Por protección (Sebaciel)

Era....

Despues de tener esa conversación sumamente vergonzosa con su mayordomo, se retiro a su habitación, no sabía que hacer, sabía que su experiencia sexual era nula apesar de no ser virgen, se tiro de espalda a la cama, mirando el techo sin saber como llego a esa situación comenzo a masajear suavemente su pezón izquierdo, se sentia bien y siguio, al apretarlo se le escapo un pequeño gimido que ahogo con morderse el labio, prefirio cerrar los ojos para poder disfrutar más el contacto en su mente comenzo a pensar en que eso se sentiria mejor si lo hiciera otra persona. Tal vez un alfa de hombros anchos y cintura angosta, con abdominales no tan marcados, de tez palida y pelo tan negro como la noche, al pensar eso comenzo a bajar su mano hasta su miembro el cual comenzo a masajear pensando en alguien con esas caracteristicas, curiosamente el hombre de su fantasia no tenia rostro, pero con el cuerpo que tenia bastaba para que el miembro del conde se levantará, siguio con el masajeo del miembro desde la base hasta la punta, esta masajeandola más, provocando espasmos placenteros en todo su cuerpo, comenzo a sentir el liquido preseminal lo que volvia sus movimientos de arriba a bajo más rapidos y toscos dandole un toque de sensualidad, sin abrir los ojos se quito el pantalon con el boxer de una sola tirada y comenzo a diriguir su mano que masajeaba al pezón a su boca colocando dos dedos en ella que comenzo a lamer hasta que la saliba se le escurriera por los costados de los labios hasta la barbilla, nerviosamente comenzo a bajar su mano por su cuerpo por el cuello, pezón, abdomeny  pene, sus piernas ya que estaban abiertas asique bajo hasta que encontro su ano, no sabia exactamente que hacer, pero su mente fantasiaba con que ese hombre de cuerpo blanco y perfecto era el que hacia esto asique la verguenza se le fue y para comenzar a masajear la pequeña entrada que ya se encontraba un poco lubricada naturalmente con un poco de incomodidad metio un dedo en el linterior, pero contrario a lo que habia leido alguna vez no se sentia placentero como decian que debia sentirse, pero eso no lo paro y siguio masajeando con el dedo dentro, sentia como sus paredes anales eran muy estrechas y apretaban su dedo que recorria en su interior, asique comenzo hacer pequeñas embestidas con su dedo, cuando ya encontro que era optimo metio el segundo dedo, gimio de dolor pero sabia que lo bueno debería venir despues por lo que sin verguenza comenzo a mover sus dedos por sus paredes como esperaldo llegar a encontrar un lugar que lo hiciera enloquecer, despues de mover sus dedos un poco a la derecha y presionar de su boca salio un gemido fuerte y extremadamente placento y su abdomen bajo dio un golpe de calor, y siguio golpeando con sus dedos ese lugar que se daba tanto placer, la habitacion se lleno de jadeos y gimidos descontrolados, el conde sin abrir los ojos se dio vuelta pegando su frente a la almohada, quedando en cuatro y sin perder tiempo, comenzo denuevo a meter sus dedos para embestirse así mismo con ellos golpeando su prostata deseando tener sus dedos más largos y gruesos, mientras que con la otra mano masajeaba su glande de manera tosca, en su mente el que lo embestia era el hombre de cabello azabache y cuerpo de en sueño, siguio embistiendo desenfrenadamente soltando gemidos que parecian gritos, pues el placer era el que dominaba su cuerpo, llegando al climáx, sin parar de masajear su glande y falo a gran velocidad, en su mente el hombre de ensueño lo embestia duramente y eso lo enloquecia, y cuando el hombre de su fantasia hablo y pregunto, "¿le gusta bocchan?", se corrio manchando su abdomen en el proceso

Despues del que el sentimiento pos-orgasmico, el conde palidecio, pensando en como fue que alcanzo el orgasmo, y es que nunca se imagino que el hombre de su fantasia existiera y mucho menos que fuera Sebastian

Era......él...era Sebastian- dijo sonrojandose y llevando sus manos a su rostro para ocultarse en ellas- dios mio, esto no puede ser posible- chillo el menor volviendose bolita en su cama cuan niño pequeño

No podia creer que estaba fantasiando y pensando en su mayordomo de manera sexual, bueno, sabia que su mayordomo era apuesto, era perfecto fisicamente, derrochaba deseo sexual en cada feromona que tenia, tenia una mirada era sensual y profunda era de esas miradas que violaban, y era el alfa con el cual todo omega sueña, era dominante, fuerte y si tuviera que apostar, apostaria a que era un dios en el sexo

Se sonrojo al pensar que ese hombre seria suyo en menos de siete días, que ese hombre lo follaria en menos de siete días y lo peor una parte de él, lo deseaba y lo deseaba mucho

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2 horas despues

El mayordomo caminaba con el carro de comida a la habitación de su bocchan, pues no habia bajado a pedir algo para merendar, asique le llevaba su taza de té, acompañado de pastel de zanahoria nueces con glaciado de vainilla

Al abrir la puerta de la habitación del menor sintio un golpe de feromonas de su omega, eran muy dulces y completamente libidinosa, tanto que el miembro del mayor crecio de golpe dejandolo con una erección gigante que  era capaz de estirar toda la tela del pantalon negro que usaba el demonio

El mayor visualizo a su bocchan durmiendo en medio de la cama, sus piernas largas y esbeltas, al descubierto al igual que el trasero y el miembro del menor, la camisa blanca arrugada y semiabierta, dejando al desnudo el plano abdomen que se encomtraba manchado con el semen del menor, el mayor sonrio al ver que su bocchan siguio su consejo, sabia que lo haría pero no penso que el mismo día, y menos que seria tan descuidado como para quedar dormido dejando todo su cuerpo en esa imagen tal sensual y erótica, que no ayudaba en nada al problema que tenia en su pantalón

Dejo la comida, ya que el té se enfriaria, y una pequeña nota, que decia;

Descanse Bocchan, si se despierta y ya es de noche limpiese con una toalla no se bañe, esta noche será fría, asique cuidese
                              Atentamente Sebastian

Pd: no deberia dormirse en esas condiciones, deja mucho que desear.
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Ya era pasada la media noche, y un beta albino se encontraba en la cocina, buscado algo para Goethe y Emily, que le siseaban sin para que tenian hambre, y que querian carne, cuando encontro la carne comenzo a cocinarla tranquilamente, revolviendola lentamente

¿te dio hambre?- pregunto el rubio cocinero mirando a Snake, que le daba la espalda

Goethe y yo tenemos hambre, dice Emily- siguio moviendo la carne, sin darse cuenta de que el mayor se gano atras de él, hasta que lo sujeto de la cintura, tandole un abrazo, sin intenciones de soltarlo

No lo toques, dice Goethe- el rubio beso la mejilla del albino y se susurro en su oido

Dimelo tú, y me movere- el albimo temblo, por sentir la brisa calida del aliento del rubio en su oído

¿Pue....des mo...verte?- pregunto en un tono casi inaudible que por suerte logro escuchar el rubio

Puedo hacer todo lo que quieras- dijo el rubio apretandolo un poco más, para depues separarse, y quitarse el abrigo que traia puesto- pasame a Emily- le pidio y Snake  desenrrollo la serpiente de su cintura, Bard con un poco de miedo la dejo en su cuello, como Snake traia a Goethe, mientras le ponia su abrigo al menor- toma- dijo para entregarle a la serpiente roja con rayas negras y blancas

Gracias- dijo Snake, por si mismo y el rubio le beso la mejilla

Me encanta saber que ese gracias es tuyo y no de ellas- refiriendose a las serpientes- espero que apredas a comunicarte sin ellas. Me voy, hace mucho frio, apurate- dijo dejando un ultimo beso que fue directo a los labios del contrario, fue apenas un roce, algo efimero, pero sonrojo hasta la coronilla el menor