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Les di una última mirada y salí de la sala ignorando al hombre que estaba de guardia, de todos modos, él no me preguntó nada.

Tenía poco tiempo y debía encontrar de dónde demonios salía esa maldita onda.

Me acerqué a otro hombre que estaba cerca de una puerta trasera.

-¿Sabes dónde está la onda? –le pregunté directamente

-¿Para qué quieres saberlo? –me miró de arriba abajo

-Creo que debemos subir un poco el nivel

-¿Por qué lo dices?

-Acabo de entrar a la habitación donde están esas personas y el hombre estaba intentando abrir la puerta, parece que lo estaba consiguiendo

-Maldición –susurró el hombre y salió de mi lado

No sé qué tenía en mente, por eso lo seguí. Atravesó la bodega de modo que pase a centímetros de Kayla, pero ella no me vio porque seguía inconsciente, al igual que Lucas.

El hombre caminaba apresurado, hasta que llegamos a una pequeña habitación donde dentro parecía que estaban todos los controles de energía, cámaras que rodeaban la bodega y que grababan las cosas que había dentro.

El hombre entró y se dirigió a una caga de color gris de metal que estaba pegada en la pared, la abrió y dentro pude ver muchos botones de colores con focos, pero uno más grande que todos el cual supuse que era el que controlaba la potencia de la onda. Me acerqué a la puerta y la cerré en completo silencio, sin que el hombre lo notara.

Me acerqué por su espalda y lo tomé del cuello mientras sacaba su arma de su funda y tiraba el cargador por un lado y el arma por otro. Le di un rodillazo en la espalda y después lo arroje con fuerza impulsándolo con mi mano en su cuello hasta el suelo, haciendo que su espalda chocara pesadamente contra el suelo al igual que su cabeza.

Le di varios golpes en la cara y después simplemente le di un golpe en la cabeza que lo noqueo por completo.

Me levanté del suelo y sacudí un poco mi mano por el dolor en mis nudillos. Me giré a la caja y vacile un poco sobre qué debía hacer. Pero al final me decidí por destruirla por completo.

No podía usar mi arma o haría ruido, ni siquiera sé si esta cosa tiene alarma en caso de destrucción, pero es algo en lo que debo arriesgarme.

Busqué a mis alrededores hasta que encontré un tubo de metal, el cual use para darle golpes a la caja que sacó muchas chispas, pero al final, dejó de funcionar, o eso supongo.

Dejé caer el tubo y me asome por la puerta para asegurarme de que nadie me hubiera escuchado y tal parecía que no o eso creo, porque en cuanto me asome, comenzó a sonar una alarma, pero nadie llegaba a donde yo estaba.

Supongo que sí la apague por completo y Mirelle junto con Max salieron.

-Ahora –dije por el micrófono

-Entiendo –dijo Scott

Tomé mi arma y salí por completo de la habitación.

Kayla

Había ruido a mi alrededor, pero lo escuchaba lejano. Sentí como las cintas de mis manos y de mis pies, incluso la que me sostenía del pecho, se desataron.

Me costó trabajo abrir los ojos, pero al final lo logre, había personas corriendo por todos lados, había un poco de fuego en una pequeña esquina de la bodega y había mucho ruido de disparos.

Me levanté de la silla con mi mano en mi cabeza al sentirme un poco mareada, pero de todos modos miré y trate de entender lo que sucedía.

-Lucas –lo llamé

Miré a personas peleando con personas, pero no acababa de entender quién peleaba con quién, hasta que a lo lejos vi a Jimin peleando con un hombre, a Kenan disparando desde una esquina, a Scott golpeando en el piso a un hombre de bata, a Dean gritando órdenes a unos soldados, a mamá mirándome asustada desde el otro lado de la bodega y a Max tomándola de los hombros desde atrás mientras nos miraba con la misma mirada de preocupación.

Entendí que los que nos habían desatado fueron mamá y Max.

Lo moví un poco de su lugar haciéndoles levitar en señal de que salieran de aquí, pero mamá no quiso.

-¡Largo! –les grite -¡Max!

Max aceptó con la cabeza y tomó a mamá para sacarla de aquí. Bajé de la silla y me acerqué a Lucas.

-Arriba, tonto, vámonos –tomé su rostro entre mis manos y lo agite un poco hasta que despertó

-¿Qué...?

-Vámonos, ahora

Bajó de la silla y entre ambos nos apoyamos para poder caminar.

Mis ojos se cruzaron con los de Jimin, quien me sonrió al igual que yo, pero un hombre iba detrás de él, por lo que con rapidez lo hice volar por los aires y estrellarse en el techo para después dejarlo caer sobre el suelo.

Todos miraron eso y después nos miraron a Lucas y a mí, pero Scott aprovechó esa distracción para derrotar al hombre contra el que peleaba haciendo que todos regresaran con sus peleas.

-Salgamos –dije

Comenzamos a caminar entre las personas, mientras que Lucas y yo alejábamos a los que querían atacarnos, mirando como el fuego seguía creciendo y cubriéndonos de las balas perdidas, hasta que logramos llegar a la salida.

Había camionetas de la OSI lejos de la bodega, pero por lo menos había.

-Ve con ellos –le dije a Lucas

-Sabía que dirías eso

-Debo ayudarlos

-¿Y yo no?

-estás cansado, ve con ellos y recupérate

-Estas igual de cansada

-Puedo con esto

-También yo

-Eres terco

-Igual que tu, cariño 

-aj

Dimos la vuelta y volvimos a entrar.

El humo del fuego ya hacía que la garganta picara y que los ojos ardieran.

-Tu encárgate de ayudar a los demás y yo me encargare de que todas las máquinas y papeles sean destruidas –dije

-Hecho

Tomamos caminos separados. Lucas comenzó a pelear mientras yo esquivaba y apartaba de mi camina a los obstáculos hasta la sala de archiveros donde había visto entrar y salir a científicos con papeles en las manos.

Todos los papeles los tomé en el aire y los hice juntarse para después córtalos en pedazos y así, salí de la sala y me acerqué al fuego para dejarlos sobre él y asegurarme de que no quedara ninguna pista de las maquinas que estaban aquí ni de nosotros.

Una vez quemados los papeles, me enfoque en las maquinas. Había demasiadas, pero solo sabía que una de ellas me hacía sentir mal, con la única con la que experimentaron conmigo, pero de todos modos no las puedo dejar.

Comencé a tomarlas para juntarlas y de ese modo aplastarlas. Con mis manos hacia como si estuviera apretando latas de refresco mientras fijaba mi mirada sobre las maquinas, después las arrojaba con fuerza contra las paredes de concreto y después las arrojaba al fuego. 

La Resistencia El Fin (ParkJimin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora