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Mamá no parecía estar muy contenta, pero por lo menos no me lo estaba impidiendo.

En cuanto decidí entrenar con Scott, él pidió que nos abrieran una pequeña habitación, donde pidió autos viejos y muchas cosas que pudiera destruir, tanto pesadas como livianas. Era como regresar a aquellos tiempos, solo que ahora había muchas cosas que pudiera destruir.

-Veamos qué tanto puedes hacer -dijo Scott

Me sentía un poco nerviosa, nunca había tenido público, pero ahora parece que soy el show principal, porque todos están mirándome desde atrás. Sentía sus miradas clavadas en mí.

-Mueve tres autos -ordenó -ya vimos que puedes con dos

-Bien

Scott se fue a un lugar seguro dentro de mí. Una vez él seguro, me concentre en los autos.

No quería mover tres, quería algo más grande, tal vez seis o nueve, por lo que me concentre en nueve.

Me concentré para hacerlos primero levitar un poco, lo que conseguí con facilidad.

Jimin

Los nueve autos comenzaron a levitar, algo que nos dejó perplejos a todos, pero en silencio para no distraerla.

-Hazlos volar -ordenó Scott, pero yo no estaba seguro de que eso fuera bueno para ella así que lo miré, pero él me ignoró

Kayla elevó un poco más los autos y como si los tuviera en sus manos, los arrojó con un movimiento a la izquierda contra una pared de concreto, con tanta fuerza que los autos se hicieron pedazos. Vidrios rebotaron por todos lados al igual que las partes, pero Kayla fue rápida y nos envolvió con su campo color violeta. Una vez que ya nada salía volando, el campo desapareció y ella cayo sentada en el suelo y después se dejó caer hacia atrás, con los ojos cerrados, pero con una sonrisa en los labios.

Kenan y yo nos acercamos a ella.

-Buen trabajo, soldado -dijo Scott detrás de mi

-¿Cómo te sientes? -pregunté sentándome en el suelo a su lado

-Mareada

-Recupérate, que volvemos a intentarlo con cuatro -dijo Scott

Miré a Kenan con una sola cosa en mente y creo que él estaba pensando en lo mismo por el mismo modo en que me miró. Ambos nos quedamos en silencio, esperamos a que Kayla se recuperara y después de eso, todos, salimos de la sala de entrenamiento, solo dejando a Kayla y Scott dentro.

-Deberíamos hablar con Dean -dije

-Eso mismo pensé

Caminamos por el pasillo, hasta el gimnasio donde Dean estaba entrenando un poco. Al vernos, se quitó los audífonos y tomó una toalla para secarse el sudor de la frente.

-¿Vienen a entrenar? -preguntó

-No -dije

-¿Entonces?

-Queremos hablar contigo sobre Kayla

-¿Qué pasa con ella? -nos miró con más atención

-Hay... ¿Hay algún modo de que las investigaciones de debilidades se aceleren? -preguntó Kenan

-¿De qué modo?

-No pedimos que se encuentre la manera de retener por completo los poderes de Kayla, simplemente, una manera de disminuir su fuerza

-¿Por qué quieren disminuir su fuerza? -se cruzó de brazos

-¿No lo has notado? -pregunté -Kayla no se mide en lo que puede hacer, terminara haciéndose daño

-Eso es cuestión suya ¿No?

Se dio la vuelta para ir a las pesas.

-¿Le estas diciendo a su novio y a su hermano que no nos preocupemos por ella? -preguntó Kenan con tono burlón

-Oigan, los científicos están haciendo todo lo que pueden para encontrar más maneras de controlar los poderes de Kayla y los demás

-Presiónalos, pídeles que encuentren una manera simplemente de disminuir su poder, no de detenerlo por completo -dije

Se quedo en silencio.

-Se los mencionaré

-Gracias

-De nada

Lo dejamos en paz por fin y nos fuimos del gimnasio.

-Nosotros debemos encontrar una manera de que nos escuche y entienda que no debe excederse -dije

-¿Encontrar una manera de que la testaruda de Kayla nos haga caso? Creo que sería más fácil que Lucas regale flores y te desee un feliz día

Kayla

Ya estaba cansada, pero aun quería entrenar un poco más, por eso le dije a Scott que se fuera antes.

Aún quedaban autos aquí, así que los elevaba en el aire y los hacia moverse de un lado al otro, girar, subir, bajar, cruzarse entre ellos y todo eso, necesitaba aún que se movieran con mayor rapidez.

Al conseguir que hicieran una especie de coreografía en el aire, los dejé caer sobre el suelo y después me dejé caer a mi sobre mi trasero. Ya no podía más.

-¿Aun sigues aquí?

Me giré para ver a Lucas. Iba entrando, con las manos en los bolsillos de sus pantalones.

-Sí -sonreí y tomé agua de mi botella

Caminó a mi lado y se sentó, ambos admirando el paisaje de autos.

-¿Qué se siente hacer pedazos 23 autos en una noche?

-Bien, relajante, pero hubiera sido mejor usar un bate, sacar todo mi estrés

Se quedó en silencio y fijó su mirada en el auto que estaba más cerca de nosotros. Sabia que intentaba moverlo, pero lo único que consiguió fue moverlo como si dos personas hubieran subido. Prácticamente nada.

-Aun no puedo con un auto

-Pronto lo harás, solo entrena un poco más

-¿Podrías entrenarme? -me miró

-¿Ah?

-¿Quién mejor que alguien que es como yo?

Me quede en silencio.

-Seria bueno. Seria divertido entrenar con alguien con la misma habilidad

-Entonces, estoy bajo sus enseñanzas, sensey

Ambos reímos.

-Pensé que ya tenias un nivel más alto en tu fuerza

-No, lo único que hago es mover cosas sencillas y abrir candados

-¿Cómo lo descubriste?

-mmm... un día me enoje con mamá -sonrió -y ya sabes, quería hacer una maldad de venganza después del regaño. Desee tanto que su bolso se le despareciera de donde la había dejado que al final pasó, la bolsa se movió ante mis ojos de la mesa de té a mis pies. Me quede atónito y salí corriendo a mi habitación, lo pensé por días y lo intente después con pequeñas cosas y así me quede, con pequeñas cosas, nunca pensé que podría hacer más que mover vasos o libros

Sonreí un poco. 

La Resistencia El Fin (ParkJimin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora