↺𝙳𝚘𝚗'𝚝 𝚑𝚊𝚗𝚐 𝚞𝚙 ｢sasodei｣

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Si bien recordaba Sasori, su relación con Deidara había ido demasiado rápido.

Cuando el rubio recién entraba a la preparatoria, no pudo evitar llamar la atención. Deidara fue el blanco de habladurías, pues sin duda, era demasiado atractivo. Cabello largo y ojos azules, rasgos finos y perfilados.

Le gustó a Sasori en cuanto lo vió, y le gustó más cuando lo vio entrar al club de artes, del cual era presidente en aquel tiempo, antes de darle el puesto a Kankuro, pues él ya estaba por salir.

En ese entonces, fue testigo de la habilidad de sus manos para crear figuras de arcilla. Animales minimalistas o esculturas abstractas que lo hicieron sentir aún más atraído por el recién llegado. Su relación avanzó a grandes pasos cuando se enteró que el amigo de Deidara, Hidan, era pareja desde hace tiempo de su amigo Kakuzu. Así que comenzaron a salir todos como grupo, y después se fueron integrando unos cuantos más.

Cuando menos se lo esperaban, Sasori le pidió establecer una relación seria, a lo que un enamorado e ilusionado Deidara, accedió sin contratiempos. Sus amigos se sorprendieron de la rapidez en la que habían consolidado su relación, pero no les sorprendió que al poco tiempo, ya iniciaran las peleas.

No se habían dado el tiempo de conocerse, por ello, ambos se llevaban desagradables momentos dónde sacaban ciertas actitudes que antes no habían presentado. Aún así, dejaron que las cosas pasaran, y su relación se fue deteriorando cuando por los impulsos de Deidara y la indiferencia de Sasori, tenían rupturas repentinas, y reconciliaciones a cada instante. Y a pesar de todo, ninguno se atrevía a dar fin a ese círculo de toxicidad en el que se habían metido. Por más que se quejaran el uno del otro, no podían vivir sin eso que tanto alegaban.

Después de un año de relación, con altas y muchas bajas, habían conocido a los miembros de su familia. Pero a pesar de todo ese tiempo, Sasori no había logrado coincidir con Menma, el gemelo de Naruto, el mismo que aquel viernes después de la escuela, había ido a recoger a Deidara en su motocicleta.

Al principio, ardió en celos al ver al teñido ese hablando con su novio, pero se sorprendió cuando Naruto se acercó también a saludar con emoción a su hermano.

-¿Y ese quién es?- le preguntó Kisame al notar al pelirrojo, parado viendo la escena en vez de estar camino a su casa. La llegada del chico era popular, pues muchas chicas se paran para observar al atractivo azabache de ojos azules y media sonrisa que animaba al mayor de los Namikaze a subir a su motocicleta.
-Menma, el gemelo de Naruto.
-¿Menma?- dijo una voz a sus espaldas. Era Hidan- creí que era un mito.
-Yo también.

Bien, ahora ya conocía oficialmente a toda la familia de Deidara. Se encogió de hombros, aún algo confundido de que ese chico apareciera de repente cuando nunca antes se había preocupado por su novio, aún así, no le dió muchas vueltas. Ese fin de semana saldría de la ciudad con su abuela para visitar al hermano de esta. Su tío abuelo era bastante aburrido, así que le permitiría estudiar.

Aunque le no quería hablar con Deidara desde su última pelea, tampoco quería preocuparlo, así que en la tarde de aquel viernes, le llamó para avisarle que estaría fuera ese fin. Después de dos timbres, el rubio respondió rápidamente.

-Danna- dijo con un tono de emoción. Sasori se sintió culpable pues el motivo de la llamada no era precisamente el mejor para su afectada relación.
-Hola Deidara. ¿Estás ocupado?
-No, Danna. ¿Necesitas algo?- sus palabras brotaban con anhelo.
-Nada, solo quería avisarte que saldré este fin de semana Suna con mi abuela. Vamos a visitar a su hermano, y ya sabes que allá no hay buena señal.
-¡Está bien Danna! Te extrañaré muchísimo.

Su tono de voz no había cambiado, Sasori supuso que el solo hecho de recibir una llamada suya lo alegraba. Se sintió mal por ser tan grosero con su novio, así que le regaló un yo también te extrañaré Deidara antes de colgar.

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