los momentos juntas que habíamos pasado y en los que me gustaría que pasasen, pensaba en cómo sería mi vida viviendo con Lauren, casada con ella incluso con hijos; cómo serían nuestras navidades junto a nuestros allegados; pensaba en lo mucho que ella me encantaba, cómo me hacía sentir cada que me decía cosas tiernas o lo lejos que su sonrisa me transportaba cuando la veía. Toda ella era mágica, juntas éramos magia y yo no podía contener la nostalgia y las lágrimas por aquello. Temía horriblemente por su vida, me era imposible el solo hecho de imaginar un mundo sin ella. Cada vez lloraba con más fuerza y pude sentir como Taylor se acercaba y me abrazaba, era muy dulce contar con una amiga que me sostuviese en estos momentos. Una hora después de tanta espera por fin llegó el doctor con noticias.