Por protección (Sebaciel)

los dos somos omegas

buenos días bocchan- comienza su labor Sebastian abriendo las cortinas mientras, mientras Ciel se sienta y pasa sus manos por la cara para empezar a despertar

¡CIEL!¡TE EXTRAÑE MUCHO!¡ESTOS DOS MESES FUERON UNA VIDA SIN TI HERMANITO!-grita un joven príncipe de veinte años omega, que se lanza encima de la manera más tosca y animosa al joven Conde- te traje un vestido indio apretado que se usa con zaragüelles que son pantalones tradicionales de mi país, las medidas me las dio Sebastian antes de irme asique anda- levanta al joven conde de la cama y le hace una seña a Agni para que le pase una bolsa colorida de hilos, al tenerla en posesión se la entrega al joven conde que todavía lucha contra el sueño- te espero afuera, regreso en cuando estés listo para verte- Ciel sólo lo mira con cara de fastidio para después dirigió su vista al mayordomo de soma.

Buenos días Agni- saluda mientras pasa su mano por su cabeza haciendo un vago intento fallido de peinarse

Buenos días joven Ciel-responde con una sonrisa

Vamos Agni, Ciel ponte el traje para ver como te queda o yo mismo vengo y te lo pongo, recuerda que soy tu hermano mayor, asique hazme caso-

¡No eres mi hermano mayor!- grita viendo como el príncipe ya se fue- Sebastian ponme esto- dice entregando le el vestido de hilos color azul con verde y los zaragüelles del mismo tono azul, mientras el tomaba su té con la cabeza tambaleante por el sueño- ¿porque demoras?- le cuestiona todavía con los ojos cerrados pero al escuchar una risa proveniente de su demonio los abre inmediatamente- ¿que?

bocchan no le entra- responde con una sonrisa burlona pegada al rostro

¿Cómo que no me entra?, le diste mal las tallas-

No se lo quería mencionar bocchan pero al ser usted omega su cuerpo a cambiado con el tiempo, tal vez usted no se a dado cuenta pero yo al cambiarlo todo los dias y ver lo desnudon, he notado los cambios- Ciel sólo lo miraba sin entender- los omega pasan por un proceso de crecimiento de caderas, esto se debe a que su cuerpo tiene que adaptarse para un futuro embarazo.  además su cintura es cada vez más estrecha haciendo contraste con sus caderas y además trasero.

¿y por qué mi ropa me sigue entrado entonces?-

porque después del accidente de su celo, yo fui donde la señorita Hopkins para pedirle agrandar sus trajes en la cadera y angostar los en la cintura, y menos mal que lo hice porque ni uno de los trajes antiguos le hubiese entrado-

Ciel, ¿por qué......jajajajaj- comenzó a reír Soma, quien venía entrado con Agni- te ves muy chistoso

Porque te ríes los dos somos omegas, porque no mandaste hacer uno un poco más suelto de caderas- le reprocha el conde con un puchero inconciente en su boca

Ah, Ciel-grita y lo aprieta- eres tan lindo cuando haces pucheros como un bebé

¡NO SOY UN BEBÉ!¡SUELTAME!- se agitaba el conde para ser soltado

bueno, bueno- dijo soltando lo- mejor bajemos a desayunar.

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Hola joven Ciel, ¿que se le ofrece?- pregunto el mayordomo indio

un vaso de agua, vine a buscarlo ya que Sebastian está reparando el invernadero que de seguro está echo un desastre por culpa de Finny- comenta mientras Agni le sirve el vaso de agua- Agni

¿si?- pregunta y mira el conde.

gracias- respondio pero al ver la cara de duda del mayor siguio-nunca te di las gracias por salvarme- responde con la mirada perdida en el vaso.

no tiene porque conde, ya paso más de un año-

si, es que antes no lo había mencionado porque Sebastian y Soma siempre están encima mío-

¿le molesta?-

es mi mayordomo es su obligación, y ya me acostumbre a la precensia de Sebastian, aparte se que lo hace para protegerme- respondía con simpleza

yo lo decía por el joven Soma- respondia Agni mienttas Ciel se sonrojaba sutilmente

no, sólo gracias- y se levanta para dirigirse a escribir.

flashback

Ciel había entrado en celo, por primera vez dejando escapar feromonas características de los omegas.

Ciel, eres....- intento decir Soma pero no podía debido al asombro

omega-

Sebastian estaba en la salida del salón pero al oler el delicioso aroma de su joven amo comenzó instintivamente a liberar feromonas alfas, asustando a Ciel que de inmediato se dio vuelta a mirarlo y cuando sus miradas se encontraron y vio un rojo carmesí brillante supo que estaba en peligro, Sebastian corrió donde su joven amo cuan León en busca de su antílope y es que el aroma de su joven amo era demasiado atrayente y erótico a su parecer encendiendo los instintos más salvajes y lujuriosos a la altura de un demonio , pero antes de llegar a tocarlo fue detenido por Agni, que rápidamente giró al Conde para inyectando le un supresor de adulto que llevaba consigo, provocando que las feromonas dejarán de salir del cuerpo de Ciel, él cuál se desmayo, desmayo que duró días, pues Ciel no era un adulto todavía y al ser muy delgado el supresor era demasiado potente para su frágil cuerpo sumado a la experiencia del primer celo que siempre era el peor, pues dejaba al cuerpo con pocas defensas, por el desgaste de este al liberar feromonas al aire