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Me levanté del suelo y a ella la elevé por los aires.

-Dime cómo los desactivo, es la ultima vez que te lo voy a preguntar

-No diré nada, jamás, no podrás sacarme nada

-Te lo advertí

Miré a mi alrededor y vi a un soldado enemigo al cual le quité un arma escuadra que tenía en su pantalón y le disparé a la chica.

No tengo idea de cómo detener esto, pero creo que sería una opción por el momento quitar los controles directos de aquí e ir directo a donde están los misiles para desactivarlos manualmente. Di un paso atrás e hice añicos la mesa, los controles y todo lo que estuviera conectada a ella. Solo así, pude conectarme de nuevo a la radio de Kenana.

-Ahora

Fue todo lo que dije. Me giré con mi madre y los demás, a pesar de que ellos tenían poder, solo éramos 4 contra muchos soldados. Tomé las armas de todos los soldados y las agrupé para aplastarlas y después dejar caer los pedazos en el suelo.

-Encárguense de ellos -dije caminando a la salida -los misiles deben desactivarse manualmente

-Kayla -dijo mamá

-Tranquila -le sonreí -no es algo peligroso, lo prometo

-...Bien -no parecía convencida, pero lo intento

Salí del sótano y corrí por los pasillos hasta la salida donde tuve que luchar con algunos soldados que me encontraba en el camino. Solo así, pude tomar a uno de ellos como rehén para que me dijera donde tenían los autos y poder ir al punto de lanzamiento para desactivar los misiles.

Jimin

Los motores se encendieron y en segundos todos estábamos atacando la frontera, la primera línea de defensa se quedó en la frontera, la segunda en el centro de la ciudad y nosotros, la tercera, fuimos directo a donde estaban Kayla y los demás.

Para cuando llegamos, las cosas eran tranquilas afuera, había algunos soldados noqueados en el suelo, pero todo parecía tranquilo.

-Rodeen el edificio, atentos a cualquier ruido –ordenó Kenan dos por cada entrada y los demás entramos

Todos obedecieron sus órdenes y rodeamos el edifico para después entrar. Las cosas adentro eran diferentes, todo era más ruidoso, había algunos disparos y sonidos de cuerpos golpeando contra muebles, pero todo en la parte de abajo.

Los cuatro, Kenan, Scott, Dean y yo bajamos al sótano para encontrarnos a todos peleando y teniendo el alboroto de una pelea.

-¡Mamá! –llamó Kenan -¡Mamá!

-¡Aquí!

Mirelle apareció entre todo el desastre y Kenan al verla corrió a ella al igual que yo.

-¿Estas bien? –le preguntó él

-Sí

-¿Dónde está Kayla?

Hablábamos y peleábamos. No sé de dónde demonios salían tantos soldados.

-Fue a donde los misiles, no pudo desactivarlos desde aquí y lo hará manualmente

-¿Qué? –pregunté

-Tranquilo –me sonrió –no es algo peligroso

-¿Lo dijo ella?

-Sí

Para ella nada es peligroso, ese es el problema con Kayla y mi problema es ser una persona que se preocupa fácilmente.

-Iré a buscarla –le dije a Kenan

-Lleva a Scott o Dean

-Bien

Busqué a alguno de los dos hasta que encontré a Dean.

-Vamos por Kayla, fue a desactivar los misiles ella misma

-Kayla –cerró los ojos –esa niña hará que mi presión suba antes de los 60

-Vamos

Los dos salimos del sótano y subimos las escaleras para poder salir del edificio.

-¿Cómo la encontramos? –preguntó

-Siguiendo el rastro de soldados inconscientes, sería un buen principio

Además de nosotros dos, otros dos soldados de los que había en la entrada nos acompañaron. Todos íbamos con armas en mano listos para dispararle a cualquiera que nos quisiera atacar.

Seguíamos el rastro de los soldados hasta que llegamos a una especie de área de despegue de aviones, solo que no había nada de aviones a la distancia, algún lugar donde posiblemente pudieran estar guardados. Lo que sí había, era una pequeña bodega de lámina blanca, como si hubiera sido cortada a la mitad, porque no tenía puertas o señales de ellas. Había un camión enfrente de ella, un camión lanza misiles y cerca de él, estaba Kayla haciendo que todo el camión y la bodega fueran protegidas por su campo violeta y ella dentro moviéndose de un lado al otro tratando de encontrar el modo de desactivarlos.

Antes de salir a un área despejada como esa, nos aseguramos un poco de que no hubiera tiradores o soldados y solo después de asegurarnos de eso, pudimos correr hasta donde estaba ella, pero como el campo era anti intrusos y balas, tuvimos que llamar su atención, solo así dejó de estar concentrada en los misiles para vernos a nosotros.

-¿Qué hacen aquí? –fue lo primero que preguntó cuando entramos en el campo

-Ayuda –dije

-Gracias –sonrió y vio a Dean –tu no deberías estar aquí

-Me siento bien como para pelear un poco –sonrió y ella no tuvo más opción que sonreír también

-¿Qué hacemos? –pregunté

-No sé cómo debo desactivar esto. Hay un tablero dentro de la bodega –lo señalo con la mirada –y quite la tapa de los controles en los misiles, pero no sé cuál desactivar primero

-Es tu día de suerte, preciosa –dijo Dean

-¿En serio?

-Sip, yo sé cómo hacer esto –guardó su arma en la funda de su cinturón y se arremango las mangas de la camisa que llevaba puesta

Dean se acercó a los cables de los misiles y los observo por un momento en el que nosotros solo nos quedamos en silencio observándolo a él.

-¿Alguien tiene una navaja? Solo tengo armas, pero una bala nos haría volar a todos

-Aquí –dijo uno de los soldados entregándole lo que había pedido

Volvió a concentrarse.

-Soldados –advirtió uno de los soldados que nos acompañaba

Venían hacia nosotros, cuatro soldados armados y apuntándonos, pero todos manteníamos por completo la calma porque estábamos protegidos por el escudo de Kayla además de que, seguramente ella se deshará de ellos en cuestión de segundos.

-¿Alguien lo quiere? –preguntó Kayla

-No –contestaron los soldados

-No –dije y ella lo tomó como que debía encargarse

Hizo volar las armas de los hombres hasta llevarlas de nuestro lado y después, simplemente los hizo volar por el aire hasta hacerlos entrar por una ventana del edificio y después cerró la ventana.

-Terminé –dijo Dean en un suspiró y dando un paso hacia atrás –los misiles están desactivados

-¿Tan simple? –pregunté

-A veces las cosas grandes son más simples que las pequeñas

Ahora solo teníamos que encargarnos de los enemigos para podernos ir tranquilamente y asignar un nuevo presidente, sin que ningún otro país se enteré y mantener todo en calma. 

La Resistencia El Fin (ParkJimin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora