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Sasori no lo podía creer.

Se sentía tan avergonzado, tan expuesto ante todos en la escuela. Él era parte del consejo estudiantil, el mejor alumno de la escuela, el candidato a tomar el cargo de presidente del consejo y sobre todo...

No era alguien a quien le gritaran así en frente de todos los demás.

Desde que Deidara había llegado a su vida, todo se fue de cabeza. Sus actitudes y sus modos siempre terminaban poniéndolo en el foco de la atención, la cual no necesitaba.

-¿Danna...?

El mayor entonces se levantó y con el ceño fruncido jaló a Deidara hacia los baños, todos apartaron la mirada por miedo a que el Akasuna les dijera algo, todos se comparecieron de Deidara.

-¿D-Danna, a dónde vamos?

-Callate.

Con esa simple indicación el menor no dijo nada más y se dejó arrastrar hasta que su novio cerró con seguro la puerta de los baños más apartados de cualquier estudiante. Ni siquiera le importó lo que dirían los maestros, tenía que hacer algo inmediatamente.

-Danna, perdóname, es solo que yo...

No pudo terminar lo dicho, fue entonces interrumpido por un...por un...¿Acaso Sasori lo estaba besando?

Aquel suave toque se aligeró y poco a poco el pelirrojo se alejó de él despacio. ¿Acaso era un sueño?

-Si alguien te pregunta, diles que nunca me habías visto tan molesto y que te grité hasta hacerte llorar.

-¿De qué hablas?

-¿Quieres que te grite hasta hacerte llorar?

-N-no...

-Entonces has lo que te dije.

Sasori seguia sonrojado, pero es que nadie nunca antes había actuado de esa forma, nadie nunca le había dicho algo así, además de sus padres...nadie nunca le había dicho que lo amaba, ni siquiera su abuela.

-Danna.

-¿Qué?

-¿Estás bien?

Él solo asintió, y aún avergonzado se acercó a abrazar al rubio quien rápidamente le correspondió. Quizá por fuera parecía despreocupado e indiferente. Alguien que no haría ese tipo de cosas, pero estando solos siempre había una excepción.

Deidara recordaba eso mientras picaba su comida en su salón de clases a la hora del almuerzo, su madre le había preparado un bento con su comida favorita y aún así, no se sentía con los ánimos para comerla.

-¿Te sientes bien Dei?- le preguntó Itachi con el tono suave.

El Uzumaki asintió y siguió picando el arroz con sus palillos sin despegar su mano de su barbilla, cuando de repente Itachi le arrebató los cubiertos y tomó un poco de su comida para acercarlo a su boca.

-Di ah...

El menor se sonrojó y aguantó las ganas de negarse rotundamente. De un tiempo para acá le molestaba de sobremanera esa manía de Itachi por mimarle como un bebé, de tratarle casi como un inútil.

-Puedo comer solo.

Vió entonces una expresión de desilusión y tristeza en el pelinegro, quién solo le faltó hacer un puchero para parecer un cachorrito llorando. Fue entonces que maldiciendo, abrió la boca y permitió que el Uchiha le diera de comer en la boca.

Se sentía ridículo, pero se sentía fatal ver aquella expresión en su actual novio. Sobre todo porque le hacia sentir culpable por haber ido a casa de Sasori a hacer la tarea de física, se sentía culpable y se obligaba entonces a si mismo a compensar al azabache, aunque aquel recuerdo le seguía removiendo las entrañas.

Cuando acabó la clase, pudo ver a Naruto acercándose a él para ir juntos a casa, al parecer y por alguna extraña razón no se iría con Sasuke.

-¿Qué ocurre, te peleaste con tu novio?

-Para nada- respondió alegremente el menor- pero quería hablar contigo, Itachi-senpai, yo iré a casa con mi hermano.

El nombrado se sorprendió pero después de sonreír simplemente aceptó y se reunió con su hermano para igual ir a su propio hogar. Ya de camino a casa, se extrañó de aquel comportamiento del gemelo.

-¿Está todo bien?

-Tenia que huir- admitió- Sasuke insiste en que le diga que hice el viernes.

-¿Y qué hiciste para qué te aterre tanto?

-Salí con Neji...no como nada más, solo como amigos. Nos seguimos llevando bien pero por los celos del teme, no podemos vernos en salidas de amigos, casi me prohibió verle la cara.

-¿Y por qué no hablas con él? Si no estás cómodo en tu relación ¿Por qué sigues ahí?

Naruto hizo una mueca y le miró casi con burla.

Claro, ¿Con qué derecho hablaba él?

Siguieron caminando sin decir una palabra más. Tenían muchas cosas que pensar.

Hola :D

Espero que hayan disfrutado este pequeño maratón de tres actualizaciones en un día. Si Dios quiere 😔👌 estaré actualizando cada lunes y miércoles. La historia va a penas arrancando, ya que al ser capitulos de unas 700 palabras pues me da chance de hacer más, además de que cómo ven en los títulos cada capítulo es un porcentaje de carga, hasta ahora vamos en el 41% y esperemos llegar al 100% pronto.

Así que, bueno. La verdad es que tengo aún unas cositas planeadas para la trama y como les digo, si Diosito Itachi quiere, este viernes volveré con uno o dos capítulos nuevos.

Sin más, gracias por leer, sus comentarios me animan mucho y les agradezco que sigan la historia. Gracias 💗💗

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↺𝙳𝚘𝚗'𝚝 𝚑𝚊𝚗𝚐 𝚞𝚙 「sasodei」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora